Cuidado con ese 'codo de m¨®vil'
Las nuevas formas de divertirse y comunicarse resucitan patolog¨ªas cl¨¢sicas con nuevos nombres: 'wiitis', el 'pulgar de Blackberry' o el 's¨ªndrome de la pantalla'
Los pediatras espa?oles est¨¢n acu?ando, en los ¨²ltimos a?os, una lista de nuevas patolog¨ªas con nombres como la wiitis, el s¨ªndrome de la pantalla, el pulgar de Blackberry o el codo de m¨®vil. Aunque suenen a neologismo, los s¨ªntomas que provocan son de sobra conocidos en medicina: tendinitis, ojo seco, bursitis, afectaci¨®n del t¨²nel carpiano, epicondilitis, lesiones nodulares o malformaciones.
A estas viejas-nuevas dolencias se unen otras vinculadas a h¨¢bitos como la obesidad, las p¨¦rdidas de audici¨®n por culpa del excesivo volumen de los iPod y MP3, los dolores lumbares por el fatigoso peso de las mochilas escolares y las deformaciones maxilofaciales producidas por piercings y movimientos repetitivos como la masticaci¨®n de chicle y pipas.
Todav¨ªa no hay estudios cient¨ªficos sobre la relaci¨®n causa-efecto
Las mochilas escolares y los 'piercings' causan lesiones
El volumen al que se escuchan los iPod o MP3 puede producir hipoacusia
Lo da?ino no es el terminal, es mantener la vista fija mucho tiempo
El doctor Santiago Garc¨ªa-Tornel, del hospital Sant Joan de D¨¦u de Barcelona asiste cada d¨ªa desde su cargo de director cl¨ªnico al desfile de adolescentes con este tipo de afectaciones, que va recopilando en su blog. Descubrir el origen de estas molestias empieza a ser una complicaci¨®n para muchos profesionales. En este sentido, Inmaculada Calvo, presidenta de la Sociedad de Reumatolog¨ªa Pedi¨¢trica, se?ala: "Los facultativos no estamos lo suficientemente informados sobre este nuevo campo".
Este escenario no implica que en el futuro surja una generaci¨®n de sordos, obesos, reum¨¢ticos y lisiados. Todav¨ªa la prevalencia de estas patolog¨ªas no es significativa, ning¨²n estudio cient¨ªfico ha establecido una relaci¨®n directa causa-efecto (hasta ahora, son asociaciones temporales basadas en la experiencia de los m¨¦dicos en sus consultas), y los h¨¢bitos se pueden cambiar. "No podemos lanzar mensajes alarmistas y menos respecto a la poblaci¨®n adolescente", sostiene Luis Rajmil, especialista en salud p¨²blica. Sin embargo, precisa que el impacto de estas conductas sobre la salud no se conocer¨¢ dentro de unos a?os.
El traumat¨®logo Ferran Pellis¨¦, de la unidad de columna del hospital de Vall d'Hebron, se plante¨® en 2009 si era cierto o no que las mochilas escolares provocaban dolores lumbares. Por este motivo, realiz¨® un estudio entre 1.470 adolescentes de Barcelona y Friburgo (Suiza). Las primeras conclusiones constataron que nada menos que el 40% de los encuestados hab¨ªa sufrido dolor lumbar en el ¨²ltimo mes. Pero, en cambio, cuando profundiz¨® en el informe se percat¨® de que en solo el 3,5% de los casos el dolor les restaba calidad de vida. "Una primera asociaci¨®n ser¨ªa el dolor lumbar a causa del material escolar, pero es una asociaci¨®n, lo que no significa que sea la causa real en todos los casos. Tambi¨¦n influyen las malas posiciones que se adoptan durante el d¨ªa o el sedentarismo y la falta de ejercicio", sostiene Pellis¨¦.
Inmaculada Calvo apunta que las bolsas muy cargadas y no colocadas adecuadamente -por ejemplo llevadas en un solo hombro- s¨ª influyen en el dolor lumbar y dorsal de car¨¢cter mec¨¢nico, pero no inflamatorio. Como tambi¨¦n puede afectar a las articulaciones del brazo el hecho de arrastrar los carritos que sustituyen a las mochilas.
En su consulta del hospital La Fe de Valencia, a Calvo este a?o se le han presentado dos casos con lesiones nodulares, dolor en la palma de la mano e inflamaci¨®n por la presi¨®n continua de objetos. "Despu¨¦s de mucho preguntar confirmamos que se deb¨ªa al uso continuado de la PlayStation", comenta. El doctor Julio Bonis tambi¨¦n ha descrito la wiitis, porque un d¨ªa amaneci¨® con dolor en el hombro despu¨¦s de haber estado la v¨ªspera jugando horas a la consola de Nintendo.
