Sondeos
Nunca como ahora un sondeo demosc¨®pico hab¨ªa estado tan amortizado antes de darse a conocer oficialmente. El Bar¨®metro del IESA que esta semana se publicar¨¢ llega cuando ya se ha librado un intenso debate sobre sus supuestos resultados en donde se dibuja un negro panorama para los socialistas y, por el contrario, un excelente escenario para los populares que se situar¨ªan as¨ª al borde de la mayor¨ªa absoluta en Andaluc¨ªa, que ya es decir. A estas alturas, parece que ya da todo igual si se tiene en cuenta c¨®mo algunos han establecido su discurso en base a unas expectativas m¨¢s o menos ciertas. Al margen del contenido de la encuesta, lo cierto es que en el PP se las prometen felices, con un Javier Arenas sacando a pasear a su gobierno a la sombra o desvelando por en¨¦sima vez sus primeras medidas que adoptar¨ªa y tratando de endosar el voto del miedo al PSOE. Se nos presenta as¨ª como el virtual ganador de las elecciones, a las mismas puertas ya de San Telmo, ofreciendo el rostro m¨¢s amable posible mientras los socialistas se enredan en su lucha contra la crisis econ¨®mica que nos atenaza.
Es decir, el campo ya est¨¢ lo suficientemente regado o embarrado, seg¨²n se mire, de tal modo, que unas tablas demosc¨®picas no van a cambiar la situaci¨®n a no ser que a los socialistas se sumen en la depresi¨®n y el derrotismo, que todo es posible. Pero, en principio, qued¨¦monos con lo que se puede considerar como marca de la casa. Es la t¨¢ctica de meter toda la presi¨®n posible sobre los responsables t¨¦cnicos de esa encuesta. A pesar de los datos favorables para ellos, han sido puestos en duda. Se les acusa de manipularlos, suavizando esa derrota que se perfila de los socialistas. A poco que se descuiden, seguro que afrontan querellas y demandas por doquier, pr¨¢ctica a la que son tan aficionados.
La clave ser¨¢ no ya lo que se determine de unas encuestas desveladas, si no contemplar la reacci¨®n del PSOE y el Gobierno andaluz, en plena traves¨ªa del desierto. Y es aqu¨ª en donde surgen algunas novedades. La principal, que en el puente de mando parece que se han despejado las dudas existentes entre Gri?¨¢n y Chaves. Han cerrado un entendimiento del que dejan fuera a otros actores muy activos ¨²ltimamente contra la nueva realidad aqu¨ª existente pero a los que no se les puede echar la culpa de todo lo que pasa. Si por arriba, por tanto, se arreglan s¨®lo falta establecer el revulsivo necesario en la propia acci¨®n de Gobierno. El camino est¨¢ marcado s¨®lo es cuesti¨®n de capacidad y de voluntad pol¨ªtica as¨ª como de la imprescindible cohesi¨®n interna. A pesar de los tiempos dif¨ªciles que corren, se demandan ciertas dosis de audacia y sin dejar atr¨¢s el necesario consenso social. Con eso ser¨ªa m¨¢s que suficiente para que contemplaran el futuro con m¨¢s optimismo del que se desprenden de esos sondeos.
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