Otra excepci¨®n holandesa
La ley prohibi¨® fumar en todos los bares, pero escaparon los que no tienen personal contratado - Los 'coffeeshop' recurren a inhaladores de marihuana
La Comisi¨®n Europea tiene como objetivo que en 2012 los no fumadores no se vean obligados en ninguna circunstancia a inhalar el humo de los fumadores. Es solo un deseo, porque, igual que las dem¨¢s pol¨ªticas sanitarias, no tiene capacidad para imponerlo. Y parece que va a ser un anhelo frustrado, dada la diversidad de legislaciones que existen. Seg¨²n Smokefree Initiative, el objetivo solo est¨¢ cumplido al 100% en cuatro pa¨ªses. Espa?a ser¨¢ el quinto. En el resto, hay normas para todos los gustos.
Lo que nadie se esperaba es que uno de los retrocesos viniera de Holanda. El pa¨ªs siempre ha estado a la vanguardia de la UE. Pionera en temas tan pol¨¦micos como regular la eutanasia o permitir las bodas homosexuales (donde solo Espa?a se le adelant¨®), nadie pensaba que en el combate contra el tabaco se iba a quedar atr¨¢s.
Los bares peque?os crearon un fondo com¨²n para pagar las multas
El Gobierno dio un plazo a los locales para que se adaptaran
De hecho, la ley antitabaco entr¨® en vigor en Holanda en enero de 2004. Era parecida a la que se aprob¨® un a?o despu¨¦s en Espa?a, y se concedi¨® un plazo al sector hostelero para que mejorara la ventilaci¨®n de bares y caf¨¦s. Esa especie de tregua deb¨ªa servir, adem¨¢s, para habilitar espacios dedicados a los fumadores.
A partir de junio de 2008, la norma fue ya de aplicaci¨®n general, y alcanz¨® a discotecas, restaurantes y centros culturales. Las excepciones, sin embargo, no se hicieron esperar. Los due?os de locales peque?os y sin camareros adujeron que acabar¨ªan en la bancarrota, y acabaron ganando la batalla al legislador.
Los abanderados del rechazo fueron cuatro caf¨¦s. En un gesto simult¨¢neo, aunque no premeditado, sus propietarios acudieron a los tribunales aprovechando una laguna legal. La norma antitabaco no incluye en sus apartados de forma expl¨ªcita a los locales sin personal -una f¨®rmula que la ley que va a entrar en vigor en Espa?a recoge solo para los clubes de fumadores-. Son lugares donde toda la clientela fuma y nadie es fumador pasivo a su pesar.
Al principio, las autoridades sanitarias no lo aceptaron. Su pretensi¨®n era proteger la salud de los trabajadores y a los no fumadores, y todos los bares rebeldes fueron sancionados. El que permit¨ªa humos en su interior, era multado. El primer aviso costaba 300 euros. La reincidencia duplicaba dicho importe. El Gobierno no quer¨ªa distingos, e hizo asimismo o¨ªdos sordos al movimiento Salvemos al Peque?o Empresario. Apoyado por unos 5.000 propietarios, el mismo lleg¨® a crear un fondo para pagar las multas del sector.
Entretanto, la demanda de los cuatro empresarios cubri¨® su trayecto legal, y los jueces fallaron en su favor. Entonces el clamor fue general. En total, debieron levantarse 280 sanciones. Es m¨¢s, si el local no superaba los 70 metros cuadrados y carec¨ªa de personal, pod¨ªa permitirse fumar de nuevo dentro. Unos 2.000 bares de barrio pudieron acogerse a la enmienda, despu¨¦s de haber sido oficialmente se?alados por desobediencia civil. A¨²n en pleno revuelo, Sanidad dio un r¨¢pido giro y asegur¨® que la adecuaci¨®n de la ley antitabaco "mejoraba la oferta al consumidor". Es decir, el antiguo infractor pasar¨ªa a ser un local donde se informar¨ªa mejor al cliente sobre la posibilidad, o no, de fumar.
La nueva coalici¨®n de centro derecha, formada por liberales y democristianos, tiene previsto mantener la excepci¨®n de los establecimientos peque?os. Especialmente ahora, que la crisis financiera crea inseguridad laboral en todos los sectores. De todos modos, la organizaci¨®n Aire Puro para Holanda, apoyada por varias asociaciones m¨¦dicas nacionales, est¨¢ en contra de los cambios. En esencia, desear¨ªa mantener la prohibici¨®n en todos los bares.
La ley holandesa alcanz¨® tambi¨¦n a los famosos coffeeshops, donde se puede consumir legalmente hach¨ªs. Como muchos de sus clientes mezclan la droga con tabaco, las autoridades exigieron la inclusi¨®n de zonas reservadas para que "no se mezclaran los dos tipos de humo". Dado lo caro que eran dichas obras en un espacio ya de por s¨ª reducido, se busc¨® una soluci¨®n ingeniosa: vaporizadores de marihuana. A unos 400 euros la pieza, son en realidad inhaladores que calientan en su parte inferior la hierba. El humo desprendido es almacenado luego en una bolsa dotada de un orificio de salida. Por ah¨ª se aspira la droga. La f¨®rmula dio lugar a todo tipo de comentarios, dentro y fuera del pa¨ªs, y a escenas ins¨®litas. Y es que fumar hach¨ªs (hasta 5 gramos por persona) sin problemas dentro del coffeeshop puede resultar chocante. Pero ver a los clientes manejando unas bolsas llenas de vapores supera casi al legislador m¨¢s imaginativo.
Una ley por pa¨ªs
La UE camina con paso vacilante hacia la prohibici¨®n de fumar en los espacios p¨²blicos. Hay leyes de todo tipo. Hasta ahora, solo cuatro pa¨ªses (Irlanda, Reino Unido, Finlandia y Grecia) han llegado tan lejos como va a hacer Espa?a, con una prohibici¨®n total en los sitios cerrados compartidos. Por ejemplo:
- Irlanda. Fue el pa¨ªs pionero del mundo en prohibir fumar en todos los espacios cerrados (la ley es del 29 de marzo de 2004).
- Grecia. El pa¨ªs de la UE con mayor tasa de fumadores (lo es el 42% de la poblaci¨®n, seg¨²n el Eurobar¨®metro de mayo de este a?o; Espa?a figura quinta, con el 35%) tiene desde septiembre de este a?o una ley como la espa?ola, con la diferencia en que se permiten cub¨ªculos en los aeropuertos.
- Austria. Los trabajadores pueden decidir por unanimidad que se fuma en el puesto de trabajo, aunque no en los lugares oficiales, pero s¨ª en las empresas privadas.
- B¨¦lgica. La ley que preve¨ªa una prohibici¨®n general de fumar en los espacios p¨²blicos acab¨® incorporando en enero de este a?o la excepci¨®n de aquellos bares en los que no se sirven comidas.
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