Pacto fallido entre EE UU y Jap¨®n para reducir la caza de ballenas
Tokio solicit¨® mayor dureza contra los ecologistas piratas que acosan a su flota - Hillary Clinton estuvo de acuerdo, pero Australia impidi¨® el pacto
Jap¨®n y EE UU alcanzaron un principio de pacto para reducir la captura de ballenas del supuesto programa cient¨ªfico japon¨¦s. Una de las condiciones que puso Tokio, y que EE UU acept¨®, seg¨²n los cables confidenciales de Wikileaks, fue actuar juntos contra Sea Shepherd, los piratas ecol¨®gicos, una ONG cuyo escudo es una calavera y cuyos barcos -siempre pintados de negro- tan pronto liberan atunes de las granjas del Mediterr¨¢neo como acosan a los balleneros japoneses.
El 4 de noviembre de 2009, la representante estadounidense ante la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CBI), M¨®nica Medina, se reuni¨® en Tokio con el jefe de la agencia pesquera japonesa, Katsuhiro Machida. Medina expres¨® que "hay lugar para que Jap¨®n reduzca su cuota actual de capturas" y asegur¨® que trabajar¨ªa para que la UE y Australia no vetaran el pacto. La CBI trabajaba en un texto que reducir¨ªa el cupo japon¨¦s a la mitad y salvar¨ªa 14.000 ballenas en 10 a?os, El director de la agencia de pesca japonesa, Katsuhiro Machida, se?al¨® que hab¨ªa asuntos fuera de la CBI que ten¨ªan influencia sobre la posici¨®n de Jap¨®n. Uno de ellos eran "las violentas protestas de Sea Shepherd, que podr¨ªan limitar la flexibilidad negociadora de Jap¨®n". Y se?al¨® que "Pa¨ªses Bajos deber¨ªa actuar contra Sea Shepherd", ya que utiliza bandera holandesa, pero que "apreciaba la iniciativa del Gobierno de EE UU de afrontar el status de exenci¨®n fiscal de la organizaci¨®n". La exenci¨®n fiscal es el sistema que permite desgravar las ayudas a ONG americanas. Sea Shepherd fue fundada en EE UU en 1981 por Paul Watson, que cuatro a?os antes hab¨ªa abandonado Greenpeace. Medina replic¨® que "cre¨ªa que el Gobierno de EE UU era capaz de demostrar que el grupo no merece el status de exenci¨®n fiscal debido a sus acciones agresivas y perjudiciales".
El objetivo era salvar 14.000 grandes cet¨¢ceos en un periodo de 10 a?os
Islandia y Noruega no siguen las pautas de la Comisi¨®n Internacional
El 14 de noviembre, el Departamento de Estado envi¨® un cable confidencial firmado por Hillary Clinton a sus Embajadas clave: las de Jap¨®n, Australia y Nueva Zelanda. En el documento se?alaba que la existencia de nuevos Gobiernos en EE UU y Jap¨®n -que en agosto eligi¨® un Gobierno del Partido Dem¨®crata- daba una "oportunidad ¨²nica" para reformar la CBI.
Ambos pa¨ªses se comprometieron a trabajar para "conseguir una reducci¨®n significativa de la cuota ballenera actual de Jap¨®n". Adem¨¢s, Tokio aceptar¨ªa no pescar m¨¢s ballenas jorobadas ni rorcuales comunes en el hemisferio sur, donde la presi¨®n de Australia y de los ecologistas es cada vez mayor. A cambio, EE UU apoyar¨ªa la legalizaci¨®n de "actividades balleneras de peque?a escala y sostenibles en la costa de Jap¨®n" y la ratificaci¨®n de leyes que "garanticen la seguridad en el mar". Esa frase esconde la petici¨®n de Tokio de actuar contra Sea Shepherd. El 5 de enero de 2010, un pesquero japon¨¦s choc¨® contra el barco ecologista Ady Gil. Acab¨® hundido en puerto, y quien era entonces el timonel, Pete Bethune, denunci¨® en la prensa de Nueva Zelanda que fue hundido por los ecologistas para conseguir publicidad, algo que la ONG niega.
