?Qu¨¦ viene Aznar!

Este fin de semana, Sevilla se ti?e de azul. De azul gaviota. Las huestes del Partido Popular, con su gran capit¨¢n al frente, toman la ciudad.

Faltos de ideas y de programa (si lo tienen, lo ocultan), con sus l¨ªderes mal valorados en las encuestas, a pesar de que sus siglas aparezcan moment¨¢neamente como favoritas, los populares han tenido que echar mano de su gu¨ªa, su l¨ªder m¨¢ximo, su referente hist¨®rico e ideol¨®gico, ?su caudillo?: Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

Ser¨¢ Aznar, el flamante consejero de Endesa, quien inaugure la Convenci¨®n Nacional del PP que reunir¨¢ a m¨¢s de 3.000 dirigentes del partido en la capital andaluza. Preparan el asalto electoral, municipal y auton¨®mico, de mayo.

Estar¨¢n los presidentes auton¨®micos, los barones y muchos de sus alcaldes. Habr¨¢ premios para los mun¨ªcipes que mejor se hayan portado. ?Estar¨¢ entre ellos el alcalde de Alhaur¨ªn el Grande?

Premian las buenas pr¨¢cticas municipales, una de ellas "favorecer el desarrollo urbano y rural". ?Y acaso no promovi¨® Juan Mart¨ªn Ser¨®n el urbanismo en su pueblo? Claro que, seg¨²n el fiscal, cobrando una pasta a cambio de licencias ilegales. Por ello, le piden cuatro a?os y medio de c¨¢rcel. Un detalle sin importancia para el PP.

De las tres ponencias a debate, la referida a las instituciones est¨¢ resuelta. Intervendr¨¢n los presidentes auton¨®micos, a los que Aznar ya les ha marcado el camino: hay que modificar el Estado de las autonom¨ªas, "porque Espa?a no da para tener 17 instituciones". Dice m¨¢s. Afirma que el Estado espa?ol es "marginal". Las comunidades lo han despojado de competencias, por lo que "no es viable ni pol¨ªtica ni financieramente".

La derecha espa?ola vuelve al huerto en el que pastaba en la transici¨®n. Nunca le gust¨® el Estado de las autonom¨ªas, ni los llamados nacionalismos perif¨¦ricos, ni el caf¨¦ para todos, como demostraron en Andaluc¨ªa al oponerse frontalmente al 28-F.

La derecha no cree en el autogobierno. No le gusta la democracia descentralizada, aquella que se organiza de abajo arriba. Han pasado del Espa?a se rompe a la Espa?a inviable. Terminar¨¢n en lo suyo de siempre, la Espa?a Una, Grande... y del PP.

No les gusta, salvo cuando no les queda m¨¢s remedio que tragar. ?Recuerdan la tajada de Estado que entreg¨® Aznar a vascos y catalanes en 1996 para que apoyaran su investidura? Seguro que Rajoy y Arenas se acuerdan: formaron parte de su gobierno. Aquellas competencias cedidas fueron tan sustanciosas para los nacionalistas que Xavier Arzalluz pronunci¨® esta ya hist¨®rica frase: "He conseguido m¨¢s en 14 d¨ªas con Aznar que en 13 a?os con Felipe Gonz¨¢lez".

Se habla mucho de la reforma del Estado auton¨®mico. Incluso los socialistas hablan de la necesidad de revisarlo. Pero revisar su funcionamiento, sus duplicidades, controlar el gasto. Aznar y los suyos reman en otra direcci¨®n: quieren adelgazarlo (Rajoy), podarlo (Cospedal). En palabras de Ram¨®n J¨¢uregui, ministro de la Presidencia, quieren "recentralizar, renacionalizar" el poder.

Rajoy y Arenas est¨¢n de acuerdo con el gran l¨ªder. Asumen el documento que el pasado a?o alumbr¨® FAES, cerebro ideol¨®gico del PP desde donde Aznar imparte consignas. Pero no les escucharemos ni una palabra estos d¨ªas de c¨®nclave sevillano que pueda incomodar a sus posibles electores. En especial a los dudosos. Al voto fronterizo. En Andaluc¨ªa, al andalucismo residual. Porque, ?se imaginan a Arenas diciendo que quiere menos competencias si llega a la presidencia de la Junta?

Aznar lo dice porque ya es de otra galaxia. ?l mismo lo reconoc¨ªa la pasada semana en Le¨®n: "Voy a hacer un poquito de Aznar". Lo hizo y pronunci¨® recias (y rancias) palabras, como esas de recuperar "una gran fuerza para la naci¨®n espa?ola".

Firmes. ?Qu¨¦ viene Aznar!