Copos de nieve, hadas y regalos con sorpresas
Se podr¨ªa hablar y escribir much¨ªsimo de El cascanueces del Ballet del Teatro Nacional de Praga que estos d¨ªas se representa en los Teatros del Canal hasta el 9 de enero, siendo una ocasi¨®n ideal para llevar a los m¨¢s peque?os a ver ballet cl¨¢sico en toda regla (de martes a s¨¢bado: 20.30; domingo: 19.00), desde su imaginativa coreograf¨ªa ideada por el h¨²ngaro Youri V¨¤mos (Budapest, 1946) a la disciplinada compa?¨ªa de los checos. Gran parte del m¨¦rito de la producci¨®n est¨¢ en los dise?os de escenograf¨ªa y vestuario del experto Michael Scott, con quien V¨¤mos Ya ha realizado otros montajes de grandes efectos esc¨¦nicos.
En este Cascanueces las camas vuelan y de los paquetes de regalos salen bailarinas chinas, mirlitones o una ex¨®tica pareja de danzantes orientales; tambi¨¦n se despliega ante los ojos de los espectadores un gigantesco ¨¢rbol de Navidad iluminado con sus ¨¢labes cargados de nieve. El vestuario de Scott va del realismo que refleja el ambiente de Londres del siglo XIX (donde se recrea la historia al mezclar el cuento de E. T. A. Hoffmann con el archiconocido de Charles Dickens) a la propia fantas¨ªa del ballet con gui?os al folclore eslavo (la corona con velitas del hada es un buen ejemplo). El libreto renovado de V¨¤mos engarza las dos historias y as¨ª ni?os y mayores pueden disfrutar de una obra bien estructurada, bailada con rigor y que aun separ¨¢ndose de la coreograf¨ªa tradicional (menos en el Grand Pas de Deux del segundo acto, que lo respeta casi en su integridad formal y est¨¦tica) sigue la m¨²sica con mucha fluidez y elegancia. M¨¦rito importante el trabajo de los t¨¦cnicos del coliseo madrile?o del Canal ante una compleja sucesi¨®n de cuadros y cambios r¨¢pidos de tramoya realizados en ajustado comp¨¢s musical. Y es que el core¨®grafo se muestra tambi¨¦n muy h¨¢bil en ese secuenciado de situaciones capaces de llevar la acci¨®n al mundo fe¨¦rico. Bailes como los Copos de nieve (donde se cita no expresamente pero s¨ª muy de cultura de ballet a Los patinadores de Meyerbeer-Ashton) y el Vals de las flores son resueltos de manera coral con la ¨¦gida que marc¨® en origen Lev Ivanov, pero muy suavizada.
En esta versi¨®n del ballet del 'Cascanueces', las camas vuelan
Los bailarines checos muestran una solvencia esc¨¦nica palpable
Youri V¨¤mos da un giro al argumento al convertir al avaro prestamista Scrooge que imagin¨® Dickens en un hombre bondadoso que en su vejez mira atr¨¢s y quiere arreglar los desaguisados de su desmedida ambici¨®n hasta que reparte el dinero y se suma a la celebraci¨®n popular.
El cl¨¢sico ej¨¦rcito de los ratones es sustituido por la aparici¨®n de un diablo algo caricaturesco que emerge del camino de la chimenea y evoca el fantasma de Marley, pero tambi¨¦n hace de revulsivo en su conciencia. Al cascanueces de siempre (de juguete roto pasa en el sue?o a pr¨ªncipe encantado) se le suma otro s¨ªmbolo, una guirnalda de adviento que primero es rechazada y luego aceptada como el mejor presente navide?o. Debe pensarse que el libreto original de Marius Petipa ya dislocaba la acci¨®n original de Hoffmann en funci¨®n de crear los actos realistas en contraposici¨®n a los actos on¨ªricos. El personaje de Clara viaja a un pa¨ªs ideal de dulces de az¨²car donde los edificios son de caramelo y un hada es su gu¨ªa. V¨¤mos reparte estas dosis de fantas¨ªa con los otros elementos m¨¢s de Dickens, esos tipos locales y caracter¨ªsticos que finalmente forman el fresco de la obra.
Los bailarines checos muestran una solvencia esc¨¦nica palpable, tanto en las caracterizaciones como Scrooge, Drosellmeyer (esta vez dibujado como un juguetero) o Bob Cratchit, un padre protector. Cuando Clara sue?a aparece con un cl¨¢sico tut¨² que es parte del encantamiento y su pr¨ªncipe parece sacado de una ilustraci¨®n victoriana. La m¨²sica extraordinaria del paso a dos, ese viaje a lo incontenible desconocido, marca el momento m¨¢s elevado y po¨¦tico de la velada.
La participaci¨®n de 20 ni?os de los conservatorios de danza madrile?os Carmen Amaya y Mariemma est¨¢ realizada con primor. En cada representaci¨®n, 10 de ellos participan de la acci¨®n bailada y de la pantomima con una profesionalidad llena de candor debutante que arranca aplausos; muchos de ellos suben por primera vez a un escenario.
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