Miedos
El a?o 11 de este siglo comienza en Espa?a bajo un clima de miedo, pesimismo y desaliento generalizados. Los comentarios navide?os se han movido entre las lamentaciones por el final del a?o 10, descalificado como el m¨¢s sombr¨ªo de la crisis, y los malos augurios sobre el 11, al que ya se presagia como incluso todav¨ªa peor. Pero eso es confundir la realidad con el temor (o con los malos deseos, de acuerdo con el s¨ªndrome nihilista de que cuanto peor mejor), pues los hechos demuestran que 2010 fue mucho mejor que los anteriores: el paro ya solo creci¨® en 175.000 personas, frente a los 800.000 de 2009 y el mill¨®n de 2008. De modo que la tendencia de la econom¨ªa real es positiva, aguard¨¢ndose para 2011 una clara mejor¨ªa.
Tanto tirios como troyanos temen en el a?o 11 de este siglo al cenizo Zapatero
Entonces, ?a qu¨¦ viene tanto pesimismo agorero? Es verdad que la inflaci¨®n vuelve a subir mientras el crecimiento tardar¨¢ en recuperarse, con lo que el fantasma de la estanflaci¨®n amenaza de nuevo. Pero en realidad lo peor de la crisis ya ha quedado atr¨¢s, y a partir de aqu¨ª solo podemos mejorar, aunque no sepamos c¨®mo ni cu¨¢ndo suceder¨¢. Y sin embargo, el clima de temor al futuro, interesadamente propagado por los mensajeros del miedo, contin¨²a paraliz¨¢ndonos a riesgo de reducirnos a la impotencia. De ah¨ª el car¨¢cter parad¨®jico de la reciente encuesta del CIS, cuyas cifras demuestran que seguimos cayendo en el catastrofismo colectivo aunque hayamos recuperado el optimismo respecto a nuestro futuro personal.
?C¨®mo explicar tama?a contradicci¨®n? ?Qui¨¦n tiene inter¨¦s en hacer del 11 un a?o fat¨ªdico en vez de esperanzador, d¨¢ndolo ya por perdido cuando a¨²n no ha hecho m¨¢s que empezar? Podr¨ªamos culpar al mensajero, pues es sabido que por deformaci¨®n profesional para el periodista solo son noticia las malas noticias. Y dada la crisis por la que atraviesa la prensa escrita, el miedo es el ¨²nico mensaje omnipresente que fluye por las redes medi¨¢ticas. Pero si bien los medios amplifican los temores colectivos, no son ellos quienes los inventan, se limitan a retransmitirlos en directo. Entonces ?a qui¨¦n culpar?
Una posible explicaci¨®n es el contagio de los mercados financieros, que solo especulan con las expectativas creadas descontando los datos de la econom¨ªa real. Para Wall Street y la City, 2010 fue el a?o de la crisis del euro, cuando se pudo lograr ping¨¹es beneficios apostando en corto a la baja contra la deuda de sus pa¨ªses perif¨¦ricos. Y atendiendo a esta definici¨®n financiera de la realidad econ¨®mica, se espera que 2011 sea todav¨ªa peor: es decir, mucho mejor para los acreedores especulativos. De ah¨ª que sus portavoces aut¨®ctonos, los neoliberales del mundillo financiero nacional, est¨¦n igualmente interesados en propagar id¨¦nticas expectativas sobre un nefasto 2011. As¨ª que, en ¨²ltimo extremo, el miedo al a?o 11 es efecto indirecto del temor que nos inspiran los todopoderosos mercados financieros.
Pero dado el descr¨¦dito del que gozan los fat¨ªdicos mercados, para que logren contagiarnos el miedo colectivo es imprescindible la interesada cooperaci¨®n de sus c¨®mplices necesarios: los estrategas pol¨ªticos y medi¨¢ticos que sirven a la oposici¨®n. En ¨²ltima instancia, es al PP a quien m¨¢s le interesa hacernos creer que 2011 es un a?o perdido, en el que las cosas no har¨¢n m¨¢s que empeorar mientras siga gobernando un Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en el que los mercados no pueden confiar. Y que solo mejorar¨¢n en 2012, cuando por fin vuelva a gobernarnos el liberal Partido Popular, en quien los mercados financieros han depositado todas sus complacencias. As¨ª, para la derecha pol¨ªtica y medi¨¢tica, el miedo al a?o 11 se debe al temor que debe inspirarnos el propio Zapatero.
Con lo cual llegamos a la clave pol¨ªtica del enigma de 2011: ?seguir¨¢ Zapatero en el Gobierno o tirar¨¢ la toalla, dej¨¢ndose amedrentar por el miedo esc¨¦nico al a?o 11? Curiosamente, este mismo enigma es tambi¨¦n propagado desde las filas del partido en el poder, pues las bases del PSOE, al igual que las del PP, est¨¢n atenazadas por el temor a lo que har¨¢ o dejar¨¢ de hacer Zapatero. ?Renunciar¨¢ a presentarse en 2012, abdicar¨¢ en la liebre Rubalcaba, abrir¨¢ su proceso sucesorio, disolver¨¢ las Cortes anticipadamente? Pero tambi¨¦n: ?sabr¨¢ llevar adelante las reformas estructurales que ha prometido hacer, podr¨¢ vencer la resistencia de los sindicatos, lograr¨¢ sortear la dictadura de los mercados? Y sobre todo: ?determinar¨¢ con su nefasto maleficio la derrota del partido en las elecciones del 2011?
As¨ª que en realidad, tanto para tirios como para troyanos, el miedo al a?o 11 es el temor al cenizo Zapatero. Pero ?de verdad es tan temible como nos quieren hacer creer? ?Qui¨¦n teme al lobo feroz?
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