Una profec¨ªa del siglo XXI
Aunque la verdad novelesca no sea entre nosotros un objeto de culto, y la a?oranza de su prestigio s¨®lo merezca comentarios esc¨¦pticos, vamos a tener al fin la ocasi¨®n de celebrar la novela prof¨¦tica que el nuevo siglo estaba esperando.
Es probable que a los lectores, siempre tan impacientes, les resulte desconcertante la arrogancia de un relato que a primera vista parece un herm¨¦tico ejercicio de complejidad narrativa. Pero una vez dominado el h¨¢bito caprichoso de nuestra indolencia, esa pereza que tantos escritores se han propuesto halagar, podremos atisbar el sentido disimulado en la ficci¨®n de una obra reveladora.
Thomas Pynchon desaf¨ªa en la mejor de sus novelas -Against the Day, Contraluz, Tusquets 2010- los l¨ªmites de lo que puede ser contado. Es exhaustivo en su ambici¨®n naturalista y deslumbrante en la soberbia con que golpea todo lo que nombra. La bella elocuencia de sus figuras narrativas sostiene sin desmayo una intrigante visi¨®n de la Historia y su intensidad dram¨¢tica mantiene la encarnadura de unos personajes obligados a vivir la ineludible disyuntiva de redenci¨®n o perdici¨®n. Anarquistas justicieros, esp¨ªas emboscados, matem¨¢ticos iluminados, potentados insaciables, pistoleros de moral cortesana, espiritistas, vagabundos y exploradores de una fantasmag¨®rica geograf¨ªa protagonizan una trama argumental en la que nadie sabe qui¨¦n es. Todos se sienten, sin embargo, profundamente conmovidos, en la tupida existencia de esta f¨¢bula mist¨¦rica, por la inminencia de un colapso apocal¨ªptico.
En 'Contraluz', de Thomas Pynchon, confluyen los recursos literarios de todos los g¨¦neros
En Against the Day, relato que transcurre entre la Exposici¨®n Universal de Chicago de 1893 y los d¨ªas previos al estallido de la Primera Guerra Mundial (una ¨¦poca elegida por el autor como r¨¦plica de la nuestra), confluyen los recursos literarios de todos los g¨¦neros. En sus p¨¢ginas reverbera la indignada esperanza que John Steinbeck glos¨® en Las uvas de la ira y la c¨ªnica cautela de Dashiell Hammett en Cosecha roja, la violenta ¨¦pica del western (se ve que el mito de la guerra contra los indios encubri¨® el tiroteo, igualmente fundacional, entre los sindicalistas y los detectives de la agencia Pinkerton), las licencias juveniles de la novela de aventuras (como si Harry Potter pudiera pasearse por Yoknapatawpha), las intuiciones de la ciencia ficci¨®n, una lib¨¦rrima trama de enigma y misterio y la potestad histri¨®nica de un autor que siempre sabe ad¨®nde va.
Pynchon recuerda a Walt Whitman cuando enumera lo que presiente, a William Blake cuando nos ense?a los secretos de este mundo, a Julio Verne cuando nos instruye con artefactos visionarios. Aunando la energ¨ªa narrativa de sus antepasados Pynchon nos cuenta la desordenada furia de una ¨¦poca que mientras ve desmoronarse su jactancia se revuelve contra s¨ª misma en un desesperado intento por negar la fuerza con que ha tenido lugar una nueva vuelta de tuerca. ?No ser¨¢ este tambi¨¦n el signo de nuestro tiempo?
Nos hemos acostumbrado a tratar con respeto y displicencia a los cient¨ªficos que no entendemos. Como or¨¢culos de un conocimiento inaccesible o como art¨ªfices de un saber que solo a ellos concierne. Pero en Against the Day el matem¨¢tico trabaja para potencias interesadas en algo m¨¢s que el negocio tecnol¨®gico. Tesla (el Prometeo de la electricidad despedazado por Edison, Marconi y Westinghouse), Hamilton, con sus cuaterniones, Maxwell, con su teor¨ªa electromagn¨¦tica, Poincar¨¦ con su conjetura o Riemann con su hip¨®tesis, aparecen en la novela como los brujos de un poder muy alejado del optimismo racionalista de la Ilustraci¨®n. Las contribuciones de su inteligencia, extasiada ante las inesperadas dimensiones de lo Real, no han alterado nuestra comprensi¨®n b¨¢sica del Universo (a¨²n preferimos conversar con Euclides y Newton) y lo cierto es que para sus descubrimientos no tenemos todav¨ªa el adecuado arsenal de ideas. Si el mundo que hemos conquistado y dominado resulta imprevisible, arisco y hostil ?qu¨¦ haremos cuando comprendamos de verdad las abismales revelaciones de la Ciencia? ?Seremos capaces de integrarlas en un nuevo sentido com¨²n? ?Sabremos escribir un nuevo relato sobre el origen del mundo, la naturaleza del alma o el destino del hombre? Against the Day es el m¨¢s ambicioso logro realizado hasta la fecha para novelar lo que ocurre en esta chirriante bisagra de la Historia.
La imaginaci¨®n pynchonesca es la de un ironista tr¨¢gico cuya sabidur¨ªa se enmascara tras la parodia de nuestra ansiedad. Against the Day es el fruto de una confabulaci¨®n alentada por poderosas premoniciones y la epopeya prof¨¦tica que desvelar¨¢ el sentido del expectante siglo XXI. Al final de este gran relato novelesco prevalece la emoci¨®n con que cada personaje se ha visto enfrentado al crucial dilema de su tortuoso camino: o la violencia (en cualquiera de los sofisticados grados a los que nos tiene acostumbrados la civilizaci¨®n) o el casi inenarrable misterio de un esp¨ªritu que, efectivamente, siempre sopla donde quiere.
De la sinfon¨ªa simb¨®lica orquestada por Pynchon ante la mirada perpleja de sus lectores hay que citar como colof¨®n el antiguo sello del gobierno tibetano que a t¨ªtulo de autoridad reproduce el autor en las guardas de su impetuosa novela: un le¨®n blanco junto a las encrespadas cumbres del Himalaya.
Basilio Baltasar es director de la Fundaci¨®n Santillana
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