Balance
No me gusta la moda estadounidense de elaborar listas navide?as de ten tops, componiendo un ranking de los personajes o los acontecimientos m¨¢s se?eros del a?o. Pero por una vez, y dada la trascendencia hist¨®rica del 2010, voy a caer en la tentaci¨®n mim¨¦tica, escogiendo los hechos m¨¢s significativos que para mal o para bien han marcado la suerte del a?o que termina, y que a modo de agenda sobrevenida determinar¨¢n tambi¨¦n nuestro destino en el porvenir.
1. Crisis de la deuda externa. Por una vez, Espa?a ha sido uno de los grandes protagonistas del a?o en la prensa internacional. Todo a causa del creciente descr¨¦dito de nuestra solvencia ante los mercados acreedores, que ha hecho caer en picado el rating de nuestros bonos p¨²blicos y privados. De ah¨ª la alarma de default que son¨® por dos veces, en primavera con la crisis griega y en oto?o con la irlandesa.
El mayor ¨¦xito pol¨ªtico del Gobierno ha sido forzar el final de ETA evitando que lo rentabilice Batasuna
2. Ajuste fiscal del Gobierno. Tanta fue la presi¨®n de los acreedores que Zapatero tuvo que abjurar de los derechos sociales para convertirse al rigor fiscal. De ah¨ª los sucesivos paquetes de reformas (congelaci¨®n de pensiones, recorte de sueldos, subida del IVA, reforma laboral, etc¨¦tera) percibidas por sus electores como una traici¨®n. Y esto supuso el suicidio pol¨ªtico de un Zapatero (mal) metido a redentor.
3. Huelga general de condena. En respuesta al ajuste duro del Gobierno, los sindicatos afines le castigaron mont¨¢ndole una huelga general. Una huelga p¨ªrrica por in¨²til, pues no pod¨ªa alcanzar sus objetivos reduciendo a sus convocantes a la impotencia. Pese a ello, los sindicatos amenazan con persistir en su error, oponiendo su veto irracional a la necesaria reforma de las pensiones con otra huelga general.
4. Sentencia del Tribunal Constitucional. El epitafio judicial del mandato socialista lo ha puesto el TC con su veredicto sobre el Estatuto catal¨¢n, que puso fin a la deriva auton¨®mica desatada por Zapatero con su imprudente oferta de una nueva Espa?a plural. Cegada as¨ª la v¨ªa confederal, ahora ya se puede racionalizar el sistema auton¨®mico de acuerdo a un dise?o federal. Pero el ¨¢rbitro ser¨¢ CiU.
5. Vuelco electoral catal¨¢n. El 28-N supuso una sonora derrota tanto del independentismo de ERC como de la ambig¨¹edad filonacionalista del PSC. Lo cual demuestra que el nacionalismo de izquierdas es un ox¨ªmoron tan inveros¨ªmil como el sacerdocio de izquierdas. Y la victoria fue del t¨¢ndem formado por el federalista Dur¨¢n y el confederado Mas. ?Sabr¨¢ Madrit explotar sus contradicciones internas?
6. Patente final de ETA. El mayor ¨¦xito pol¨ªtico del Gobierno, o al menos de su ministro del Interior, ha sido forzar el final de ETA evitando que lo rentabilice Batasuna (aunque haya sido a costa de firmar un pacto con alguien como Trillo). Pues en su pat¨¦tica impotencia, la banda terrorista no ha sabido encontrar una forma de rendirse, descartando todas las ofertas de la izquierda abertzale. Y quien ha sacado mejor partido de su agon¨ªa ha sido el PNV, que aprovech¨® para firmar con el Gobierno un acuerdo parlamentario de fin de legislatura.
7. Conflicto poscolonial con Marruecos. La inconsistencia de nuestra pol¨ªtica exterior se vio puesta dram¨¢ticamente de manifiesto con la violenta apertura de nuevos conflictos poscoloniales, atizados y agitados por nuestro vecino magreb¨ª del sur en Ceuta, Melilla y sobre todo El Aai¨²n. Todo ello sin encontrar m¨¢s respuesta espa?ola que la contraproducente pasividad apaciguadora. Y quien calla, otorga.
8. Crisis del control a¨¦reo. Pocos d¨ªas antes de que Fomento alardease de inaugurar la mayor red europea de alta velocidad, el cielo espa?ol se vaciaba por el sabotaje colectivo de los controladores a¨¦reos. A lo que el Gobierno respondi¨® decretando y prorrogando el estado de alarma, con lo que convert¨ªa una crisis aguda en cr¨®nica.
9. Apertura del debate sucesorio. Ante la ca¨ªda irreversible de los sondeos preelectorales, Zapatero opt¨® por abrir una crisis de Gobierno delegando casi todos los poderes (excepto el de renunciar y disolver el Parlamento) en su nuevo valido Rubalcaba, nombrado de facto su albacea testamentario. Con lo cual se abre tambi¨¦n la carrera para sucederle, ocupando su puesto de probable candidato perdedor.
10. Esc¨¢ndalo diplom¨¢tico de Wikileaks. La revelaci¨®n de los cables a Washington transforma el contenido de la prensa, que adem¨¢s de incluir informaciones (news) y opiniones (views), ahora pasa a publicar tambi¨¦n filtraciones (leaks), con el evidente peligro de que estas se confundan con aquellas. Pero gracias a eso, los ciudadanos disponemos por fin de pruebas fehacientes sobre la agenda oculta de nuestros representantes, que vienen a desmentir sus declaraciones p¨²blicas. Y si no se les cae la cara de verg¨¹enza es porque la tienen muy dura.
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