Marta se meti¨® a 'fisio'

A partir de mayo de 2010, la Guardia Civil inicia "un marcaje brutal". Su objetivo, Marta Dom¨ªnguez, se mueve por Palencia, fundamentalmente, sin saber que est¨¢ siendo sometida a "un seguimiento y una labor detectivesca impresionantes", seg¨²n quienes han podido ver el resumen de sus pasos de acuerdo con la versi¨®n de los gendarmes. Un d¨ªa, estos sorprenden a la atleta entrando con sus propias llaves en la cl¨ªnica del fisioterapeuta Manuel Corral Gonz¨¢lez, en Palencia, y acompa?ada de Eduardo, su liebre, que dicen los atletas. Sus sombras preparan la c¨¢mara de fotograf¨ªas. Creen estar ante un momento clave.

"Y por eso", dicen fuentes cercanas al fisioterapeuta, que declar¨® ante la juez el mi¨¦rcoles; "Manuel est¨¢ en el sumario de Galgo. Por eso, por un ¨²nico hecho, punible m¨¢s bien a nivel profesional por el Colegio de Fisioterapeutas, est¨¢ metido en todo esto".

La atleta habr¨ªa usado una mezcla de lidoca¨ªna y adrenalina que no est¨¢ prohibida

Esta es la historia de Corral, seg¨²n su gente. Fisio de confianza de Dom¨ªnguez, a la que trata entre dos y tres horas por semana, el palentino se ocupa de una lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles de la campeona mundial de los 3.000 obst¨¢culos. Suya es la recomendaci¨®n de comprar Scandinibsa, un anest¨¦sico para el que se necesita receta, que mezcla lidoca¨ªna y adrenalina y que no est¨¢ en lista de productos prohibidos. Suya es la idea de comprar una crema que aplicar sobre la lesi¨®n. Y suyas son el pu?ado de fotograf¨ªas, unas seis, que tiene la Guardia Civil de un hombre tirando los envases de esos productos a los cubos de basura que hay a la puerta de su cl¨ªnica.

Cuando los miembros del dispositivo de vigilancia se acercan a recoger las pruebas, leen "ampollas" en las cajas, leen "inyectables" en el prospecto, y archivan los cartones como prueba. "Pero", difieren fuentes cercanas a los imputados; "en realidad ese producto se aplica a trav¨¦s de la gasa, la jeringuilla solo se usa para mezclarlo con la crema...no hay inyecci¨®n". Lo frecuente, y ah¨ª est¨¢ lo peliagudo del caso para el fisio, desde el punto de vista de sus compa?eros de profesi¨®n, es que normalmente se aplique a trav¨¦s de una inyecci¨®n subcut¨¢nea, un mil¨ªmetro por debajo del tejido, justo en el punto a tratar. Los fisioterapeutas, en principio, no pueden poner inyecciones.

Marta aprende todo eso. La mezcla de productos. D¨®nde hay que colocar los electrodos. En qu¨¦ armario se encuentran las gasas. Que la secuencia que da nombre al tratamiento es 5-3-5 (cinco d¨ªas de tratamiento, tres de reposo y cinco m¨¢s de tratamiento). Un d¨ªa, Eduardo, su liebre, sufre los mismos dolores que ella. Corral se marcha a Madrid para asistir a un curso... y Dom¨ªnguez, con las llaves que le han prestado, entra en su cl¨ªnica para tratar ella misma a su amigo.

"Queda", cuentan que dijo Mercedes P¨¦rez, la juez de la Operaci¨®n Galgo; "un episodio por aclarar: ?Qui¨¦n compr¨® esas medicinas?". "No fue Marta", le contestaron, "aunque s¨ª que las llev¨® ella a la cl¨ªnica". Su liebre, que acudi¨® en calidad de testigo, aport¨® las facturas y comprobantes de las compras, que se incorporaron al sumario, igual que la factura emitida por la federaci¨®n de atletismo haci¨¦ndose cargo del tratamiento a Marta, "muy agresivo, solo para profesionales que necesitan recuperarse cuanto antes".

Todo eso bull¨ªa en la cabeza de Corral, que acompa?¨® a Dom¨ªnguez hasta los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn 2008, cuando el mi¨¦rcoles esperaba para comparecer ante la juez: c¨®mo explicar qu¨¦ hac¨ªa Dom¨ªnguez en su cl¨ªnica y en su ausencia.