Calvo tambi¨¦n se ha encontrado con j¨®venes con inflamaciones del tend¨®n del pulgar, tenosinovitis y afectaci¨®n del t¨²nel carpiano por el uso continuado de m¨®viles y Blackberry para enviar mensajes de texto. Los guitarristas y las amas de casa presentan s¨ªntomas similares. Otros artilugios de ocio, como las consolas, pueden provocar bursitis en el codo (inflamaci¨®n de las bolsas serosas de las articulaciones) y epicondilitis (codo de tenista). Por eso son recomendables ejercicios de flexi¨®n y extensi¨®n tras un tiempo de juego.
"Todo lo que realizamos con exceso puede producir un da?o", advierte Laia Bisbe, oftalm¨®loga del hospital barcelon¨¦s de Vall d'Hebron. Bisbe ha estudiado la patolog¨ªa denominada "ojo seco" por la exposici¨®n continuada a las pantallas de ordenador o a la televisi¨®n. "Cuando miramos una cosa con atenci¨®n, la frecuencia del parpadeo cae en picado" se?ala. El ojo necesita lubricarse continuamente, y el parpadeo se encarga de humedecerlo. Si este disminuye, la l¨¢grima se evapora con m¨¢s facilidad, un fen¨®meno que se acent¨²a con el calor que emite la pantalla del ordenador. Los s¨ªntomas son peque?as heridas en el ojo, totalmente reversibles, dolor de cabeza, picores, vista borrosa y, aunque pueda parecer contradictorio, lagrimeo. Muchos j¨®venes acuden a su consulta con estos s¨ªntomas.
Los aires acondicionados, la calefacci¨®n y una dieta baja en ¨¢cido graso omega-3 tambi¨¦n reducen la calidad de las l¨¢grimas. "La pantalla del ordenador no perjudica a los ojos, no es irreversible y no provoca m¨¢s problemas que estos s¨ªntomas", explica. Sin embargo, lamenta que en EE UU ya existan una especie de esponjas que sirven para humedecer los ojos y as¨ª poder estar m¨¢s horas delante del ordenador. "Hay que descansar, cerrar los ojos o mirar al infinito tras algunas horas frente a la pantalla", avisa.
Estos periodos de descanso son fundamentales tambi¨¦n al escuchar m¨²sica con auriculares con iPod y MP3. Algunos de estos dispositivos llevan bloqueadores de volumen, pero la Red est¨¢ llena de p¨¢ginas sobre c¨®mo romper este capado, como se denomina en argot. El umbral de lo recomendable se sit¨²a en 80 decibelios y no m¨¢s de dos horas al d¨ªa.
Maria Antonia Claveria, otorrina de la unidad de sordera de Sant Joan de D¨¦u, y Crist¨®bal G¨®mez-Cortijo, secretario de la Asociaci¨®n Espa?ola de Otorrinolaringolog¨ªa, coinciden en se?alar que ahora se est¨¢n diagnosticando m¨¢s hipoacusias, es decir, p¨¦rdidas parciales de la capacidad auditiva, que hace unos a?os. Y alguna afecta a los adolescentes, sobre todo con la p¨¦rdida de altas frecuencias.
"Hasta ahora todo eran impresiones, pero lo cierto es que hemos detectado p¨¦rdidas de audici¨®n en personas de 60 o 65 a?os que antes eran propias de personas de 80", explica G¨®mez-Cortijo. "Ahora tenemos m¨¢s armas que antes para detectar las hipoacusias y la gente est¨¢ m¨¢s sensibilizada para acudir a la consulta. Claro que puede influir el uso de aparatos de m¨²sica, pero demostrarlo por el m¨¦todo cient¨ªfico es muy complicado", a?ade Claveria.
La exposici¨®n prolongada a ruidos de m¨¢s de 80 decibelios y sin periodos de reposo provoca lesiones en las c¨¦lulas sensoriales, la mayor¨ªa irreversibles, porque el o¨ªdo carece de mecanismos defensivos. "He visto a j¨®venes con traumas ac¨²sticos agudos a la ma?ana siguiente de un concierto, con p¨¦rdidas en la frecuencia 4.000. Como si les hubiera explotado un petardo", revela G¨®mez-Cortijo. Y a?ade: "El m¨¦todo cient¨ªfico es muy exigente porque los estudios poblacionales son muy complicados de realizar. Tenemos una evidencia de que el iPod no producir¨¢ una generaci¨®n de sordos, pero puede ser un drama para los actuales adolescentes porque pasar¨¢ factura en el futuro". La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) sit¨²a en 65 decibelios el umbral tolerable de ruido para las personas.
La moda tambi¨¦n se cobra su peaje. Abel Cahuana, odont¨®logo del materno-infantil de Sant Joan de D¨¦u, ha visto pasar por su consulta a adolescentes con fracturas dentales por culpa de los piercings met¨¢licos y alteraciones en la enc¨ªa por el contacto con los tejidos. Cahuana avisa de que morder objetos o las u?as, masticar con exceso chicles o comer pipas altera la articulaci¨®n temporomandibular con el aumento de la musculatura de los maseteros y desgasta los dientes.
Son enfermedades de siempre, pero con otras causas.
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