El derbi fue calcado al cl¨¢sico

No hubo cl¨¢sico ni tampoco derbi. No hay bravura que valga, ni en el Madrid ni en el Espanyol, para combatir la delicadeza del Barcelona, desde hace un tiempo en estado de gracia, excelente en las citas m¨¢s exigentes, protagonista de unos n¨²meros de r¨¦cord en la Liga. Los carteles del partido anunciaban que Cornell¨¤-El Prat ser¨ªa la Galia para el imparable equipo de Guardiola. No hab¨ªa dudas sobre el car¨¢cter irreductible de los muchachos de Pochettino. Hasta que comenz¨® el partido y los azulgrana tomaron la pelota para cantar dos goles en menos de media hora; los dos tan vertiginosos que desquiciaron al Espanyol, tumbado en el suelo, impotente y de u?as con el ¨¢rbitro, que nada irregular apreci¨® en el sereno despliegue del Bar?a protagonizado por el excelso Pedro.

A veces no se sabe muy bien si el canario es un extremo, un volante o un ariete

El equipo blanquiazul no perdi¨® por su culpa, sino por la de un rival exuberante

A veces no se sabe muy bien si Pedro es un extremo, un volante o un ariete. Y hay serias dudas incluso sobre si es zurdo o diestro. Aparentemente, es un futbolista de tantos, sobre todo cuando forma con el equipo titular, y en la calle es el hijo de un trabajador canario que pone gasolina. La formalidad de Pedro se acaba en cuanto se pone el bal¨®n en juego y expresa un cat¨¢logo de recursos futbolisticos digno de un fuera de serie porque es tan capaz de tirar el desmarque como de rematar a gol, quitarle el cuero al contrario o darle salida al bal¨®n por los dos lados. Ayer tuvo una actuaci¨®n prodigiosa en el campo del Espanyol.

Excelente en la lectura del juego, Pedro se apoy¨® en Messi para profundizar y meter el 0-1 despu¨¦s de arrancar como falso nueve. Un cuarto de hora despu¨¦s, jug¨® como el mejor 10 del campeonato para dibujar la jugada del 0-2. Y a la hora aprovech¨® un rechace de Kameni para dejar la pelota en la red. Tres versiones distintas del mismo Pedro, tan luminoso en el ataque como perseverante en la defensa, el mejor de un equipo muy sincronizado y armonioso. Delantero indetectable, Pedro fue ayer un artista.

La impecable actuaci¨®n barcelonista invitaba a los blanquiazules a tomar la puerta de salida. Ocurre que el Espanyol de Osvaldo jam¨¢s se rinde, y menos frente al Bar?a. Los blanquiazules exigieron de vez en cuando a Vald¨¦s, muy fiable, y acabaron por ponerse en el partido con un gol del delantero argentino. Los chicos de Pochettino son muy duros de pelar. El Espanyol es un equipo trabajado t¨¢cticamente y tiene una gran calidad f¨ªsica. Hab¨ªa resuelto con victoria los siete encuentros disputados en su feudo y solo hab¨ªa tomado dos goles.

No perdi¨® ayer el Espanyol por su culpa, sino por la del Barcelona, exuberante de principio a fin, incontestable cuando act¨²a con su equipo titular. Los azulgrana tuvieron la mejor respuesta a los distintos momentos del partido, incluso despu¨¦s del 3-1, porque entonces replic¨® con el tanto de rigor de Villa despu¨¦s de una asistencia preciosa de Messi. La Pulga ha aprendido a intepretar sus sensaciones y ayer supo que no era su d¨ªa como goleador. Infalible en las situaciones m¨¢s complicadas, Messi no supo resolver ayer la m¨¢s sencilla de las jugadas, como es la de meter un gol sin portero. Asistido por Alves, puso mal el cuerpo y la pelota golpeada por su pie derecho sali¨® por encima del larguero de Kameni. As¨ª las cosas, negado de cara a la porter¨ªa, el argentino ejerci¨® como pasador y centro del juego ofensivo de su equipo.

La maniobra de Messi rematada por Villa, el cuarto gol del Barcelona, fue tan disuasoria que la hinchada blanquiazul comenz¨® a desfilar. Hab¨ªa cedido la puerta de Cornell¨¤-El Prat y el Bar?a jugaba como en el patio de recreo. Al final, al Espanyol le cayeron tantos goles como al Madrid, cinco, el d¨ªgito preferido del Barcelona, porque Villa repiti¨® poco antes de acabar el partido. No se recuerda una goleada parecida del Bar?a en el campo del Espanyol ni tampoco una exhibici¨®n tan rotunda. Muy finos en su juego, la velocidad con la que ejecutan el f¨²tbol nunca pudo ser contrarrestada por la presi¨®n blanquiazul, incapaz de encontrar el cuerpo a cuerpo que tanto les interesaba. El defensa siempre llega un segundo tarde, concede un metro de m¨¢s, cuando el delantero act¨²a con celeridad. No hab¨ªa manera anoche de detener a Villa, a Messi, a Pedro... Reconocibles en casa y fuera, los barcelonistas saben adem¨¢s corregirse en cada partido para optimizar sus prestaciones. Ayer, por ejemplo, cuando el partido todav¨ªa estaba vivo, evitaron el acoso del Espanyol con el saque largo de Vald¨¦s, de manera que los blanquiazules nunca dispusieron de ataques cortos para alcanzar el marco de V¨ªctor Vald¨¦s.

El derbi acab¨® como el cl¨¢sico despu¨¦s de un nuevo mon¨®logo del Bar?a, excelente en el juego en corto y en largo, al pie y al espacio, imperial toda la noche.