Rousseff, primera presidenta de Brasil
La nueva mandataria se compromete a "acabar con la miseria y la desigualdad" - La heredera de Lula anuncia una reforma fiscal y el combate a la inflaci¨®n
Bajo una lluvia torrencial despu¨¦s de cuatro meses de sequ¨ªa, que le impidi¨® llegar en coche descubierto hasta el Congreso, Dilma Rousseff, de 60 a?os, se convirti¨® ayer en la primera mujer que asume la presidencia de Brasil. Vestida con un traje color perla, la nueva presidenta anunci¨® una reforma fiscal y se comprometi¨® a "acabar con la miseria y la desigualdad". Rousseff tuvo palabras de reconocimiento para su antecesor y mentor, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, cuyo legado prometi¨® consolidar, si bien subray¨®: "Brasil ha mejorado, pero se abre una nueva era, un nuevo despertar del pa¨ªs".
En su discurso de investidura, que pronunci¨® en el pleno del Congreso, ante 55 delegaciones extranjeras (la espa?ola la encabezaba el pr¨ªncipe Felipe), Rousseff anunci¨® una reforma del complejo y oneroso sistema fiscal brasile?o -Lula intent¨® varios cambios con ¨¦xito limitado- y puso entre sus objetivos inmediatos el combate a la "plaga" de la inflaci¨®n. La nueva presidenta se comprometi¨® a acabar con la miseria que a¨²n afecta a 22 millones de ciudadanos y a mejorar las infraestructuras del pa¨ªs, si bien asegur¨® que su Gobierno "no har¨¢ gastos apresurados", mantendr¨¢ "la estabilidad de la econom¨ªa" y trabajar¨¢ para mantener el crecimiento, para lo que cuenta con las nuevas reservas petroleras, que defini¨® como "pasaporte al futuro". Brasil, a?adi¨® Rousseff, no har¨¢ "concesiones al proteccionismo internacional". Acusada, durante la campa?a electoral, de ser una pol¨ªtica poco sensible al problema de la ecolog¨ªa, la mandataria afirm¨®: "Demostraremos al mundo que es posible conjugar desarrollo econ¨®mico y defensa del medio ambiente".
Rousseff recibi¨® la banda presidencial de un Lula que no pudo evitar el llanto
La presidenta tiene fama de pragm¨¢tica y buena gestora
En el terreno de las relaciones exteriores, Rousseff defendi¨® el multilateralismo y asegur¨® su compromiso con los "otros pueblos hermanos" de Am¨¦rica Latina, de ?frica y Oriente Pr¨®ximo, al mismo tiempo que resalt¨® que quiere tener una relaci¨®n fuerte con Europa y con EE UU.
Acab¨® Rousseff manifestando su "compromiso sagrado" con el respeto a todas las religiones y con la "total libertad de expresi¨®n". "Quiero recordar aqu¨ª lo que ya hab¨ªa dicho durante la campa?a electoral: prefiero el ruido de los peri¨®dicos al silencio de las dictaduras", afirm¨® entre aplausos, desmarc¨¢ndose as¨ª de los ataques lanzados por Lula a la prensa durante la campa?a.
La ex guerrillera se emocion¨® al final, recordando que estaban all¨ª presentes once compa?eras suyas de c¨¢rcel durante la dictadura militar. "Hay veces que la vida aprieta y otras afloja. Lo importante es tener siempre coraje, y es este coraje el que yo pido a hoy a todos los brasile?os", para los que prometi¨® gobernar "sin distinci¨®n" y con "cari?o de madre".
Concluido el acto del Congreso, y ya sin lluvia, Dilma pudo ir en coche descubierto, saludando a miles de seguidores, hasta el Palacio de Planalto, donde recibi¨® la banda presidencial de manos de Lula. El presidente saliente rompi¨® el protocolo y alz¨® la mano de Dilma. Despu¨¦s la abraz¨® dos veces y se fue con l¨¢grimas en los ojos, pero sin caer en la tentaci¨®n -como apostaban los periodistas- de pronunciar su ¨²ltimo discurso. Ya sin Lula presente, Rousseff se refiri¨® a su predecesor como "el mayor l¨ªder popular" que ha tenido Brasil. Y concluy¨®: "Lula estar¨¢ siempre a mi lado. ?l, el primer presidente obrero, tuvo la osad¨ªa de conseguir que fuese elegida por primera vez una mujer presidenta del pa¨ªs".
Dilma Rousseff trabaj¨® codo a codo con Lula en sus ocho a?os de Gobierno, como ministra de Energ¨ªa, primero, y despu¨¦s como jefa de Gabinete. Hace tiempo que dej¨® atr¨¢s sus a?os de militancia en la extrema izquierda para convertirse a los valores de la democracia liberal. Ha sido definida de pol¨ªtica dura y pragm¨¢tica, amante de los n¨²meros y de las realizaciones concretas, que suele criticar a los hombres "por falta de pulso". Una cualidad que nadie le niega a la nueva presidenta es su capacidad de gesti¨®n, de saber exigir a ministros y funcionarios resultados concretos. Algo fundamental en una mandataria que va a tener que gestionar el Mundial de f¨²tbol de 2014 y preparar los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016, todo un desaf¨ªo a las decadentes infraestructuras de Brasil.
Pero Rousseff sigue siendo una inc¨®gnita. ?Ser¨¢ Dilma -como la llaman los brasile?os, a quienes les resulta dif¨ªcil pronunciar su apellido de origen b¨²lgaro- la escogida para que Lula siga gobernando en la sombra? Los analistas coinciden en que solo emerger¨¢ con luz propia en la medida en que sea capaz de independizarse de la figura de Lula, aunque siga fiel a las conquistas econ¨®micas y sociales. Despu¨¦s de todo, la continuidad ha sido la clave del ¨¦xito brasile?o, que comenz¨® a fraguarse en la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, que acab¨® con la inflaci¨®n, estabiliz¨® la moneda y consolid¨® las instituciones dem¨®craticas.
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