La incierta vida del investigador
Unas 300 becas est¨¢n en peligro

La carrera del investigador universitario es inestable por definici¨®n. Depende de las convocatorias de becas, necesita hacer estancias en el extranjero, tiene que competir con otros proyectos para conseguir financiaci¨®n y, al cabo de m¨¢s de una d¨¦cada en este tortuoso camino, nadie le asegura una plaza. Quien se embarca en este periplo sabe a qu¨¦ se atiene. Pero la Xunta ha dado un giro a su pol¨ªtica con los investigadores, que ni siquiera tienen asegurada las becas con las que sol¨ªan contar hasta ahora.
En Galicia, hasta ahora, quienes terminaban la carrera y quer¨ªan hacer su tesis pod¨ªan optar a un contrato programa con la universidad o a una beca del Ministerio de Educaci¨®n. Tras el doctorado, exist¨ªa el programa ?ngeles Albari?o, de tres a?os y con el requisito de pasar dos en el extranjero. La siguiente fase eran los contratos Parga Pondal, de cinco a?os para, por ¨²ltimo, acogerse a una Manuel Colmeiro, que era el paso previo a la consolidaci¨®n de la plaza. Para ir superando fases hac¨ªa falta demostrar una excelencia investigadora que acreditase el merecimiento de la financiaci¨®n p¨²blica.
La nueva filosof¨ªa que proclama la Administraci¨®n gallega es que no se pueden crear falsas esperanzas en estos investigadores y que solo puede haber ayudas para aquellos a los que pueda absorber el sistema universitario. Eso, y que la investigaci¨®n tiene que ser productiva, por lo que se potenciar¨¢ en las empresas en detrimento, previsiblemente, de la universidad, seg¨²n palabras del propio conselleiro de Econom¨ªa, Javier Guerra: "Las becas Ram¨®n y Cajal en toda Espa?a son 250; se estaban ofreciendo en Galicia entre 70 y 80 de este tipo y parece que no tiene un especial sentido. Eso no se puede mantener a largo plazo". Quienes han terminado sus tesis doctorales o est¨¢n a punto de hacerlo y contaban con conseguir un contrato gracias una convocatoria posdoctoral similar a la de otros a?os, pueden tenerlo casi imposible para continuar investigando. La Xunta negociar¨¢ a partir de enero con las universidades c¨®mo se define la carrera investigadora. Lo que es seguro es que ser¨¢ distinta.
Esto se une a la ley de reforma laboral aprobada el pasado septiembre, que imposibilita los contratos por obra y servicio durante m¨¢s de tres a?os. Muchos investigadores mantienen este tipo de relaci¨®n con las universidades, que no pueden hacerlos fijos, tal y como establece la ley, a partir del tercer a?o. Cuando finalizan estos contratos, a los investigadores no les queda otra opci¨®n que las becas. O eso, o abandonar su investigaci¨®n.
El colectivo de investigadores Precarios, lleva meses denunciando esta situaci¨®n. Argumenta que todo el tiempo y la inversi¨®n que se ha hecho en unos 300 investigadores puede irse al traste. Estos son algunos casos.
- Armand Hern¨¢ndez, ge¨®logo. Acab¨® su tesis doctoral en septiembre. Se apresur¨® en hacerlo en esas fecha porque era en las que sol¨ªan convocarse las becas posdoctorales. Pero sigue esperando y asume que lo tiene muy dif¨ªcil. Ya est¨¢ buscando trabajo en el extranjero. Pero sabe que tiene que ser en una universidad, porque su estudio sobre el cambio clim¨¢tico a trav¨¦s de la sedimentaci¨®n en los lagos tiene dif¨ªcil encaje en la empresa.
- Ronald Teijeira, inform¨¢tico. Su contrato con la universidad para finalizar su tesis doctoral acaba en junio. A partir de ah¨ª, no puede renovar porque cumple tres a?os por obra y servicio. Su futuro como investigador pasar¨ªa por una de las becas a las que probablemente no pueda acceder. Trabaja en sistemas de b¨²squedas web. Hay pocas empresas que puedan aprovechar sus investigaciones, pero al menos, existen, no como les sucede a algunos compa?eros. Si se marcha al mundo privado, todo el capital invertido en ¨¦l hasta ahora revertir¨ªa en una empresa.
- Sa¨²l Beceiro, astrof¨ªsico. Est¨¢ finalizando su tesis doctoral. "Lo que nos dicen siempre en la Xunta es que todos queremos ser funcionarios. Yo no tengo ning¨²n inter¨¦s, pero la carrera investigadora pasa por la universidad y todos son puestos de funcionario. Qu¨¦ m¨¢s quisiera yo que tener puesto de investigaci¨®n que no pasase por la funci¨®n p¨²blica", explica. En su caso, su investigaci¨®n sobre reacciones en estrellas tiene muy dif¨ªcil aplicaci¨®n pr¨¢ctica hoy por hoy. "A lo mejor dentro de a?os puede servir para algo, como investigaciones de hace d¨¦cadas han sido fundamentales para curar el c¨¢ncer", apunta. Tiene sobre la mesa una oferta de trabajo para irse dos a?os a un laboratorio alem¨¢n. Prefiere quedarse, porque al marcharse perder¨ªa vinculaci¨®n con su grupo de investigaci¨®n de aqu¨ª y le resultar¨ªa muy dif¨ªcil volver a Galicia. Pero es muy posible que no le quede otro remedio.
- Paloma D¨ªaz, f¨ªsica. Lleva dos a?os y dos meses con un contrato por obra con la universidad y si quiere acabar su tesis doctoral solo lo podr¨¢ hacer con una beca. De lo contrario, tendr¨¢ que terminarla sin ning¨²n tipo de subvenci¨®n. Su campo de investigaci¨®n sobre n¨²cleos tiene, seg¨²n reconoce, dif¨ªcil explicaci¨®n para un lego en la materia. Y esta es la raz¨®n por la que aspira a quedarse en la universidad. Fuera de ella, dif¨ªcilmente podr¨ªa realizarla. Pero la Xunta, con el plan de Innovaci¨®n, investigaci¨®n e crecemento que aprob¨® esta semana, busca resultados y reverter en la sociedad su inversi¨®n, algo que no siempre consigue a corto plazo.
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