Derecho al pataleo
El a?o comienza como termin¨® el pasado: bajo la dictadura feroz de los mercados y las presiones insoportables de los organismos internacionales sobre los Gobiernos democr¨¢ticos para que apliquen sus recetas ultraliberales.
Los Gobiernos socialistas de Espa?a, el central y los auton¨®micos, se han visto obligados a ejecutar muchas de las directrices emanadas de esos mercados.
El presidente Gri?¨¢n inauguraba el a?o reconociendo que las "ofensivas especulativas de los mercados financieros" hab¨ªan afectado "a muchas de las pol¨ªticas, e incluso de las convicciones, que nos han venido acompa?ando en los ¨²ltimos tiempos".
Es la primera vez, que recuerde, que un alto dirigente socialista espa?ol reconoce que algunos de sus principios ideol¨®gicos se han visto trastocados por la presi¨®n de los especuladores. Es posible que no les haya quedado otro remedio. Como dijo en este peri¨®dico el ex presidente socialista extreme?o Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra: "O nos prostituimos (cedemos) o nos suicidamos".
Eligieron la primera opci¨®n. El resultado est¨¢ a la vista: poco a poco se debilita y recorta el Estado del bienestar, perjudicando m¨¢s a quienes menos tienen.
El nuevo a?o amenaza con otros hachazos al modelo social. M¨¢s carnaza para aplacar la voracidad de los especuladores. La cuesti¨®n es qui¨¦n y c¨®mo aplaca a los m¨¢s perjudicados, los trabajadores. La cuesti¨®n es si deben seguir soportando estoicamente esa pol¨ªtica de recortes o si ha llegado la hora de rebelarse.
El historiador brit¨¢nico Tony Judt escribi¨® en Algo va mal (Editorial Taurus): "Hay mucho sobre lo que indignarse". Citaba "las crecientes desigualdades en riqueza y oportunidades; las injusticias de clase y de casta; la explotaci¨®n econ¨®mica; la corrupci¨®n, el dinero y los privilegios que ocluyen las arterias de la democracia".
Por desgracia, conclu¨ªa Judt: "los socialdem¨®cratas est¨¢n a la defensiva y tratan de excusarse". Son exigencias de los mercados, nos dicen. Se debe a la "encrucijada hist¨®rica" que sufrimos, en palabras de Gri?¨¢n.
As¨ª, con socialdem¨®cratas en el poder, se han producido en unos meses importantes recortes en las conquistas sociales logradas por los trabajadores durante d¨¦cadas de lucha. Bajan los salarios de los funcionarios, congelan las pensiones, desaparecen el cheque beb¨¦ y los 426 euros de los parados sin subsidio, suprimen desgravaciones fiscales en la vivienda...
Adem¨¢s, se endurecer¨¢n las condiciones para percibir una pensi¨®n digna y todo parece indicar que se ceder¨¢ ante los empresarios en el tema de la negociaci¨®n colectiva, despu¨¦s de haberles facilitado un despido m¨¢s r¨¢pido y barato.
Sumen la subida de los precios en los servicios b¨¢sicos, luz, gas, transporte, gasolina...
Para colmo, esas medidas golpean exclusivamente en las espaldas de los m¨¢s d¨¦biles. Con algunas excepciones: la Junta de Andaluc¨ªa ha subido discretamente los impuestos directos (IRPF) a quienes ganan m¨¢s de 80.000 euros. Pero los especuladores (que originaron la crisis) no solo escapan ilesos, sino que exigen que los d¨¦biles se aprieten a¨²n m¨¢s el cintur¨®n: ?Trabajar m¨¢s y cobrar menos!, ped¨ªa el ex presidente de la patronal, D¨ªaz Ferr¨¢n.
Lo resum¨ªa con claridad en este peri¨®dico, desde su rinc¨®n malague?o de la cala de Mijas, el escritor Jos¨¦ Luis Sampedro: "El sistema ha organizado un casino para que siempre ganen los mismos".
Ante este negro panorama y con casi un mill¨®n de parados en Andaluc¨ªa, ?qu¨¦ hacer? ?Pasar de la pol¨ªtica y abstenerse en las pr¨®ximas elecciones? ?Dejar todo el terreno de juego a la derecha, que aplicar¨¢ su catecismo con m¨¢s fervor y dureza? ?O echarse a la calle?
Aunque resulte dif¨ªcil frenar la oleada ultraliberal que nos azota, reivindiquemos al menos el derecho al pataleo.
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