El cable pide conseguir un acuerdo interino que reduzca la cuota ballenera. El despacho a sus legaciones pide "al nivel m¨¢s alto posible" que impulsen la reforma de la CBI. Su argumento es que "la CBI no ha funcionado durante muchos a?os debido a la polarizaci¨®n de sus miembros".
En 1985 la CBI (en la que hay 88 pa¨ªses representados) acord¨® una moratoria a la caza comercial de ballenas. Islandia y Noruega no se sintieron vinculadas por el acuerdo y siguieron cazando ballenas. Jap¨®n s¨ª firm¨® en un primer momento, pero luego sigui¨® su ejemplo. Bajo un llamado programa cient¨ªfico, caza al a?o unos 850 ejemplares de rorcual aliblanco (Tokio insiste en que hay unos 100.000 ejemplares) y otras 100 ballenas de distintas especies.
El acuerdo supuso un gran avance a favor de las ballenas, pescadas hasta casi la extinci¨®n en la primera mitad del siglo XX: desde que se aprob¨® la moratoria, cada a?o la reuni¨®n de la CBI acaba en nada. La comisi¨®n tiene que aprobar cualquier cambio por un 75% de los votos, lo que explica la par¨¢lisis. Por eso el cable del Departamento de Estado admite: "Sabemos que hay un asunto importante relacionado con la seguridad de los barcos japoneses de investigaci¨®n que hay que tratar".
Es la forma de mencionar a Sea Shepherd, un tema recurrente. El viceministro de Exteriores de Jap¨®n, Shuji Yamada, traslad¨® a EE UU que esta era "la ¨²ltima oportunidad" para conseguir un pacto en la CBI y repiti¨® la petici¨®n de Jap¨®n de actuar contra la organizaci¨®n, "que crea situaciones muy peligrosas en el mar". Estados Unidos replic¨® que "da la m¨¢xima prioridad a la seguridad de los buques y de la vida en alta mar y a?adi¨® que, si descubr¨ªan cualquier violaci¨®n de las leyes de EE UU, actuar¨ªan". Tokio respondi¨® que "ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil para Jap¨®n avanzar en la negociaci¨®n en la CBI si EE UU actuara contra Sea Shepherd".
El director general adjunto de la agencia de pesca de Jap¨®n, Yamashita, se?al¨®, seg¨²n otro cable, que "el acoso de la Sea Shepherd Conservation Society hab¨ªa evitado que la flota japonesa cumpliera su cuota los ¨²ltimos a?os". Yamashita, seg¨²n el cable confidencial de la Embajada de Tokio, advirti¨® de que "el Gobierno de Jap¨®n se ver¨ªa presionado si el acoso de Sea Shepherd continuaba incluso despu¨¦s de conseguido un acuerdo en la Comisi¨®n Ballenera que rebajara la cuota". El representante de EE UU replic¨® que "el Gobierno de EE UU est¨¢ preocupado por la seguridad de la vida en el mar y est¨¢ mirando la actividad de Sea Shepherd".
El 4 de febrero pasado, el ministro de Medio Ambiente australiano, Peter Garrett, comunic¨® a la Embajada en Canberra que la propuesta era "inaceptable" para el Ejecutivo australiano y que necesitar¨ªan crear un santuario en la Ant¨¢rtida.
En junio de 2010, la CBI se reuni¨® en Agadir (Marruecos). Pese a que Jap¨®n anunci¨® que hab¨ªa puesto "sangre y sudor" para el pacto, acept¨® reducir las capturas, pero no dejarlas a cero. Sea Shepherd prosigui¨® su lucha y el 31 de diciembre pasado anunci¨® que hab¨ªa localizado la flota japonesa. Ayer mismo se produjo la primera escaramuza seria entre estos escologistas y tres arponeros nipones. Nada ha cambiado.
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