'Aurea mediocritas'
PISA 2009, que incluye la evoluci¨®n en la d¨¦cada, dar¨¢ para a?os y gigabits de debate, pero cabe extraer ya unas lecciones r¨¢pidas. A escala del conjunto hay leves ca¨ªdas en lengua y matem¨¢ticas pero no en ciencias (quiz¨¢ no haya habido tiempo), persisten las desigualdades de g¨¦nero y ¨¦tnicas y pesa m¨¢s el estatus social del centro que el de la familia. La m¨ªtica Finlandia ha sido desplazada por Shangh¨¢i y Corea (del Sur: ?hay otra?), y entre las 10 econom¨ªas de cabeza otras tres son asi¨¢ticas (Hong Kong, Singapur y Jap¨®n), sin contar Nueva Zelanda y Australia (con gran n¨²mero de estudiantes asi¨¢ticos residentes). Si hay peligro amarillo, debe de ser este.
Espa?a sigue algo bajo la media, sin novedad: entre segunda y tercera divisi¨®n de la OCDE y en la aurea mediocritas del universo PISA (65 sistemas). Somos igualitarios, tal vez por tratar bien a los peores alumnos y muy mal a los mejores. Estamos a tiempo de aprender que algunas cosas no funcionan. De la repetici¨®n, nuestro reflejo condicionado, afirma PISA que lo empeora todo. El mantra sindical de aumentar recursos, que es el programa de la izquierda perezosa o timorata, no renta: los resultados no mejoran (por encima de un nivel y con excepci¨®n de infantil), y menos con la reducci¨®n de alumnos por aula. Varios de los mejores destacan por grupos m¨¢s numerosos a cargo de profesores mejor pagados. Tambi¨¦n da?an la diferenciaci¨®n institucional (itinerarios, aulas especiales) y las expulsiones, mantras conservadores. Funcionan, por contra, la capacidad de atender a alumnos diversos en las mismas aulas y la autonom¨ªa de los centros.
Es notable que, en un conjunto que ha cambiado poco, algunos elementos lo han hecho mucho. El fulgurante ascenso asi¨¢tico es obvio, ante todo de sociedades hace pocas d¨¦cadas atrasadas y con sistemas educativos penosos, como Corea y Singapur, por no hablar de Shangh¨¢i. Lejos de confiarse, se toman muy en serio la educaci¨®n: la mayor¨ªa est¨¢n inmersos en fuertes debates sobre su mejora, fijan metas a corto y medio plazo y controlan su ejecuci¨®n, abordan pol¨ªticas ambiciosas con o sin el acuerdo de los sindicatos, multiplican las formas de evaluaci¨®n y se concentran en lograr mejores profesores. Otros no figuran en cabeza pero han logrado mejoras espectacula-res, entre ellos, algunos latinoamericanos (Per¨² y Chile), homologables (Polonia) y vecinos (Portugal). Nada fuera de nuestro alcance, pero tampoco que venga solo.
Mariano Fern¨¢ndez Enguita es catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense. www.enguita.info.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.