Tr¨¢nsfugas sin control
El naufragio del pacto entre el PP y el PSOE es un acicate para el fraude y la corrupci¨®n
A la desesperaci¨®n y a la angustia que provoca la crisis econ¨®mica se a?aden, como un tributo m¨¢s que los ciudadanos deben soportar, comportamientos de los partidos pol¨ªticos que se quedan muy por debajo de los niveles m¨ªnimos de calidad exigibles a la vida democr¨¢tica. La frivolidad y la indolencia con que abordan el problema del transfuguismo, que estimula el fraude al elector y es causa de muchos casos de corrupci¨®n pol¨ªtica, es uno de esos comportamientos. Otro, especialmente referido al momento actual, son las pr¨¢cticas de filibusterismo institucional con que se busca someter el funcionamiento de las instituciones a los intereses partidistas y cuyo ¨²ltimo episodio es el riesgo de un nuevo bloqueo del Tribunal Constitucional por el empe?o del PP en proponer para magistrado a un candidato carente de la experiencia y de la cualificaci¨®n jur¨ªdica exigidas para el cargo.
En momentos de agobio econ¨®mico y psicol¨®gico no estar¨ªa de m¨¢s que los partidos pol¨ªticos se esforzaran en dar ejemplo, no cayendo en formas extremas de demagogia y populismo rayanas en el cinismo y que averg¨¹enzan y ofenden a los ciudadanos. Habr¨ªa sido ejemplar que en la reciente reuni¨®n del Pacto Antitransfuguismo los partidos se hubieran comprometido a desechar en las pr¨®ximas elecciones municipales a candidatos tr¨¢nsfugas o que deben su cargo a votos de esa ¨ªndole, se trate del actual alcalde de Benidorm, en lo que se refiere al PSOE, o de los de Denia (Alicante), Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz) o ?guilas (Murcia), en lo referente al PP.
Pretender que el caso de Benidorm sea especial y deba tener un tratamiento ¨²nico da pie a que, como reacci¨®n, el PSOE plantee que tan denunciables son los casos de transfuguismo que benefician al PP. El resultado ha sido que los tr¨¢nsfugas tendr¨¢n barra libre en las pr¨®ximas elecciones, contribuyendo a degradar m¨¢s la vida pol¨ªtica. El PSOE todav¨ªa est¨¢ a tiempo de parar la candidatura del alcalde de Benidorm, lo que dar¨ªa a su discurso pol¨ªtico un sello de autenticidad y de vigor democr¨¢ticos que no pasar¨ªa inadvertido a muchos electores. El caso de Benidorm no es especial ni ¨²nico, pero est¨¢ cargado de simbolismo (el ex dirigente popular Eduardo Zaplana lleg¨® a su alcald¨ªa por el voto de una tr¨¢nsfuga socialista a comienzos de los noventa). Y que el PP se muestre ciego y sordo ante sus muchos episodios de transfuguismo no es el mejor ejemplo a seguir.
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