Bombardear la guerra

Obsesionado con Asturias, el PP, su papel, y los medios, Francisco ?lvarez Cascos estar¨¢ analizando con cuidado estos d¨ªas todo lo que se dice y escribe de ¨¦l. Y rememorar¨¢ la crisis que ¨¦l desat¨® en 1998, con la escisi¨®n de Sergio Marqu¨¦s y el URAS. Entonces, superado el conflicto, perdido el poder que el PP hab¨ªa alcanzado tres a?os antes por primera vez en el Principado, Cascos acudi¨® a clausurar el congreso del partido renovado a su gusto. Y realiz¨®, con filminas y todo, un an¨¢lisis de texto ante los 1.100 entregados compromisarios para arremeter contra la prensa. La manipulaci¨®n que hall¨® en EL PA?S la cre¨ªa evidente. En un titular negativo este peri¨®dico hab¨ªa destacado que la OTAN bombardeaba Yugoslavia. En otro positivo, que Javier Solana daba la orden de parar la guerra. Cascos, esta vez, ha vuelto a bombardear el PP de Asturias en una guerra eterna que sigue sin cicatrizar.

Dicen sus partidarios, que nadie sabe bien cuantos son pese a las p¨¢ginas y firmas de apoyo, que con ¨¦l se habr¨ªa recuperado otra vez el Principado. Nadie en el PP maneja esos datos. No existe encuesta alguna del partido con una valoraci¨®n cient¨ªfica de su aportaci¨®n. No se ha hecho. El ¨²ltimo sondeo interno, de hace tres meses, sit¨²a al PP ocho puntos por encima del PSOE sin precisar con qui¨¦n. Ahora, con este l¨ªo, no se sabe qu¨¦ pasar¨¢. Pero si se presentara, aunque fuera con una plataforma local, desde luego dividir¨ªa y restar¨ªa votos al PP en favor del PSOE.

Esa salida de tono de ponerse a disposici¨®n de no se sabe bien qu¨¦ proyecto pol¨ªtico local fue la que m¨¢s sorprendi¨® ayer en G¨¦nova y el entorno de Mariano Rajoy, con el que nunca se ha acabado de llevar bien. Si consideraba esa opci¨®n de acabar rivalizando con el PP, deb¨ªa haberla preparado hace tiempo. Pero en el PP no entienden entonces por qu¨¦ esper¨® hasta el pasado jueves para empadronarse en Luarca, donde no tiene ra¨ªces, justo el ¨²ltimo d¨ªa h¨¢bil para poder votar y presentarse a las elecciones del 22 de mayo. Los actuales dirigentes del PP asturiano, criados y alentados por Cascos entonces, no entienden nada. No comprenden cuando habla de democracia interna y de congresos extraordinarios, los procedimientos que ahora reclamaba para su abortada candidatura. Marqu¨¦s fue nominado por Cascos a dedo sin que Aznar le hubiera visto jam¨¢s, y desde luego no se convoc¨® ni el comit¨¦ electoral regional ni el nacional. El siguiente y actual presidente, Ovidio S¨¢nchez, se enter¨® de su candidatura por un teletipo, llam¨® a Cascos y ¨¦ste le aconsej¨® que se callara. Se present¨® y perdi¨® dos veces. Ahora se retira.