Rajoy echa el resto en Asturias para arrinconar a Cascos

Asturias es el ¨²nico lugar de Espa?a donde el PP se enfrenta a su peor enemigo: el propio PP. O mejor dicho una escisi¨®n, el Foro Asturias, encabezada nada menos por el que fuera durante 15 a?os todopoderoso secretario general del partido, vicepresidente del Gobierno y mano derecha de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Francisco ?lvarez Cascos. Al principio, cuando Rajoy decidi¨® darle un portazo -despu¨¦s de meses en los que todo el entorno de Rajoy aseguraba que Cascos ser¨ªa su candidato- el PP pens¨® que el ex ministro no ten¨ªa ninguna posibilidad. Despu¨¦s, cuando present¨® su partido y empez¨® a salir en todos los medios, el PP se asust¨®. Y ahora, con la campa?a en marcha, la maquinaria del partido a tope y la evidencia de que es muy dif¨ªcil hacer campa?a sin estructura nacional y sin gran cobertura medi¨¢tica, como le sucede a Cascos, el PP est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s tranquilo.

Los populares creen que el fen¨®meno Cascos se est¨¢ desinflando como un sufl¨¦. Pero por si acaso, para rematar esa ca¨ªda y evitar sorpresas de ¨²ltima hora, Mariano Rajoy organiz¨® ayer un gran mitin en Oviedo, con m¨¢s de 2.000 personas, y un mensaje directo contra Cascos: "Asturias est¨¢ muy por encima de los intereses personales de nadie, Asturias necesita un partido con respaldo en Madrid y en Europa". Dentro del PP, donde Cascos ha dejado algunos amigos pero sobre todo muchos agraviados y enemigos, ya corren todo tipo de teor¨ªas sobre esos intereses personales de Cascos. Y Rajoy no hizo m¨¢s que apuntalar en p¨²blico esa imagen tan dura de Cascos, la de que s¨®lo ha vuelto a la pol¨ªtica por intereses personales.

Cascos fue el primer mentor de Rajoy, y en 1990 le hizo vicesecretario general. Pero ahora la ruptura es total y la batalla parece personal. Un buen resultado de Cascos ser¨ªa un fracaso de Rajoy, que decidi¨® ¨¦l solo -aunque ahora lo niegue- dar el portazo al ex ministro para colocar a la candidata de la estructura regional, Isabel P¨¦rez Espinosa. El PP asume que tal vez necesite el apoyo de Cascos para gobernar -en ning¨²n caso lo har¨ªa presidente, insisten- y por eso necesita sacarle al ex ministro el m¨¢ximo n¨²mero de esca?os de diferencia para negociar mejor. A¨²n as¨ª, Rajoy dijo en el mitin: "Vamos a gobernar en Asturias en solitario, que es como queremos gobernar". Una victoria de Cascos sobre el PP ser¨ªa una debacle que nadie se plantea.

Todos los oradores anteriores recordaron con dolor lo mal que lo ha pasado este partido, que cuando parec¨ªa tener posibilidades de victoria se vuelve a romper, como en 1998, cuando estaba en el Gobierno y lo perdi¨® tras otra escisi¨®n. Rajoy se mostr¨® optimista. Record¨® que hace cuatro a?os el PSOE le gan¨® al PP por solo 3.000 votos, con lo que superarle es posible, y as¨ª poder gobernar con el apoyo de Cascos o en minor¨ªa, siempre que el PSOE no sume con IU.

Casi todo el discurso de Rajoy era contra Cascos, aunque no lo cit¨® en ning¨²n momento: "Ahora con mucha m¨¢s raz¨®n, emerge lo que es la ¨²nica alternativa. Lo importante es no dividir el voto, no tirar los votos a la papelera, apostar por una gran fuerza como el PP". Y por ¨²ltimo, le lanz¨® la ¨²ltima andanada a su gran rival, que todo el mundo entendi¨®: "Ni Espa?a ni Asturias est¨¢n para experimentos ni para satisfacer los deseos personales de nadie. Esto es muy serio, nos lo tomamos en serio".

Cascos, mientras, lejos de estos grandes y caros m¨ªtines, se dedica a recorrer cada d¨ªa los pueblos asturianos, a pedir el voto casa a casa, en un modelo de campa?a a la antigua usanza. ?l sigue convencido de que su victoria es posible, y cree que las encuestas -sobre todo la ¨²ltima del CIS, que le daba lejos del PP- est¨¢n mal hechas entre otras cosas porque preguntan a los ciudadanos por su partido, muy desconocido, y no por el candidato, al que todo el mundo conoce.