Presidente bis
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se ha inventado un misterio al cambiar su Gobierno y colocar a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba al tim¨®n de un barco que zozobra. En plena decadencia, el presidente ha dejado flotando un enigma en la etapa final de su segundo mandato: ?Seguir¨¢? ?Le suceder¨¢ Rubalcaba?
Zapatero, seg¨²n unos, ha decidido protegerse de la tormenta perfecta en su fortaleza de La Moncloa mientras ha encargado a Rubalcaba dar la cara y tapar con sus manos habladoras las heridas abiertas por la crisis. El jefe del Ejecutivo regresar¨¢ al primer plano cuando escampe.
El presidente, seg¨²n otros, se retira, no volver¨¢ a presentarse a unas elecciones porque ha perdido el cr¨¦dito y ha resuelto con el cambio de Gobierno la carrera sucesoria, dejando al mando a Rubalcaba (Solares, 1951), el ministro m¨¢s valorado.
En un partido envuelto en las tinieblas del pesimismo, solo se vislumbra su alternativa, porque es el mejor valorado y gracias a que desde hace 17 a?os ocupa el segundo plano m¨¢s iluminado de la pol¨ªtica espa?ola.
Fue Rubalcaba la cara del ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez (1993-1996). Cada viernes aplicaba el bistur¨ª de las palabras a la ruina del Ejecutivo. Fue elegido secretario de comunicaci¨®n del PSOE en el congreso de su partido en 1997 para la traves¨ªa del desierto en la oposici¨®n. Fue el mensaje del PSOE en las horas previas al vuelco electoral del 14 de marzo de 2004. Muchos recuerdan todav¨ªa aquella comparecencia suya en plena jornada de reflexi¨®n para proclamar con la solemnidad de los trances hist¨®ricos: "Los ciudadanos espa?oles se merecen un Gobierno que no les mienta, un Gobierno que les diga siempre la verdad". Un mensaje directo en seis segundos y 19 palabras, letal como un disparo al coraz¨®n del PP. Y fue, tras la victoria inesperada del 14-M, el portavoz que cuidaba en el Congreso de los primeros pasos del ne¨®fito presidente Zapatero.
Rubalcaba siempre ha llevado la voz cantante y ahora, como vicepresidente primero, lleva adem¨¢s el mando.
Es doctor en Ciencias Qu¨ªmicas experto en mecanismos de reacci¨®n. En su etapa universitaria fue adem¨¢s un velocista notable (10,90 segundos en los 100 metros lisos). La mezcla de la qu¨ªmica y la velocidad se vuelve explosiva en su cabeza, capaz de analizar en menos tiempo del que tardaba en correr 100 metros las contraindicaciones, efectos secundarios, ventajas, inconvenientes y consecuencias de cualquier decisi¨®n.
Es un concienzudo estratega y un consumado perdedor de primarias. Apoy¨® a Jos¨¦ Bono contra Zapatero; y a Trinidad Jim¨¦nez contra Tom¨¢s G¨®mez. Su gran m¨¦rito radica en que estas decepciones nunca supusieron un retroceso en su carrera pol¨ªtica. "Ha llegado a lo m¨¢s alto desde su competencia no desde su ambici¨®n", cuentan los que le conocen.
Le apasiona el atletismo y le gusta el f¨²tbol. Ser¨¢ madridista siempre, aunque desde hace varias temporadas es un madridista resignado a ver las humillantes derrotas de su equipo con el Barcelona en compa?¨ªa de su jefe Zapatero, con el que adem¨¢s comparte otros momentos delicados de la acci¨®n de Gobierno.
Aunque el PP le sit¨²a en el infierno, como t¨¢ctico de la maldad y encubridor de terroristas, no tuvo nada que ver en la guerra sucia de los GAL contra ETA porque no estaba en el Gobierno cuando sucedieron aquellos secuestros y asesinatos pagados con dinero del Estado (1983 a 1987). Seis a?os despu¨¦s, respondi¨® sobre esos hechos con evasivas desde la silla de portavoz. "Eso le hace c¨®mplice de los cr¨ªmenes de Estado", se?alan desde el PP.
