La Real machaca al Getafe

El Getafe, siempre a contrapi¨¦; la Real, siempre al contragolpe. As¨ª transcurri¨® la tarde hasta terminar en goleada. La puesta en escena de los locales pareci¨® impecable, pero en una de las posesiones infinitas marca de la casa, Boateng perdi¨® el paso y dej¨® un bal¨®n desamparado a los pies de Zurutuza.

Los de Mart¨ªn Lasarte no hab¨ªan explorado a¨²n la parcela ajena, pero no tuvieron remilgos en armar un contragolpe de manual. Con los azulones descolocados, Xabi Prieto dibuj¨® una rosca acad¨¦mica que Codina apenas acert¨® a palmotear. Miguel Torres complet¨® la pifia y rechaz¨® el bal¨®n con la mano. Xabi Prieto transform¨® el penalti y alter¨® el pulso del partido.

La pizarra azulona se llen¨® de dudas y la presi¨®n donostiarra empez¨® a enredar el prop¨®sito constructivo del Getafe. La Real, c¨®moda en el contraataque, comenz¨® a hurgar en el sistema nervioso de los getafenses. Y pasada la media hora Griezmann refrend¨® las sensaciones del choque. Llorente descosi¨® el costado izquierdo de la zaga y su centro lo emboc¨® de volea Griezmann. Los volantes de la Real certificaban su clase en el c¨¦sped y el marcador con un argumentario poco pretencioso, pero cargado de intenci¨®n. Mientras los de M¨ªchel ca¨ªan en la ret¨®rica en cada posesi¨®n, los ataques donostiarras eran un latigazo permanente.

Los volantes realistas certificaron su clase convirtiendo cada ataque en un latigazo

Tras el descanso, Alb¨ªn sali¨® por Miguel Torres. Pero la apuesta tuvo m¨¢s riesgo que impulso. Los ataques realistas encontraban menos diques de contenci¨®n para sobresalto de Codina. Con el paso de los minutos, Llorente acumulaba fama de reputado delantero. De esos que conocen el oficio y dan vuelo a sus virtudes a fuerza de una abnegaci¨®n conmovedora hasta quedar tieso sobre el tapete.

Incapaz de revertir la situaci¨®n, el Getafe no encontr¨® rendijas por las que filtrar su f¨²tbol romo y se perdi¨® en intentonas triviales. Sin fe y sin orden, los de M¨ªchel convirtieron los ¨²ltimos minutos en un ejercicio irresponsable que deriv¨® en un castigo contundente. Aranburu, con las piernas frescas, aprovech¨® el desbarajuste y lleg¨® donde no alcanzaba el aliento de Llorente para firmar la goleada asaltando de nuevo la espalda de la defensa en dos ocasiones. La Real escapa as¨ª de una din¨¢mica de cuatro derrotas consecutivas con un triunfo de post¨ªn mientras que los de M¨ªchel, ciclot¨ªmicos, contin¨²an sin cogerle el pulso al a?o nuevo, en el que no conocen la victoria.