La ley proh¨ªbe fumar tambi¨¦n en el portal y el pasillo de los edificios
Sanidad afirma que el tabaquismo cuesta 8.781 millones a los empresarios - El ministerio calcula que la norma ahorrar¨¢ 90 millones al a?o a los hosteleros
La ley sobre el tabaco que va a entrar en vigor el 2 de enero ha incluido un punto que ha pasado casi inadvertido, pero que es una vuelta de tuerca m¨¢s sobre la legislaci¨®n anterior. Se trata de que la prohibici¨®n de fumar no se restringe a todos los espacios p¨²blicos cerrados. En el apartado X del art¨ªculo 7, que es el que establece d¨®nde est¨¢ prohibido fumar, se incorpora una novedad: despu¨¦s de enumerar todas las posibilidades (bares, restaurantes, espacios educativos, sanitarios, paradas de autob¨²s, estaciones, aeropuertos... etc¨¦tera), se a?ade que la restricci¨®n es de aplicaci¨®n "en todos los dem¨¢s espacios cerrados de uso p¨²blico o colectivo".
Es la ¨²ltima palabra de esta formulaci¨®n la que a?ade a las prohibiciones unos espacios que hasta ahora no se encontraban incluidos. Seg¨²n un documento interno del Ministerio de Sanidad para explicar la nueva normativa, en un apartado de preguntas m¨¢s frecuentes, esta definici¨®n incluye "los pasillos, escaleras y portales de comunidades de vecinos".
Todos los espacios colectivos cerrados deber¨¢n quedar libres de humo
Con menos consumo habr¨¢ menos absentismo, seg¨²n Sanidad
Tambi¨¦n se refiere a todas las zonas cerradas de las comunidades de vecinos (zonas de juegos, zonas comunes, piscinas, clubes sociales) salvo que sean "espacios al aire libre y que no est¨¦n acotadas como zonas infantiles". Es decir, los vecinos no se podr¨¢n poner de acuerdo para que una sala de reuniones o que utilicen para otras actividades sea para fumadores. Tampoco podr¨¢n encenderse pitillos en el portal o en la escalera com¨²n. En los ascensores ya estaba prohibido.
En este documento, al que ha tenido acceso EL PA?S y que podr¨ªa considerarse un argumentario, tambi¨¦n se explican los beneficios econ¨®micos para el Estado y las empresas de las prohibiciones de fumar.
En estas cuentas -que no se sabe c¨®mo se han hecho, pero que se refieren a trabajos varios publicados por personas ajenas al ministerio-, se cifra el perjuicio del tabaquismo en las industrias en 8.781 millones de euros cada a?o, lo que quiere decir que "cada trabajador que fuma en Espa?a cuesta a su empresa unos 1.700 euros al a?o", con datos de 2008.
Esta cifra se debe a tres aspectos: "Costes sanitarios directos atribuibles a la patolog¨ªa asociada a la exposici¨®n al humo ambiental de tabaco", descenso de la productividad por el tiempo empleado en "los descansos para fumar" y el "absentismo laboral por patolog¨ªa asociada a la exposici¨®n al humo ambiental de tabaco" y los "costes de limpieza y mantenimiento de los edificios (lugares de trabajo)".
En respuesta a las cr¨ªticas de los hosteleros, que insisten en que la ley supondr¨¢ unas perdidas del 10% de su facturaci¨®n y de 70.000 puestos de trabajo, el Ministerio de Sanidad insiste en que "numerosos estudios realizados en pa¨ªses donde las leyes de control del tabaquismo entraron en vigor antes que en Espa?a han demostrado que estas no han tenido efectos negativos sobre el sector hostelero y en alg¨²n caso el efecto ha sido positivo". Y el documento va m¨¢s all¨¢, y calcula que este sector sufre a¨²n m¨¢s los efectos del tabaquismo, "ya que al coste que genera el consumo de tabaco de los trabajadores, hay que sumarle el derivado del consumo de tabaco de los clientes".
Eso quiere decir que en 2008 "el coste econ¨®mico del tabaquismo en el sector hostelero, ascendi¨® a 447,2 millones de euros". Esta cifra se obtiene de la suma de tres partidas: 10,7 millones por el "absentismo laboral por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco"; 319 millones por la "p¨¦rdida de productividad por el consumo de tabaco en el lugar de trabajo", y otros 117,4 millones de "costes adicionales de limpieza, mantenimiento y conservaci¨®n de instalaciones".
