De La Rambla a los tribunales
El cierre de las antiguas pajarer¨ªas del paseo indigna a los comerciantes - El alcalde da marcha atr¨¢s en el proceso de reconversi¨®n de los puestos - El Consistorio no cuantifica las indemnizaciones que deber¨¢ afrontar
Pajareros de La Rambla, los que se reconvirtieron en vendedores de helados, o de entradas de museos y de encuentros del Bar?a y el Espanyol, o de turrones, o de marionetas, o de bolsos, y el Ayuntamiento de Barcelona acabar¨¢n vi¨¦ndose en los tribunales por el cierre de los comercios impuesto v¨ªa amortizaci¨®n.
Los siete titulares de los 11 negocios de la acera central de La Rambla, entre Carme y plaza de Catalunya, decidir¨¢n hoy qu¨¦ postura tomar. Son titulares de una concesi¨®n indefinida -algunos son titulares de tercera generaci¨®n -del Instituto de Mercados de Barcelona. Es decir, son quioscos del mercado de La Boqueria trasladados al exterior. El 26 de noviembre de 2009 firmaron un convenio para su reconversi¨®n en otras actividades, ya que la venta de animales -tal como lo hac¨ªan- quedaba prohibida en aplicaci¨®n de la Ley de Protecci¨®n de Animales de la Generalitat y de la ordenanza municipal. Ese convenio dice al final que todas las partes "reconocen la conveniencia y necesidad de permanecer en el tiempo m¨¢s all¨¢ de las personas que lo firman". De lo dicho, nada. El lunes pasado el gerente municipal Eduardo de Vicente les inform¨® de que los puestos se cerraban.
Nadie en el Consistorio barcelon¨¦s quiere aventurar ninguna cifra de las indemnizaciones que eso supondr¨¢. No ser¨¢ baja si se tiene en cuenta que est¨¢n en la misma Rambla, que tienen una concesi¨®n indefinida, que han hecho inversiones para la reforma que les fue exigida -entre 15.000 euros y 90.000 seg¨²n los puestos- y que supondr¨¢ la p¨¦rdida de trabajo para unas 80 personas, seg¨²n estiman los comerciantes.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, tampoco quiso aventurar cu¨¢l ser¨¢ el coste para las arcas de la ciudad: "ya lo haremos, no hay fecha, se tiene que ir hablando. Lo importante es tomar medidas para esponjar el paseo central y que sea m¨¢s para pasear". A la pregunta de por qu¨¦ no se tom¨® esa decisi¨®n hace un a?o, en vez de forzar una reconversi¨®n que a nadie gust¨® y que ha costado dinero -240.000 euros- al propio Consistorio, Hereu intent¨® justificar el cambio de opini¨®n porque los comerciantes "han sobreocupado La Rambla", una afirmaci¨®n que es negada taxativamente por los comerciantes afectados: "Las licencias y la reconversi¨®n se hicieron siguiendo su proyecto", afirma M¨®nica Trias. Ella y otros afectados est¨¢n de acuerdo en que hay que aligerar el paseo, pero se?alan otras actividades: "nosotros pagamos impuestos y, en cambio, protegen m¨¢s a las estatuas".
Tambi¨¦n se ve la mano de otros intereses en su expulsi¨®n del paseo por el que transitan 70 millones de personas al a?o y apuntan a los hoteles que rodean esa zona de La Rambla a uno y otro lado. La oposici¨®n municipal en el Consistorio aprovech¨® ayer la rectificaci¨®n de Hereu para echarle en cara la falta de criterio con los pajareros de La Rambla. La medida del cierre de los puestos fue bien acogida por la asociaci¨®n de Amics de La Rambla.
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