Los despidos colectivos pierden gas
Hasta noviembre, los ERE afectaron a 55.000 personas, el 56% menos que en 2009
A Valent¨ª Vila, de 52 a?os, le asaltaron todos los temores el d¨ªa en que la compa?¨ªa Iberpotash anunci¨® un expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) para casi la totalidad de sus trabajadores de las minas de potasa de S¨²ria y Sallent. A finales de 2009 la empresa opt¨® por suspender de empleo a 790 trabajadores durante seis meses por la ca¨ªda de ventas de potasa, de la que se extraen productos fertilizantes. "Nos aseguraron que era un paro temporal, pero en momentos de crisis nunca sabes qu¨¦ puede pasar y muchos trabajadores temieron lo peor", explica Vila, que lleva 21 a?os trabajando en el ¨¢rea de fabricaci¨®n de la mina de S¨²ria. La angustia se desvaneci¨® pronto: tres meses y medio antes de lo previsto regresaban a sus puestos de trabajo, ya que Iberpotash levantaba el ERE al haber recuperado sus ventas en los mercados extranjeros.
Los sindicatos atribuyen la ca¨ªda a que se toc¨® fondo en el a?o 2009
Menos del 20% de los expedientes fueron de extinci¨®n total de empleo
Desde el pasado mes de septiembre, Vila y sus compa?eros de las plantas de S¨²ria y Sallent vuelven a trabajar, de manera que han dejado de formar parte de la lista de empleados afectados por expedientes en Catalu?a, que despu¨¦s de alcanzar cifras r¨¦cord en los ¨²ltimos dos a?os, disminuy¨® en 2010. Entre enero y noviembre del a?o pasado, 54.500 trabajadores sufrieron un ERE, el 56% menos que en los 11 primeros meses de 2009, cuando hab¨ªa casi 124.000 empleados afectados. Los 2.780 ERE presentados por las empresas catalanas hasta noviembre de 2010 representan una reducci¨®n del 21,4% respecto al mismo periodo del a?o anterior.
Menos de un 20% de estos expedientes son de extinci¨®n total del puesto de trabajo. La mayor¨ªa de las empresas que han presentado regulaciones colectivas han optado por los expedientes temporales, que se basan en reducir horas de trabajo o suspender empleos temporalmente. Se usa, por ejemplo, para sortear situaciones como una dr¨¢stica ca¨ªda de ventas, con la esperanza de que los trabajadores puedan regresar cuando pase el mal momento.
La esperanza es a veces vana. Lo saben los trabajadores de la planta de la multinacional alemana Basf Construction Chemicals de Palau-solit¨¤ i Plegamans. Hace un a?o, la empresa, dedicada a productos qu¨ªmicos para la construcci¨®n, present¨® un ERE que dej¨® en la calle a 36 trabajadores. La plantilla confiaba en que la medida le pemitir¨ªa recortar costes y garantizar la continuidad de la f¨¢brica, pero hace unas semanas se anunci¨® el cierre definitivo de la planta, lo que dej¨® sin aliento a los trabajadores. "El problema es que la mala noticia llega cuando todav¨ªa sufro las consecuencias del ERE del a?o pasado, que dej¨® en la calle a mi ex mujer. Ahora tengo una hipoteca por pagar y una hija por mantener, y no me puedo permitir quedarme sin empleo", dice Juan Luis Romero, de 40 a?os. La empresa ha anunciado que de los 99 empleados, 42 ser¨¢n despedidos y el resto ser¨¢n reubicados en sus plantas de L'Hospitalet o del centro de Espa?a.
No menos desesperanzados est¨¢n los trabajadores de Indo. La empresa ¨®ptica, en concurso de acreedores, tiene sobre la mesa un ERE que afectar¨¢ a casi 300 trabajadores. El objetivo del recorte es, seg¨²n la compa?¨ªa, asegurar su viabilidad, pero los emplados tienen razones para dudar de ello. "En los ¨²ltimos a?os han aplicado un ERE tras otro y siempre nos han dicho que era el ¨²ltimo, pero la realidad nos ha ido demostrando lo contrario", asegura Blas S¨¢nchez. De m¨¢s de un millar de trabajadores que ten¨ªa el grupo en Espa?a, quedar¨¢n 400 tras el nuevo ERE.
Los sindicatos CC OO y UGT valoran con prudencia y muchas puntualizaciones el descenso del n¨²mero de ERE y de trabajadores afectados registrado en el ¨²ltimo a?o. Ambas organizaciones sostienen que la ca¨ªda se debe a que "ya se ha tocado fondo" tras el acusado repunte de los dos a?os anteriores. "Se ha llegado a una situaci¨®n en la que casi ya no quedan puestos de trabajo por destruir", sentencia Noel Climent, coordinador de pol¨ªtica sectorial de CC OO. Camil Ros, secretario de pol¨ªtica sindical de UGT, agrega que a partir de septiembre la destrucci¨®n de empleos ha repuntado. "En los ¨²ltimos d¨ªas hemos visto que varias grandes empresas farmac¨¦uticas han anunciado ajustes de plantilla o cierres porque la ley lo permite si alegan que no van a ganar tanto dinero como antes", denuncia Ros. Los sindicatos coinciden en que la reforma laboral "no est¨¢ generando m¨¢s empleo y de m¨¢s calidad como hab¨ªa prometido el Gobierno".
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