Popes de la elegancia milanesa

Mil¨¢n , sol¨ªa decir Gio Ponti (1891-1979), es la cosa m¨¢s italiana de Italia , un lugar en el que "es posible crear el pasado e imaginar el futuro". Y es cierto que tanto el pasado como el futuro juegan un papel fundamental en este centro de la industria y el comercio italiano, en el que convivieron en el siglo pasado los valores de la tradici¨®n cl¨¢sica con el desarrollo de las vanguardias art¨ªsticas y sociales. Esta confluencia de intereses es clave para entender el desarrollo de la arquitectura milanesa de la primera mitad del siglo XX y el origen del dise?o italiano, que se desarrolla hasta alcanzar en la posguerra su esplendor y difusi¨®n a nivel mundial. Les proponemos una ruta por la ciudad de Mil¨¢n en la que descubrir algunos de los escenarios urbanos e interiores que nos permitan entender este desarrollo.

Una buena manera de comenzar este recorrido puede ser entrando en la Galer¨ªa Vittorio Emanuele, junto a la plaza del Duomo; un fant¨¢stico representante de los interiores comerciales decimon¨®nicos, en los que la modernidad se defin¨ªa en los escaparates de dise?o y en la moda de productos y paseantes. Los pasajes comerciales, que el escritor Walter Benjamin describi¨® como "ciudades en miniatura", eran el lugar por excelencia de la ciudad burguesa. Terminada de construir en el a?o 1878, bajo su cubierta acristalada de cerca de 50 metros de altura podemos tomar un caf¨¦ en la boutique de Gucci o visitar la primera tienda de Prada, que abri¨® sus puertas en 1913.

Siguiendo el Corso Vittorio Emanuele encontramos la Torre Snia Viscosa, construida en 1935 por Alessandro Rimini en la plaza de San B¨¢bila. El primer rascacielos milan¨¦s anuncia un excelente complejo de villas y bloques de viviendas construidas en el periodo de entreguerras en torno al Corso Venezia.

En Via Mozart, la Villa Necchi Campiglio, de Piero Portaluppi, es un ejemplo extraordinario de esta arquitectura de la pujante burgues¨ªa lombarda. En esta villa, que es el escenario de la reciente pel¨ªcula de Luca Guadagnino Io sono l'amore, descubrimos la fruct¨ªfera relaci¨®n que se produce entre arquitectura, dise?o de mobiliario y artes decorativas en un interior en el que coexisten con libertad elementos t¨ªpicos del dise?o moderno junto con diversidad de referencias hist¨®ricas. Algunas piezas clave de su interior, como la escalera de m¨¢rmol y madera de caoba, son obras maestras de lo que entonces se consideraba estilo moderno y hoy denominamos art d¨¦co.

El arco de Via Salvini

No lejos de all¨ª, en Corso Venezia, un imponente edificio de oficinas y viviendas caracterizado por un gran arco que une las dos alas del edificio a ambos lados de Via Salvini parece una parodia de la Galer¨ªa Vittorio Emanuele. Se trata de otro elegante ejemplo de la arquitectura de entreguerras, obra del mismo Portaluppi, del a?o 1930. Podemos visitar tambi¨¦n all¨ª cerca la Torre Rasini en Porta Venezia, que nos sirve como presentaci¨®n de la obra del arquitecto y dise?ador milan¨¦s Gio Ponti.

El mismo Ponti jug¨® un papel clave en la celebraci¨®n de la entonces conocida como Mostra d'Arte Decorativa, transferida en el a?o 1933 de Monza a Mil¨¢n y denominada desde entonces Triennale di Milano. El Palazzo dell'Arte, construido por Giovanni Muzio para alojar su celebraci¨®n, es una fant¨¢stica muestra de la relaci¨®n entre el racionalismo y el orden cl¨¢sico de la mejor arquitectura milanesa. Visitamos el contenido de su colecci¨®n en el que una botella de Campari y una sandalia de Salvatore Ferragamo, junto con maquetas de arquitecturas cr¨ªticas y objetos banales, ofrecen una ecl¨¦ctica mirada sobre las m¨²ltiples facetas del omnipresente dise?o italiano. La Torre Branca, dise?ada por Ponti para la Triennale, ofrece fabulosas vistas sobre la ciudad. Merece la pena acercarse tambi¨¦n al cercano Studio Museo Achille Castiglioni, situado en el taller de uno de los m¨¢s famosos dise?adores industriales de la posguerra, que guarda muchos de sus materiales de trabajo que nos permiten acercarnos a su proceso creativo. Achille Castiglioni (1918-2002) utiliz¨® las posibilidades de los nuevos materiales y sistemas de producci¨®n con libertad e iron¨ªa en el dise?o de gran cantidad de objetos, entre los que reconoceremos muchas sillas y luminarias, como, por ejemplo, la l¨¢mpara Arco.

La Torre Pirelli, dise?ada por Ponti en colaboraci¨®n con el ingeniero Pier Luigi Nervi, ha sido hasta el pasado a?o la torre m¨¢s alta de la ciudad. Su planta en forma de diamante hace que su forma prism¨¢tica se perciba de forma cambiante al rodearla. Es el s¨ªmbolo del renacimiento econ¨®mico y el esplendor del dise?o en la posguerra italiana, a la vez que marca un momento de crisis social que recorri¨® toda Europa. Algunos recordar¨¢n esta crisis reflejada en Italia en las tensiones de una familia de la alta burgues¨ªa milanesa en la pel¨ªcula Teorema, de Pasolini.

La revista 'Domus'

Una buena manera de descansar tras este paseo es parando en un quiosco a comprar la revista Domus, fundada por Ponti en 1928 y desde entonces dedicada a las intersecciones entre dise?o, arte y arquitectura en la vivienda moderna. Se trata, quiz¨¢, de la mejor gu¨ªa para nuestro recorrido por la ciudad. Tal y como nos cuenta la hija del dise?ador, Lisa Ponti, la revista surgi¨® como una embajadora que permit¨ªa visitar lugares lejanos cuando viajar no estaba a la orden del d¨ªa: "Las revistas viajaban a donde la gente no viajaba". Ojear el ¨²ltimo n¨²mero de la revista tomando un aperitivo al final de la tarde puede ser una buena forma de terminar este recorrido. Quien quiera hacerlo sin dejar de disfrutar del dise?o milan¨¦s, puede acercarse al n¨²mero 10 de Corso Como, una de las calles de moda de la ciudad, donde en torno a un patio coexisten una galer¨ªa de arte, una tienda de dise?o, un peque?o hotel y un bar que sirve estupendos c¨®cteles.