El Consulado de EE UU aprecia actitudes "separatistas" en el PSC

La frase "te queremos, Jos¨¦ Luis pero queremos m¨¢s a Catalu?a" que Jos¨¦ Montilla pronunci¨® ante el presidente Zapatero en el congreso del Partit dels Socialistes de Catalu?a en 2008 marca un antes y un despu¨¦s en las relaciones entre el PSC y el PSOE. Algunos sectores del PSC toman desde aquel entonces una actitud "separatista" que puede da?ar los intereses de los socialistas catalanes y de sus hermanos del PSOE. Y demandas como la del sector catalanista del PSC para que este tenga un grupo propio en el Congreso al margen del PSOE pueden generar problemas serios.

Esta es la particular visi¨®n que el Consulado de EE UU en Barcelona tiene acerca de las relaciones entre los socialistas catalanes y sus compa?eros del PSOE, unas relaciones que ha seguido muy de cerca los ¨²ltimos a?os para calibrar ante el Departamento de Estado el nivel de fortaleza de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Seg¨²n el consulado, la direcci¨®n del partido es consciente de que estas actitudes "separatistas" pueden resultar perjudiciales.

La diplomacia de EE UU no ve riesgo de separaci¨®n entre Catalu?a y Espa?a

El consulado dedica especial atenci¨®n a los problemas del PP para conseguir un papel relevante en la pol¨ªtica catalana, pero en un momento de m¨¢xima tensi¨®n entre Catalu?a y el resto de Espa?a a ra¨ªz de las negociaciones sobre la financiaci¨®n auton¨®mica tampoco descuida los problemas que afectan a la gran familia socialista.

En diferentes cables, el consulado alerta de la "radicalizaci¨®n" del PSC en lo que a demandas "nacionalistas" se refiere. Al redactor del informe le sorprende especialmente que el PSC prefiera disputarle el espacio a Converg¨¨ncia i Uni¨® m¨¢s que basar el debate pol¨ªtico en asuntos t¨ªpicos de la izquierda como "el aborto, la eutanasia o la retirada de los s¨ªmbolos religiosos de las escuelas". Lo atribuye al hecho de que los socialistas catalanes tradicionalmente hayan mantenido una "estrecha relaci¨®n" con la c¨²pula eclesi¨¢stica de Catalu?a. Y tambi¨¦n, afirma, a que en Catalu?a los obispos sean m¨¢s "moderados" que los del resto de Espa?a. En cualquier caso, remarcan que los socialistas catalanes se han alejado voluntariamente del supuesto "giro a la izquierda" del PSOE en asuntos sociales. Esto, claro est¨¢, antes de que la crisis econ¨®mica forzara a Zapatero a hacer todo tipo de recortes sociales.

Pero de lo que m¨¢s se sorprende el redactor del documento es que para disputarle votantes a CiU, los socialistas catalanes, o un sector de estos, se dediquen a pelearse con el PSOE. Lo dice por la "agresiva" negociaci¨®n que el consejero Antoni Castells mantuvo durante cerca de dos a?os con el ex ministro de Econom¨ªa Pedro Solbes por la nueva financiaci¨®n auton¨®mica. El autor del cable entiende que en Catalu?a el rival del PSC no es el PP, sino Converg¨¨ncia i Uni¨® y la idea de la casa gran del catalanismo que Artur Mas defend¨ªa en aquella ¨¦poca.