L¨®gicamente, que no se fume un a?o no quere decir que todos estos costes se vayan a suprimir de golpe (los trabajadores seguir¨¢n enfermando si fuman, sea en casa o en horas de trabajo fuera de las instalaciones), pero Sanidad aventura que ya en el primer a?o "la aplicaci¨®n de la ley, supondr¨¢ al sector hostelero, un ahorro de 90 millones de euros por los costes totales del tabaquismo (por la v¨ªa de los costes evitados)".
El informe tambi¨¦n recoge que el coste de las cinco enfermedades m¨¢s frecuentes asociadas al tabaquismo (enfermedad coronaria, enfermoedad pulmonar obstructiva cr¨®nica, asma, c¨¢ncer de pulm¨®n y enfermedad cerebrovascular) asciende a 7.695 millones de euros anuales.
No se hace menci¨®n a lo que se recauda en impuestos especiales (7.718 millones en 2009) o en IVA (1.728,4 millones el a?o pasado), pero est¨¢ claro que si se suman los costes a las empresas y al Estado, el balance es negativo, sin contar el ahorro en vidas. Cada a?o, m¨¢s de 50.000 personas mueren por el tabaco, de las que "una cuarta parte (26,5%) son muertes prematuras, ocurridas antes de los 65 a?os".
Por eso una de las grandes ventajas de la futura ley es que se espera que el descenso del tabaquismo sea de entre el 3% y el 4%. En cambio, Sanidad admite que con una ley de prohibiciones parciales, como la actual, este descenso dif¨ªcilmente podr¨ªa pasar del 2%.
La inestimable colaboraci¨®n de la crisis
Los datos son tozudos. A pesar de la ley de 2005 (que entr¨® en vigor el 1 de enero de 2006), el tabaquismo, entendido como n¨²mero de personas que fuman diariamente, no ha descendido en Espa?a, y est¨¢ alrededor del 30% de los adultos. Lo dicen la Encuesta Nacional de Salud, la Europea de Salud y la de Consumo Domiciliario de Drogas. De hecho, si se va al dato puro y duro, las tres muestran un ligero aumento, que expertos del Comit¨¦ Nacional de Prevenci¨®n del Tabaquismo descartan porque est¨¢ dentro del margen de error de los trabajos.
Pero estas encuestas no preguntan cu¨¢nto se fuma -entre otras cosas porque, al contrario que con el alcohol, no se admite que haya un consumo inocuo del tabaco-, y es posible que ah¨ª s¨ª haya habido m¨¢s efecto. O, por lo menos eso parece si se toma la cifra de ventas de cigarrillos.
Los ¨²ltimos n¨²meros que da el Comisionado para el Mercado de Tabacos, correspondientes a noviembre, muestran que la entrada en vigor de la ley tuvo un primer efecto del descenso de las ventas del 3% el primer a?o, y que luego esta cifra se estabiliz¨®.
Pero entonces lleg¨® la crisis para ayudar a los agentes sanitarios, y en 2009 las ventas bajaron un 9,5% y en 2010 lo han hecho un 10%. Esto arroja un balance desde 2005 (¨²ltimo a?o antes de la ley) hasta 2010 de un descenso acumulado de casi el 22%. Lo que quiere decir que si los fumadores son los mismos, cada uno consume menos. Aunque este an¨¢lisis, que habr¨¢ que confirmar con otros estudios, es demasiado simplista, porque en la venta de cigarrillos interviene otro factor: lo que compran los turistas (o personas que viven al otro lado de la frontera y compran tabaco en Espa?a porque es m¨¢s barato).
El documento del Ministerio de Sanidad lo recoge cuando dice en su an¨¢lisis que "se observa que las regiones lim¨ªtrofes con Francia y en menor medida con Portugal mantienen un gran incremento de las ventas hasta 2005", lo que "parece sugerir una mayor adquisici¨®n de tabaco por los ciudadanos de los pa¨ªses vecinos". A partir de esa fecha el descenso es generalizado.
La bajada en el ¨²ltimo a?o no se ha visto compensada por un mayor consumo en el tabaco de liar, que ha bajado algo (un 2,8%). En cambio, la venta de puros ha subido mucho (un 29,6%), y el de tabaco para pipa a¨²n m¨¢s (el 77%), por lo que no se pueden extraer conclusiones sobre si ha habido un trasvase.
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