31 especies de agua dulce han llegado a los r¨ªos gallegos desde hace un siglo

Los r¨ªos gallegos han acogido en sus aguas a, al menos, 31 nuevas especies en el ¨²ltimo siglo. Son peces, anfibios, insectos, plantas, moluscos, invertebrados, reptiles, mam¨ªferos y crust¨¢ceos que han llegado de otros tantos rincones del mundo de las formas m¨¢s heterog¨¦neas. Traslados de tierras, transporte mar¨ªtimo o, sobre todo, el mercado de los acuarios, han tra¨ªdo a ejemplares que, en algunos casos, pueden amenazar el h¨¢bitat gallego, seg¨²n un estudio de la Universidade da Coru?a.

La almeja asi¨¢tica, el cangrejo rojo americano, el pez mosquito o plantas acu¨¢ticas como el jacinto de agua son algunas de las especies que han llegado a Galicia en un siglo. Sin embargo, la comunidad ha tardado m¨¢s que el resto de Espa?a en acoger a estas variedades. Se advert¨ªan con a?os de diferencia. Mar¨ªa J. Servia, una de las autoras del estudio publicado en la revista Biodiversity and Conservation, explica que no ha sido hasta mediados de los a?os noventa cuando comenzaron a detectarse nuevas especies pr¨¢cticamente al mismo tiempo que en otros puntos de la pen¨ªnsula, donde se han registrado 88 en los ¨²ltimos 100 a?os. Esto coincide en el tiempo con el Tratado de Schengen (1995), que permiti¨® la apertura de las fronteras de los pa¨ªses europeos para la libre circulaci¨®n de personas y mercanc¨ªas. Los investigadores consideran que ah¨ª se produjo un punto de inflexi¨®n que igual¨® a Galicia con otros territorios en cuanto al n¨²mero de nuevas especies en sus aguas.

Investigadores de la Universidade da Coru?a piden mayor regulaci¨®n

"Aunque la introducci¨®n de nuevos ejemplares de vertebrados se ha ralentizado, en los ¨²ltimos a?os la entrada de invertebrados y plantas contin¨²a en ascenso, en muchos casos procedentes del comercio de los acuarios", explica Fernando Cobo, autor principal del estudio. Servia a?ade que se intuye un tr¨¢fico oculto por medios como Internet que quedan fuera del control de autoridades y cient¨ªficos.

Los investigadores abogan por la necesidad urgente de regulaci¨®n de este tipo de comercio. "Aunque, salvo casos excepcionales, son percibidas como inofensivas, las especies invasoras constituyen una grave amenaza para la conservaci¨®n de la biodiversidad donde se establecen porque compiten con las especies aut¨®ctonas", explican. Es especialmente preocupante en Galicia, seg¨²n Servia, porque las cuencas de la comunidad son peque?as y, aunque hay algunos embalses, no suelen ser grandes y no se registran importantes niveles de contaminaci¨®n industrial. Se conservan muchos "endemismos", lo que facilita que el asentamiento de especies for¨¢neas "pueda suponer un cambio importante".