Ya en aquel momento la diplomacia americana preve¨ªa dificultades para un PSC que busca el equilibrio entre "mantener el poder en Catalu?a y sus relaciones con el PSOE". El resultado de las elecciones auton¨®micas del 28-N podr¨ªa venir a dar la raz¨®n a estos diplom¨¢ticos.En un cable de agosto de 2008, justo despu¨¦s del congreso del PSC, el consulado analiza que crecen las tensiones con el partido hermano y alerta de que "La ruptura entre PSC y PSOE conducir¨ªa a la derrota de ambos partidos nacional y regionalmente". La afirmaci¨®n llega despu¨¦s de observar c¨®mo han ido creciendo paulatinamente las voces en el sector catalanista del PSC que piden marcar distancias con el PSOE y la creaci¨®n de un grupo parlamentario propio en el Congreso. Este debate es el mismo que estos d¨ªas ha vuelto a arreciar con fuerza a ra¨ªz de la derrota en las urnas. Los consejeros en funciones Antoni Castells y Ernest Maragall son los que lideran esta corriente de opini¨®n frente al aparato del partido.

Los documentos de Wikileaks filtrados a EL PA?S procedentes del Consulado de Barcelona reflejan numerosas dudas acerca de la estrategia del PSC durante los ¨²ltimos cuatro a?os. "?Por qu¨¦ los socialistas catalanes batallan con el PSOE priorizando lo 'catal¨¢n' por encima de lo 'socialista'?". El mismo redactor de los informes del consulado responde a la pregunta: "aunque la vasta mayor¨ªa de catalanes no quieren la independencia, lo que s¨ª quieren es ser respetados por el resto de Espa?a", concluye. A?ade que, en su opini¨®n, lo que realmente se busca en Catalu?a es que el conjunto de los espa?oles acepten que los catalanes tienen una "historia diferente, como los vascos y los gallegos, algo que les hace ¨²nicos en Espa?a".

Al contrario de lo que podr¨ªa parecer, el incremento del n¨²mero de independentistas en Catalu?a no inquieta excesivamente a la diplomacia estadounidense. "El nacionalismo est¨¢ profundamente arraigado, pero menos de un tercio de los catalanes apoyan la independencia", se afirma en otro cable de 2008. "En Barcelona -contin¨²a- el apoyo a la independencia es incluso menor". Pese a ello, el consultado hizo un detallado seguimiento de las consultas soberanistas, que, sin valor legal alguno, se hicieron el a?o pasado en decenas de localidades. Acabaron por atribuirles un "impacto simb¨®lico limitado".

La mayor parte de documentos sobre situaci¨®n pol¨ªtica corresponden a 2008, cuando los partidos catalanes entraron en ebullici¨®n con motivo de la celebraci¨®n de sus congresos. Todos son escrutados con lupa.

Los cables explican c¨®mo Converg¨¨ncia i Uni¨® se puso las pilas aquel a?o para ganar las elecciones de 2010. El proyecto de la casa gran del catalanismo de Artur Mas, para sumar apoyos de toda la ¨®rbita nacionalista, es revisada con esmero. El entonces c¨®nsul en Barcelona, Todd Robinson, resta trascendencia al supuesto giro soberanista de Converg¨¨ncia y asegura que lo que busca la formaci¨®n de Artur Mas es "enfatizar el derecho a la autodeterminaci¨®n y reclamar vagamente una Catalu?a soberana en Europa en el siglo XXI". No acert¨® el c¨®nsul al vaticinar grandes dificultades a Converg¨¨ncia i Uni¨® para romper la mayor¨ªa del tripartito. En su cable de agosto de 2008 aseguraba que republicanos y ecosocialistas recoger¨ªan los votos que el PSC perder¨ªa por su giro "al centro", algo que no beneficiar¨ªa a Converg¨¨ncia. La realidad final fue que los socialistas perdieron votos en todas direcciones y muchos de ellos fueron a parar directamente a las filas de Artur Mas.

S¨ª hace hincapi¨¦ en los problemas internos que ya afectaban a ERC en 2008, con su tumultuoso congreso que dio una ajustada victoria a Joan Puigcerc¨®s. El c¨®nsul ya alert¨® de que al l¨ªder de ERC le esperaban "tiempos dif¨ªciles" si no consegu¨ªa un equilibrio entre lo que le ped¨ªan sus socios en el Gobierno y la militancia de base.

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