El Constitucional italiano limita el blindaje judicial de Berlusconi

En un ejercicio de finezza muy democristiana, el Tribunal Constitucional italiano hizo suyas ayer dos objeciones se?aladas por los jueces de Mil¨¢n que intentan juzgar a Silvio Berlusconi y declar¨® parcialmente inconstitucional la Ley 51/2010, conocida como "ley del leg¨ªtimo impedimento". El ¨²ltimo escudo del primer ministro, que le ha permitido congelar durante un a?o sus tres procesos penales pendientes, qued¨® desmontado por amplia mayor¨ªa, 12 votos contra tres.

La Corte se limit¨® a rechazar dos apartados por considerar que violaban (como ya sucedi¨® con el Laudo Alfano, el anterior intento de bula) tanto el art¨ªculo 3 de la Constituci¨®n, que afirma que "todos los ciudadanos son iguales ante la ley", como el 138, que exige una ley constitucional para modificar garant¨ªas fundamentales.

Il Cavaliere gan¨® tiempo para lograr la prescripci¨®n de las causas

El tribunal declar¨® ileg¨ªtima la pretensi¨®n de que la presidencia del Gobierno pueda decidir de forma unilateral que el primer ministro no asista a sus juicios por periodos de seis meses continuados y renovables, al declarar inconstitucional el apartado 4 del art¨ªculo primero. Y derog¨® adem¨¢s la parte del apartado 3 que negaba al juez la valoraci¨®n concreta, caso por caso, del alcance del empe?o oficial esgrimido por la defensa como impedimento para no asistir a las audiencias.

La Corte declar¨® infundados el resto de recursos y reinterpret¨® el esp¨ªritu de la ley al decir que debe reflejar "la ¨®ptica de un equilibrio razonable entre las exigencias de la jurisdicci¨®n, el ejercicio del derecho de defensa y la tutela de la funci¨®n de Gobierno, seg¨²n el principio de leal colaboraci¨®n entre poderes". La decisi¨®n pone coto a la irrefrenable lucha de Berlusconi por evitar los tribunales, y como tal fue recibida con ira por el n¨²cleo duro del Pueblo de la Libertad. El coordinador nacional y ministro de Cultura, Sandro Bondi, dijo que la sentencia es un "vuelco de los puntos cardinales de la Constituci¨®n y del orden democr¨¢tico porque concede a la magistratura la superioridad sobre la pol¨ªtica".

M¨¢s cauto se mostr¨® Niccol¨° Ghedini, abogado del primer ministro, parlamentario y padre de la norma, que opin¨® que "la base de la ley ha sido reconocida como v¨¢lida y eficaz". Seg¨²n Ghedini, los jueces habr¨ªan incurrido, eso s¨ª, en "el equ¨ªvoco de pensar que la colaboraci¨®n con los jueces puede ser leal".

El Partido Democr¨¢tico, que pas¨® el d¨ªa, como suele, inmerso en sus luchas intestinas, afirm¨® que la en¨¦sima ley "salvapremier" es ya papel mojado. Filippo Berselli, presidente de la Comisi¨®n de Justicia del Senado, afirm¨®: "me parece que el Constitucional, aun habiendo optado por una decisi¨®n de compromiso que no ha rechazado ni acogido del todo los recursos, ha hecho pedazos el leg¨ªtimo impedimento".

Quiz¨¢ el m¨¢s satisfecho por la decisi¨®n fue Antonio di Pietro, l¨ªder de Italia de los Valores, que recogi¨® las firmas necesarias para celebrar la consulta popular, una v¨ªa a la que el Constitucional dio luz verde el mi¨¦rcoles. "Los ciudadanos podr¨¢n decir alto y claro que incluso Berlusconi debe presentarse ante el juez cuando es llamado y no puede inventarse cada vez una excusa", dijo el ex magistrado.

Mientras tanto, Berlusconi se limit¨® a dejar hablar al Canal 5 de Mediaset, que anunci¨® que el primer ministro acudir¨¢ hoy al popular programa Mattino Cinque para comentar el veredicto. El d¨ªa anterior, el magnate hab¨ªa dicho que le era "totalmente indiferente" la decisi¨®n de los 15 jueces, porque la estabilidad del Gobierno no se ver¨¢ afectada y las acusaciones que pesan sobre ¨¦l (corrupci¨®n en sede judicial, fraude fiscal y apropiaci¨®n indebida) son, dijo, "rid¨ªculas".

La decisi¨®n es en efecto menos terminante que otras veces, pero no por esas razones. Los tres procesos pendientes (casos Mediatrade, Mills y Mediaset) podr¨¢n seguramente reabrirse, pero la en¨¦sima ley ad pers¨®nam ha cumplido ya su gran objetivo, ganar tiempo. En los tres casos, los magistrados que instruyeron las causas han cambiado de puesto, y los procesos recomenzar¨ªan de cero, con lo que prescribir¨¢n antes de llegar a una sentencia definitiva.