"La sombra de Cascos es alargada, pes¨® en cada crisis del PP asturiano"
Sergio Marqu¨¦s (Gij¨®n, 1946), anta?o amigo de Francisco ?lvarez-Cascos y compa?ero entre 1976 y la abrupta ruptura entre ambos en 1998, fue expulsado del Partido Popular cuando era presidente de Asturias (el primero y el ¨²nico hasta ahora de esa formaci¨®n) por iniciativa del entonces secretario general del PP y vicepresidente primero del Gobierno. Abogado en ejercicio, Marqu¨¦s renunci¨® en 2007 a la presidencia de Uni¨®n Renovadora Asturiana, el partido que promovi¨® tras su expulsi¨®n y del que sigue siendo militante.
Pregunta. ?Le han sorprendido los ¨²ltimos acontecimientos?
Respuesta. No puedo hacer juicios de valor sobre intenciones y voluntades de una persona, y m¨¢s cuando se est¨¢ moviendo en el ¨¢mbito de una ambig¨¹edad calculada y no sabemos a¨²n si va a crear un partido o va incorporarse a alguno ya existente, ni cu¨¢l es el prisma ni los fundamentos desde los que llevar¨¢ a cabo su proyecto. Pero no me ha extra?ado ni lo m¨¢s m¨ªnimo.
"Las posibilidades para otro partido en la comunidad son muy peque?as"
"Jam¨¢s le hab¨ªa escuchado defender la dignidad de Asturias"
"No es el primer secretario general del PP que hace esto. Ya lo hizo Vestrynge"
P. Hay quien plantea paralelismos entre esta crisis y aquella que vivi¨® usted en 1998.
R. No es lo mismo. Se dice que el PP asturiano siempre se rompe cuando tiene posibilidad de gobernar. Pero no es as¨ª. En 1998 est¨¢bamos ya en el Gobierno y ni aquello fue suficiente para evitar lo que pas¨®. Por eso no me extra?a lo que est¨¢ ocurriendo, porque se ha gestionado exactamente igual que cuando est¨¢bamos en el poder en Asturias. Ahora solo hay una expectativa de volver al Gobierno.
P. Pero usted fue expulsado del PP y ?lvarez-Cascos no.
R. ?sa es la otra gran diferencia. S¨®lo despu¨¦s de que se me expulsara del PP y del grupo parlamentario, y de que mis propios compa?eros me presentaran una moci¨®n de censura, se promovi¨® la Uni¨®n Renovadora Asturiana. Ahora es totalmente distinto: nadie ha sido expulsado y tampoco se ha abierto expediente sancionador alguno. Aqu¨ª estamos ante una persona que se ha ido del partido. Comparar las dos situaciones es como equiparar un huevo y una casta?a. Otra cosa es que haya coincidencias en las formas con las que la direcci¨®n nacional del PP ha gestionado las dos situaciones, ignorando y no contestando a las firmas de militantes y a las opiniones de cargos p¨²blicos que piden una recapacitaci¨®n.
P. Entonces quien actu¨® as¨ª fue Cascos, que era el secretario general. ?Le han tratado ahora a ¨¦l con la misma medicina?
R. Por supuesto. Ya se sabe que "con la misma vara que midieres, ser¨¢s medido". Las cosas no han cambiado. La mec¨¢nica en el PP ha sido la misma entonces y ahora.
P. ?Es por cultura de partido?
R. Me imagino que s¨ª. Para un partido es m¨¢s importante el propio partido que cualquier otra circunstancia.
P. ?El partido o el aparato de poder del partido?
R. Todos los partidos tienen el mismo problema. Los partidos son sanedrines que toman decisiones y en los que los cargos electos no responden ante sus electores sino ante los aparatos, que son los que deciden si repites o no como candidato.
