'Efecto llamada' en Chillida-Leku

El cierre de Chillida-Leku el pr¨®ximo 1 de enero, junto con el pron¨®stico de subida de las temperaturas en el litoral vasco para el puente de la Constituci¨®n, propiciaron ayer que cientos de personas visitaran ayer el museo. La noticia de la situaci¨®n deficitaria que atraviesa el museo gestionado por los hijos del escultor Eduardo Chillida, que salt¨® a la luz el pasado 1 de diciembre, ha sido el detonante para que muchos de ellos hayan decidido visitar por primera vez las campas de Zabalaga.

Chillida-Leku parec¨ªa ayer una romer¨ªa de familias, grupos de amigos y parejas que se aferraban a las esculturas de hierro c¨¢mara fotogr¨¢fica en mano como quien inmortaliza algo que se puede desvanecer con previo aviso. Una gu¨ªa explicaba a un grupo de 15 personas que la escultura que estaban viendo era la silueta de una mujer en homenaje al modisto Crist¨®bal Balenciaga. "Es el espacio entre los dos bloques de hierro la verdadera escultura", aclaraba.

La falta de personal impidi¨® que se pudiese habilitar una tercera taquilla

Una joven pareja de Cantabria camina por los alrededores del caser¨ªo Zabalaga, un caser¨®n del siglo XVI que alberga obras del artista y donde tambi¨¦n se realizan exposiciones temporales. Es su primera visita y previamente han acudido al taller de forja del escultor en el museo de Legazpi, inaugurado el pasado julio, donde se puede ver la maquinaria que utiliz¨® para sus obras de gran formato. "Nos ha servido de mucho haber ido primero a ver c¨®mo se hac¨ªan las grandes esculturas para entender cu¨¢l era el proyecto de Chillida", explican. No entienden que se pueda cerrar el museo, aunque hab¨ªan oido hablar de los problemas econ¨®micos por los que atravesiesa. "Estuvimos hace poco en el Artium de Vitoria y nos sorprendi¨® que al entrar se pod¨ªa dar un donativo. Quiza esa f¨®rmula sirviera aqu¨ª. Seguro que al final se salva", a?aden.

Zhen Yu es un inform¨¢tico chino que habla perfectamente espa?ol, ya que vive en Barcelona desde 1981. Optimista, cree que el centro ser¨¢ finalmente reflotado. "Me ha impresionado la amplitud", comenta mientras fotograf¨ªa una de las 40 esculturas repartidas por la finca de 12 hect¨¢reas que hace 20 a?os descubrieron Eduardo Chillida y su esposa, Pilar Belzunce.

Un grupo de estudiantes de Psicolog¨ªa de Madrid, de varias nacionalidades, descansan fuera del caser¨ªo. Han finalizado su visita y esperan la hora para coger el autob¨²s que les conduzca a San Sebasti¨¢n, donde est¨¢n pasando unos d¨ªas. "Le¨ªmos en la prensa que se cerraba y pensamos que era el mejor momento para venir", apunta uno de j¨®venes. "La verdad es que es impresionante y una pena que est¨¦ en esta situaci¨®n", a?ade otro.

A mediod¨ªa, las colas segu¨ªan siendo significativas. En otras circustancias se habr¨ªa abierto una tercera taquilla, "pero no hay suficiente personal", explica una de las empleadas de la tienda, quien precisaba que la presencia de p¨²blico era superior a lo normal en d¨ªas festivos. "Nos ha llamado gente confusa porque no sab¨ªa si estaba o no abierto", a?ad¨ªa. Chillida-Leku ha experimentado en los dos ¨²ltimos ejercicios un descenso de las visitas anuales de unas 80.000 a unas 60.000 personas.

Comentarios entre visitantes de Barcelona, Valladolid o Teruel como "Pensaba que era m¨¢s grande", "El caser¨ªo es como una escultura", "Qu¨¦ suerte que el tiempo acompa?e", "Esto ser¨¢ deficitario, pero hay tambi¨¦n equipos de f¨²tbol que lo son y lo pagamos entre todos", se suced¨ªan como murmullos entre las esculturas mudas.

El cantante malague?o Toni Zenet, quien actu¨® el pasado noviembre en San Sebasti¨¢n, visitaba tambi¨¦n el lugar junto a su familia. "Parece mentira que un patrimonio as¨ª se cierre", exclamaba.

Un matrimonio de Barakaldo y su hijo, protegido con una bufanda del Athletic, reconoc¨ªa que hab¨ªa sido un acierto coger una gu¨ªa. "Nos ha hecho vivir el proyecto de Chillida", comentaba entusiasmada la mujer. Iban a dejar la visita al museo para primavera para asegurarse buen tiempo, pero el anuncio del cierre les hizo adelantarla. Al menos ayer las rachas de viento sur acompa?aron.