Tablas entre creadores e internautas

Se celebr¨® la tan esperada reuni¨®n entre internautas y creadores convocada por Alex de la Iglesia en la Academia de Cine. Y m¨¢s que una colisi¨®n entre dos mundos, result¨® una charla sobre la pol¨¦mica ley Sinde en la que rein¨® "el entendimiento". La importancia de esta primera toma de contacto queda rebajada por un hecho tan tozudo como un viejo m¨®dem: ninguno de los convocados tiene ning¨²n poder para incidir en la norma. De la Iglesia se comprometi¨® a trasladar a la ministra el contenido del encuentro.

La Red pareci¨® a ratos un lugar mejor para enterarse de qu¨¦ demonios se hablaba en la reuni¨®n que la propia sala en la que se celebr¨® durante tres horas el encuentro. No digamos ya la puerta de la sede, donde los reporteros, muchos, chupaban fr¨ªo y preguntaban a los que entraban su nombre de elegido internauta, ante la negativa de algunos, "celosos de su privacidad". Pese a que la convocatoria para hablar sobre los retos de la ley Sinde se hab¨ªa llevado en un incomprensible secreto, desde su comienzo casi todos compartieron sus impresiones en el portal de mensajer¨ªa instant¨¢nea e incluso aportaron documentos gr¨¢ficos. Por la parte de la industria llev¨® la voz cantante (en r¨¢fagas de 140 caracteres) el presidente de la Academia. Se llev¨® como aliados a Pedro P¨¦rez (de los productores) y al director de la instituci¨®n Eduardo Campoy. De los as¨ª llamados internautas acudieron a la llamada 10 personas, aunque muchas m¨¢s terciaron en directo en el debate en Internet. Ya lo dijo Ignasi Guardans, uno de los m¨¢s destacados, antes de director del ICAA, hoy destacado tuitero: "Yo estoy ante la reuni¨®n de la Academia como los buenos creyentes a las puertas del C¨®nclave. Y la chimenea est¨¢ en Twitter".

"Reconocemos errores. Se aportan ideas", escribi¨® el cineasta en Twitter

Y, por seguir con el s¨ªmil vaticano, la fumata ascendi¨® bien blanca, a juzgar por la satisfacci¨®n y la tranquilidad demostradas por ambas partes tras el primer contacto entre tirios y troyanos digitales tras el batacazo de la ley Sinde en el Congreso y a pocos d¨ªas de su previsible rescate en el Senado.

La sinton¨ªa impregn¨® Twitter mucho antes de que, al t¨¦rmino, los protagonistas atendieran a la prensa. "Buenas noticias: la reuni¨®n funciona. Reconocemos errores. Se aportan ideas", escribi¨® De la Iglesia en directo. Julio Alonso, fundador de Weblogs SL hab¨ªa tuiteado: "S¨ª se puede competir con el gratis, nadie dijo que fuese f¨¢cil". O: "La industria cultural no ha entendido los efectos de la ley Sinde, que no va a solucionar sus problemas pero va a generar una inseguridad tremenda en las webs". Ante lo cual, V¨ªctor Domingo, de la Asociaci¨®n de Internautas, se apresur¨® a suministrarle la puntilla legislativa: "La ley Sinde est¨¢ muerta y no hay que resucitarla". Juan Carlos Tous, de Filmin, que sirve pel¨ªculas de cine independiente en streaming, a?adi¨® que "Internet no viene en ning¨²n caso a matar al mercado sino a complementarlo". Nicol¨¢s Alcal¨¢, director del filme El Cosmonauta, quien, por cierto, regal¨® una camiseta a Alex de la Iglesia, se lament¨® por su parte que en Espa?a no se permita "que una pel¨ªcula sea estrenada en los cines y en Internet el mismo d¨ªa".

Los abogados David Bravo y David Maeztu, aportaron su visi¨®n jur¨ªdica: "El verdadero problema no son las descargas sino la forma de remunerar al autor", dijo el primero. "Hay que separar absolutamente el plano legal del moral, porque lo que no puede hacer la industria es discutir con argumentos morales una cuesti¨®n que es legal".

Al t¨¦rmino, y una vez que el presidente de la FAPAE, Pedro P¨¦rez, hubo certificado que no hab¨ªa encontrado "enemigos", De la Iglesia brind¨® su veredicto en Twitter: "Qu¨¦ dif¨ªcil es esto. Pero qu¨¦ apasionante. David Bravo es muy bueno. Ram¨®n Puchades [de Unidad Editorial] es extraordinario. Pedro P¨¦rez sabe entender, y Juan Carlos Tous, un ejemplo". Y anunci¨® la pr¨®xima celebraci¨®n de un encuentro en torno al tema.

Es de esperar que esas jornadas sean recibidas con mejor ¨¢nimo que el de estos d¨ªas entre destacados miembros de los partidos pol¨ªticos y del propio Gobierno. Algunos no entendieron que el director de Balada triste de trompeta (actualmente en cartelera y disponible en una veintena de webs de descargas y enlaces que la ley Sinde pretende cerrar) se aventurase a convocar a los que hasta ayer eran supuestos enemigos.

Otro interesante ejercicio result¨® leer en los blogs de los convocados sus recuentos de la reuni¨®n. Record¨®, si uno se sent¨ªa imbuido por el esp¨ªritu de la Academia del Cine, a Rashomon, aquel filme de Kurosawa en el que el mismo crimen se contaba en varias versiones distintas.