P. Cascos ha sido muy cr¨ªtico con el PP, con su direcci¨®n y sobre todo con Mariano Rajoy. ?Tiene motivos?
R. Ni me ocupa ni me preocupa. Pero lo que es tremendamente llamativo es que hasta ahora el PP fuese para ¨¦l el paradigma de todas las virtudes, y ahora lo considera peor que una bayeta de fregar. Es un cambio copernicano. Yo no hago juicios de valor: constato hechos.
P. ?l fue secretario general del PP durante diez a?os. Quiz¨¢ esperaba otra consideraci¨®n.
R. No es el primer secretario general del PP que se va y que concurre con otro partido: ya lo hizo Jorge Verstrynge.
P. ?Por qu¨¦ el PP asturiano es tan volc¨¢nico y repite crisis tan duras?
R. Hay una pugna permanente por el poder que genera tensiones. Otra cosa es que haya formas distintas de gestionar esas tensiones. Y a ello se suma el talante. Quiz¨¢ en el PP asturiano hay talantes m¨¢s dr¨¢sticos y duros.
P. En la crisis de 1998 y en la de ahora hay un mismo protagonista activo: ?lvarez-Cascos.
R. Indudablemente, la presencia de una determinada persona que ten¨ªa y ha tenido altos cargos en el partido acaba teniendo un efecto catalizador. Y ah¨ª aparece el talante de cada cual. En esas dos crisis, como en otras menores que hubo entre ellas, siempre se repiti¨® la presencia de Cascos como figura recurrente. Cada vez que hubo un problema en el PP asturiano la figura de Cascos no era ajena. La sombra de Cascos siempre fue alargada y pes¨® en todas las crisis. Desde luego, yo no creo que el equipo de Rajoy haya tomado una decisi¨®n a la ligera al descartar a Cascos como candidato. Por lo tanto, alguien deber¨ªa explicar por qu¨¦ se opt¨® por una alternativa y no por otra.
P. ?Toma como un sarcasmo que quien lo expuls¨® a usted aduciendo que "es preferible partido sin Gobierno que Gobierno sin partido" arremeta ahora contra su partido e impulse una ruptura porque no se le elige candidato?
R. Por supuesto. Tendr¨¢ que explicar por qu¨¦ entonces dijo una cosa y ahora propugna otra. Y si estaba equivocado entonces o lo est¨¢ ahora, cuando dice todo lo contrario que en 1998.
P. Cascos justifica la fundaci¨®n de un nuevo partido con la necesidad de devolver la dignidad a Asturias y restaurar el protagonismo y respeto que se merece. Pero cuando era vicepresidente del Gobierno, viajaba a Asturias con delegaci¨®n de poderes de Aznar para que los presidentes asturianos (no lo practicaba en otras regiones) no pudieran presidir los actos oficiales a los que ¨¦l acud¨ªa.
R. Arrepentidos los quiere Dios. Yo jam¨¢s hab¨ªa escuchado en su boca ese discurso que ahora esgrime en defensa de la dignidad de Asturias. Quiz¨¢ lo hizo y yo no lo o¨ª. Pero mucho me temo que lo hace ahora porque si quiere encontrar un hueco para otro partido, tendr¨¢ que hacer este tipo de pronunciamientos para no fundar el PP bis.
P. ?Hay sitio en Asturias para otro partido?
R. Las posibilidades para otro partido son muy peque?as porque Asturias es una de las regiones donde m¨¢s consolidado est¨¢ el sistema bipartidista. De las nueve comunidades del norte de Espa?a, solo en Asturias las fuerzas regionalistas carecen de peso en las instituciones y en los centros de decisi¨®n. Asturias es una isla.
P. ?Tendr¨¢ Cascos mucha capacidad de arrastre?
R. Nunca he cre¨ªdo en la figura de los salvadores de la patria. Aunque las personas influyen, lo determinante son los programas y el ideario. Y hasta que no sepamos su propuesta no podemos valorarlo. Pero si se basa solo en el carisma de una persona, la f¨®rmula ser¨¢ d¨¦bil.
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