Los ancianos de Vista Alegre no pueden volver a su residencia

La residencia p¨²blica para mayores de Vista Alegre, en Carabanchel, cerr¨® por obras en verano de 2009. Era un edificio ya vetusto, con los ba?os compartidos y habitaciones en las que no pod¨ªa maniobrar con holgura una silla de ruedas. La Consejer¨ªa de Familia y Asuntos Sociales reuni¨® a sus 180 residentes y les dijo que la reforma era necesaria. Iban a salir ganando: estancias m¨¢s amplias y m¨¢s c¨®modas. Mientras durara la rehabilitaci¨®n, eso s¨ª, ten¨ªan que trasladarse a otro centro. En un a?o, en julio de 2010, podr¨ªan volver a su flamante residencia renovada.

Al final no ha sido as¨ª. Una carta de 16 de diciembre informa a los residentes de Vista Alegre de que ya no pueden volver a la que era su casa. Asuntos Sociales ha cambiado de opini¨®n y ha decidido destinar el centro a mayores en situaci¨®n de dependencia. De los 180 residentes, solo ocho cumplen esa condici¨®n. Los dem¨¢s son "v¨¢lidos", por lo que tendr¨¢n que decidir en qu¨¦ otra residencia quieren vivir. Ten¨ªan hasta fin de a?o.Los tres hijos de Enrique Carmona y Justa Barrena, ambos de 82 a?os, viven en Madrid.

As¨ª que cuando ellos decidieron trasladarse a una residencia tuvieron claro que ten¨ªa que ser en la capital. Pusieron la primera de la lista Vista Alegre, en pleno Carabanchel, con la calle del General Ricardos a la puerta, llena de tiendas, cafeter¨ªas, quioscos... Estuvieron ocho a?os en lista de espera. Hasta que consiguieron su plaza. No les cost¨® hacerse a su nueva vida all¨ª. Hicieron amigos. Tantos que, cuando el a?o pasado les informaron de la reforma, decidieron trasladarse a la residencia de Arganda del Rey, a las afueras del municipio. Pod¨ªan haber elegido otra, pero en esa iban a estar casi todos sus compa?eros de Vista Alegre. Total, iba a ser solo un a?o.

Pero hace dos semanas se encontraron con la carta del Servicio Regional de Bienestar Social (SRBS): "No es posible retornarle a usted a dicha residencia". Una resoluci¨®n del 8 de noviembre cambia, "por razones de inter¨¦s p¨²blico", el uso del centro. Las plazas solo podr¨¢n ser utilizadas por personas con una situaci¨®n reconocida de dependencia con grado III niveles 1 ¨® 2 o grado II nivel 2. "Ser¨ªa un contrasentido alojar a los usuarios m¨¢s necesitados en las habitaciones menos adaptadas", razona la carta firmada por Am¨¦rico Puente, gerente del SRBS.

Manuel, hijo de Enrique y Justa, est¨¢ de acuerdo con eso. Es l¨®gico, argumenta, que se utilice un centro reci¨¦n adaptado y modernizado para alojar a personas dependientes. Lo que critica es que no se lo dijeran a los residentes. "Se comprometieron a que, una vez finalizadas las obras, volver¨ªan a su residencia de origen", afirma. "Les ocultaron que las habitaciones iban a ser para dependientes. Eso es lo que nos indigna, que no les dijeran la verdad". Una carta de mayo de 2009 informaba de las obras de "rehabilitaci¨®n y acondicionamiento". Estaba previsto, "al t¨¦rmino de las mismas, el retorno a la residencia de origen", dec¨ªa. "Ser¨¢ usted reintegrado a esta residencia tan pronto como sea posible en funci¨®n de que as¨ª lo permita la marcha de las obras".

En Asuntos Sociales explican que hubo un cambio de criterio. "Se ha reflexionado", afirma una portavoz, y se ha decidido el cambio por "una cuesti¨®n organizativa y de asistencia". Manuel habla de enga?o: "No me creo que empiecen unas obras de reforma y que no sepan c¨®mo es el proyecto y c¨®mo van a ser las habitaciones. Sab¨ªan que iban a ser para dependientes, pero no dijeron nada". Asuntos Sociales replica que lo importante es que los mayores est¨¢n bien atendidos. La mayor¨ªa han decidido quedarse en la residencia temporal que eligieron el a?o pasado. As¨ª lo har¨¢n Enrique y Justa, pese a los 70 kil¨®metros que le cuesta a su hijo Manuel ir a verles. "La residencia de Arganda est¨¢ muy bien", concede.

La de Vista Alegre abrir¨¢ con 126 plazas -se han reducido al agrandar las habitaciones-, pero ya ser¨¢ el a?o que viene. Asuntos Sociales calcula que estar¨¢ lista a principios de febrero.