Lo que se piden los Reyes Magos
La lucha contra la crisis econ¨®mica dispara las vocaciones 'reales'
Hasta donde todos sabemos, son tres, viajan en camello y su poder de convocatoria no tiene nada que envidiar al de Lady Gaga. Desde aquella b¨ªblica noche de hace dos mil a?os en que llevaron oro, incienso y mirra a Jes¨²s de Nazaret, dios de los cristianos, no tienen mejor afici¨®n que repartir parvas de regalos a millones de ni?os en la noche del 5 de enero. Sus nombres: Melchor, el de la barba cana; Gaspar, el de la casta?a, y Baltasar, el negro. Si usted a¨²n no quiere renunciar a su m¨¢s tierna inocencia, con estos datos le es suficiente. Lo que sigue a continuaci¨®n es para los que quieren saber la historia real de sus majestades, los Reyes Magos de Oriente.
Resulta que sus tres Altezas Reales, a las que es f¨¢cil encontrar estos d¨ªas por varios centros comerciales al mismo tiempo, tratando de entender los ininteligibles deseos de peque?os con los p¨¢rpados muy abiertos, durante el resto del a?o se convierten en muchos m¨¢s de tres individuos. Visten ropas normales, responden a nombres comunes y tienen que lidiar con la crisis que afecta al resto de los mortales. Sentarse en los tronos de las grandes superficies les supone una ayuda de entre 6 y 10 euros la hora, que, en muchos casos, les amortigua unas tr¨¢gicas Navidades.
Ganan entre seis y 10 euros la hora en los tronos de las grandes superficies
Forman parte del 'gremio' parados, aspirantes a actores y estudiantes
Agencias de publicidad, compa?¨ªas de animaci¨®n, empresas de trabajo temporal y los propios centros les contratan para la Campa?a de Reyes. Los requisitos, a excepci¨®n del que ponen algunas empresas para que el rey Baltasar sea un negro de piel y no de bet¨²n, son por regla general muy escasos. La bolsa de candidatos la componen estudiantes, actores sin ¨¢nimo de encasillarse y "much¨ªsima gente que est¨¢ en paro y ve en esto una salida. Desde profesores a bailarines, e incluso periodistas", afirma Mar¨ªa ?ngeles Fern¨¢ndez, propietaria de Dinamiza Eventos, una de las empresas que trabaja el sector. "La oferta de trabajadores altamente cualificados para este empleo se ha disparado", a?ade Manuel Men¨¦ndez, de la empresa Divertirse.
En Isla Azul, un famoso centro comercial al sur de Madrid, Melchor, Gaspar y Baltasar pasan seis horas diarias haciendo felices a ni?os que mecen en sus rodillas. El resto del tiempo, Melchor no se llama Melchor, sino Javier. Tiene 35 a?os. Desde que hace un a?o cerrara la empresa familiar en la que llevaba trabajando desde hace 20 a?os, esto es "lo primero" que le ha salido. Su hipoteca peligra. Su deseo: trabajo estable. Su compa?ero Gaspar, o Jos¨¦, se qued¨® en el paro tras haber sido durante a?os trabajador externo de los servicios municipales de limpieza. Tiene dos hijos. Para "juntar poco m¨¢s de 1.000 euros", hace unos d¨ªas tambi¨¦n se vest¨ªa de Pap¨¢ Noel. Baltasar es Mario. Tiene 21 a?os y hace seis que vino de Guinea. Trabaj¨® de comercial. Ya no. Pide que le salga alg¨²n otro empleo.
As¨ª, sus omnipresentes r¨¦plicas responden a parecidos patrones. El Melchor de La Vaguada, Carlos Ni?o, de 53 a?os, hace tres que tuvo que cerrar su inmobiliaria "por la crisis" y desde entonces tiene vocaci¨®n de actor. Unas horas de majestad y alg¨²n anuncio alimentan a¨²n sus esperanzas de alg¨²n d¨ªa reabrir su negocio.
Ram¨®n forma parte de la porci¨®n del gremio que utiliza este oficio para conseguir unas ganancias mientras estudia en la Universidad. En Tapa, Tapita, Tap¨®n, la empresa que lo contrata, dan trabajo a otros 16 chicos como ¨¦l. Ram¨®n vive en casa, quiere costearse sus gastos, pero lo logra a duras penas. Este es el ¨²nico curro que ha logrado en todo el a?o.
Jos¨¦, el Gaspar del Isla Azul, sabe como todos los dem¨¢s Reyes que los Gormiti son el juego que m¨¢s piden los ni?os, y Hello Kitty, las peque?as. Tambi¨¦n, como todos los dem¨¢s, pide trabajo. "?Qu¨¦ voy a pedir si no? De lo que sea", se resigna. La broma era obligatoria: "Pero a ver a qui¨¦n se lo demandamos ahora si somos nosotros los Reyes Magos". Lo real, a veces, se esconde tras una barba de pega.
![Los Reyes Magos en el centro comercial Isla Azul, en el sur de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZOJOEDH2N2PIRYEQ5QRPWT5CXY.jpg?auth=7dcad4174281325ea0183fdc79272f4d975edc22d9c26530cca6b42c4646a203&width=414)
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