Ahora que roza con los dedos el fin de la pesadilla criminal que envenena los ¨²ltimos 30 a?os de historia en Espa?a, el PP le atiza cada semana a cuenta de un oscuro suceso que permiti¨® al aparato de extorsi¨®n de ETA conocer con antelaci¨®n una operaci¨®n policial en marcha. El chivatazo del bar Fais¨¢n, ocurrido el 4 de mayo de 2006, apenas tres semanas despu¨¦s de que Rubalcaba llegara al Ministerio del Interior (11 de abril), le persigue por el Congreso, donde diputados populares le insultan/preguntan por el esc¨¢ndalo cada mi¨¦rcoles. Unas semanas despu¨¦s del soplo, todav¨ªa an¨®nimo, el aparato que recaudaba el impuesto revolucionario para ETA fue detenido y encarcelado, pero a Rubalcaba no le sirve como excusa para enterrar la sospecha.
Experto en reacciones elementales o complejas y ha estado en todas las salsas picantes y peligrosas de la pol¨ªtica espa?ola en los ¨²ltimos tiempos.
Ahora que ETA parece agonizar como nunca, Rubalcaba, el pol¨ªtico capaz de analizar en segundos las consecuencias de sus actos, anda con pies de plomo, desconfiado por la experiencia de tantas esperanzas frustradas en pasadas treguas. Si pudiera, meter¨ªa el problema de c¨®mo abordar el fin del terrorismo en un laboratorio herm¨¦ticamente cerrado a las luces del debate p¨²blico y buscar¨ªa la f¨®rmula magistral para evitar nuevas decepciones.
Hoy le quita el sue?o, si es que duerme, la prima de riesgo de la deuda espa?ola, el d¨¦ficit p¨²blico y las cifras mensuales del paro. Incluso antes de ser vicepresidente, era el ministro m¨¢s empe?ado en ayudar a Elena Salgado en el dif¨ªcil trago de la gesti¨®n de la crisis y de la explicaci¨®n de las medidas para combatirla. Ha llegado a lo m¨¢s alto en el peor momento.
?Y en estas circunstancias, suceder¨¢ Rubalcaba a Zapatero?
Aqu¨ª van algunas respuestas de los interesados, todos ellos dirigentes socialistas que para hablar de la carrera por el liderazgo prefieren el anonimato.
"Los abuelos no suceden a los nietos", contestan algunos j¨®venes, aunque no tanto, que se consideran preparados para ambicionar los alrededores de ese puesto y el cargo mismo.
"El zapaterismo no quiere a Rubalcaba, pero el grupo PRISA [editor de EL PA?S] est¨¢ con el vicepresidente", resumen otros, que se sit¨²an en tierra de nadie y juegan a las quinielas sin esperar que la ciencia les haga millonarios.
Cualificados socialistas que pasean por distintos territorios de poder en el PSOE resumen as¨ª la cuesti¨®n: "Si Zapatero se retira, la ¨²nica alternativa solvente y cre¨ªble. S¨®lo hay que mirar las encuestas y aunque hay otros que aspiran y que podr¨ªan dar la batalla por el puesto, ¨¦l es el mejor de los que tienen alguna posibilidad", insisten. "No hay nadie que explique mejor las cosas. Aporta tranquilidad, racionalidad y seguridad en momentos de crisis, como demostr¨® en la huelga salvaje de controladores a¨¦reos. Aunque no tiene esa capacidad de liderazgo que Felipe Gonz¨¢lez defin¨ªa como la cualidad que te permite hacerte con el estado de ¨¢nimo de la gente para conducirla por donde t¨² quieras, puede resultar muy ¨²til para este momento hist¨®rico porque es un gran mu?idor de consensos, no comete nunca grandes errores y es muy dif¨ªcil que la mayor¨ªa de la gente le odie".
Al comenzar la legislatura, todo indicaba que Rubalcaba estaba al final de su tiempo pol¨ªtico; cuando se agota el mandato, el qu¨ªmico metido a estratega puede iniciar otra etapa aunque ¨¦l, acostumbrado a pensar r¨¢pido, a¨²n no ha tomado una decisi¨®n porque ignora qu¨¦ har¨¢ Zapatero. O no.
Adivinanza de ZP
El presidente del Gobierno ha engordado el misterio sobre su continuidad al frente del PSOE con un jerogl¨ªfico navide?o. El pasado 21 de diciembre cont¨® a los periodistas en el Palacio de la Moncloa que ya hab¨ªa tomado una decisi¨®n sobre su futuro, y que la conoc¨ªa s¨®lo su esposa y un compa?ero de partido.
El vicepresidente Rubalcaba, a unos metros del presidente cuando plante¨® la adivinanza, se limit¨® a sonre¨ªr mientras su cabeza de qu¨ªmico, velocista y estratega intentaba calibrar las contraindicaciones, efectos secundarios, ventajas, inconvenientes y consecuencias de ese acto.
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