Es la vivienda, est¨²pido

Qu¨¦ necesita la econom¨ªa estadounidense para volver a ponerse en pie? La clave podr¨ªa estar en la vivienda, que sigue de capa ca¨ªda. Los ¨²ltimos datos muestran que las ventas de casas de segunda mano est¨¢n aumentando, pero la subida de los tipos hipotecarios no va a facilitar la recuperaci¨®n. Lo que ayudar¨ªa much¨ªsimo ser¨ªa un n¨²mero menor de compa?eros de piso.

Aunque es cierto que el estancamiento de la construcci¨®n y el crecimiento de la poblaci¨®n est¨¢n reduciendo poco a poco el exceso de casas disponibles, la mala situaci¨®n hace que m¨¢s personas se vayan a vivir juntas y que menos inmigrantes salten la valla. Cuando esta tendencia se invierta, llegar¨¢n tiempos mejores para todos (desde las empresas de televisi¨®n por cable y las constructoras hasta Home Depot, el minorista de productos y servicios para la construcci¨®n).

Como tema de inversi¨®n, la "formaci¨®n de unidades familiares" puede sonar poco fiable. De hecho, es un factor clave para el modo en que se comportar¨¢ la econom¨ªa durante el a?o que viene. En esencia, la medida calcula el n¨²mero de c¨¦lulas sanas que hay en el cuerpo del mercado inmobiliario estadounidense. Cuando los extranjeros llegan y compran una casa, o los hijos se van a vivir a un piso, el n¨²mero de unidades familiares aumenta. Eso, a su vez, genera una onda expansiva econ¨®mica.

Un peque?o crecimiento en la formaci¨®n de unidades familiares tiene un efecto beneficioso sobre grandes partes de la econom¨ªa y, consiguientemente, sobre las ganancias y el mercado de valores en general. Lo m¨¢s evidente: las ventas de casas nuevas y los materiales necesarios para construirlas o reformarlas aumentan. Los propietarios de viviendas compran electrodom¨¦sticos de General Electric, altavoces de Best Buy y pintura de Sherwin Williams. Las empresas de televisi¨®n por cable como Comcast y Time Warner consiguen nuevos clientes y las el¨¦ctricas encienden m¨¢s bombillas. Allstate firma m¨¢s p¨®lizas de seguros de hogar.

El problema es que, a pesar de las s¨®lidas cifras demogr¨¢ficas, este n¨²mero ha estado creciendo lentamente en los ¨²ltimos a?os. De hecho, es una causa importante del continuado exceso de capacidad del mercado de la vivienda. En 2009 surgieron menos de 800.000 unidades dom¨¦sticas nuevas y la cifra deber¨ªa ser aproximadamente igual este a?o. Es, con diferencia, el ritmo m¨¢s lento de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas.

El rastro es f¨¢cil de encontrar en los datos. El porcentaje de j¨®venes entre 24 y 34 a?os que viven con sus padres es el m¨¢s alto de las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, seg¨²n la Oficina del Censo de Estados Unidos. Hasta las tasas de divorcio han bajado. Seg¨²n parece, discutir es m¨¢s barato que pagar dos hipotecas.

Los tiempos dif¨ªciles tambi¨¦n hacen que EE UU ya no sea un destino tan atractivo para quienes buscan trabajo. El n¨²mero de inmigrantes legales que viven en EE UU se redujo en 2009. Adem¨¢s, la inmigraci¨®n ilegal parece haber ca¨ªdo en picado, seg¨²n indican las detenciones en las fronteras.

La formaci¨®n de unidades familiares crecer¨¢; simplemente, puede que tarde alg¨²n tiempo. Pero cuando la gente se sienta algo m¨¢s c¨®moda con su grado de endeudamiento y su trabajo, deber¨ªa impulsar inmediatamente el consumo. Y el efecto se multiplicar¨¢. Los inmigrantes llegar¨¢n y m¨¢s gente se independizar¨¢. Cuanto antes haya menos compa?eros de piso en Estados Unidos, mejor ser¨¢ para los inversores. -