Feliz lo que sea
Leo Bassi anunciaba en el Teatro Flumen de Valencia que se sent¨ªa frustrado y triste, y que por tanto su gran aportaci¨®n a la Navidad 2010 va a consistir en un pesebre rodeado de soldados, helic¨®pteros, blindados, check-points, viviendas de ocupaci¨®n... y partido por un muro. A la vista de quien quiera asomarse por La Tabacalera de Lavapi¨¦s o en la p¨¢gina web, se representa la protesta de los pastores por la destrucci¨®n de los hogares palestinos, los habitantes de Bel¨¦n enfrent¨¢ndose a colonos que machacan sus olivares, la construcci¨®n de asentamientos ilegales, los obst¨¢culos y controles que dificultan la llegada de los Reyes...
Es la forma que tiene el gran buf¨®n de celebrar estas fiestas entra?ables, partiendo de que el denso y divertido mon¨®logo representado que es Utop¨ªa supura escepticismo respecto a nuestro calendario. ?Por qu¨¦ estamos en el a?o 2010 y no en el 74.000 contando desde las primeras pinturas rupestres conocidas, hito espiritual de la Humanidad mucho m¨¢s significativo para el payaso? ?Qu¨¦ apuestas (advert¨ªa) a que de aqu¨ª a nada, cuando China sea la primera potencia, los almanaques nos situar¨¢n en el 5.000 y pico...?
El fin de a?o huele a compras, canta Silvio Rodr¨ªguez, y la llegada de la Navidad trae aparejada sin remedio la aparici¨®n de la anti-Navidad, m¨¢s o menos radical, o t¨ªmida, o matizada, o barnizada... Por eso ha sido esta una semana de variopintas felicitaciones m¨¢s o menos vergonzantes o deconstruidas. Las amistades cl¨¢sicas te mandan la foto de los nietos vestidos de pastorcillos, los sindicatos remiten poemas de Miguel Hern¨¢ndez neg¨¢ndose a renunciar a los sue?os, y las feministas prefieren una postal en que la Virgen reci¨¦n parida grita la buena nueva desde el portal: ?Es una ni?a! Tambi¨¦n circula desde hace a?os una curiosa especulaci¨®n sobre la verdadera identidad de Jes¨²s, desvelando pistas que indican que pudo ser negro, italiano, californiano, irland¨¦s... o mujer. Esta ¨²ltima hip¨®tesis viene avalada porque: tuvo que improvisar una comida para la multitud que lleg¨® sin avisar; intent¨® hacer llegar su mensaje a un pu?ado de hombres que "no lo pillaron"; e incluso despu¨¦s de morir necesit¨® levantarse ya que quedaba mucho trabajo por hacer.
Entre ¨¢rboles powerpoint, frases geniales de Les Luthiers, brindis, buenos deseos y la "feliz falsedad" que nos desean desde la facci¨®n laica, atea y librepensadora, me quedo con el ¨²ltimo milagro m¨²ltiple presenciado: el de que Leo Bassi haya podido actuar, por fin, en Valencia, que lo haya hecho en un teatro parroquial, y que este teatro acabe de abrir sus puertas.
En fin, feliz lo que sea. Pero que lo que sea, sea feliz. Y que podamos seguir coincidiendo aqu¨ª algunos viernes del a?o que entra, le llamen como le llamen.
PD. Deprime comprobar que, en el siglo 740, los anuncios de juguetes siguen siendo mayoritariamente cutres y sexistas. Por favor, no compren a quien se publicita de tan zafia manera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.