El Congreso de EE UU reprende la pol¨ªtica comercial de Hu Jintao

En un clima mucho menos amable del que encontr¨® un d¨ªa antes en la Casa Blanca, el presidente de China, Hu Jintao, recibi¨® ayer una dura reprimenda de parte del Congreso norteamericano, que le exigi¨® pr¨¢cticas comerciales m¨¢s justas, un mayor respeto a los derechos humanos, entre los que incluyeron la condena del aborto, y una pol¨ªtica m¨¢s firme frente a Corea del Norte. Como saldo, fue un trago amargo que Hu tuvo que pasar resignadamente con el objetivo de consumar el ¨¦xito de este viaje.

Su visita al Congreso, donde se daba por descontado que Hu ser¨ªa objeto de un fr¨ªo recibimiento, es una prueba de que el presidente chino conoce las reglas del sistema norteamericano, su equilibrio del poder, y la necesidad de jugar de acuerdo a ellas si realmente quiere una nueva era de entendimiento con EE UU, como parece ser.

Los congresistas piden una mayor protecci¨®n de la propiedad intelectual

Los principales l¨ªderes del Congreso hab¨ªan rechazado la invitaci¨®n de Obama para acudir en la noche del mi¨¦rcoles a la cena de gala que el presidente ofreci¨® a su colega. Unos alegaron desinter¨¦s por los actos sociales, otros consideraron un exceso tanta distinci¨®n a un invitado de tan dudoso historial democr¨¢tico y alguno, como el l¨ªder dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, aludi¨® llanamente a Hu como "un dictador".

Reid es uno de los que ayer se vio con Hu en el Capitolio. Junto a ¨¦l estuvieron sus colegas del Senado John McCain, republicano, y John Kerry, dem¨®crata, dos especialistas en seguridad y pol¨ªtica internacional. Hablaron, entre otras cosas, de derechos humanos y, aunque las sesiones fueron privadas, ha trascendido que el presidente chino repiti¨® m¨¢s o menos lo que hab¨ªa dicho el d¨ªa anterior en la rueda de prensa, su aceptaci¨®n de que China deb¨ªa hacer m¨¢s en esa materia y que estaba dispuesto a hacerlo.

Por dura que haya sido la sesi¨®n para Hu en el Senado, nada comparable a la de la C¨¢mara de Representantes. En el Senado, en ¨²ltima instancia, ha conversado con pol¨ªticos veteranos y expertos que saben de la trascendencia de este viaje y, aunque est¨¢n obligados a hacerse eco de los recelos de la opini¨®n p¨²blica norteamericana hacia China, entienden las reglas de la alta diplomacia.

En la C¨¢mara de Representantes, en cambio, tuvo que lidiar con un grupo muy ideologizado, que le plante¨® asuntos tan delicados como el aborto en China, y con la osad¨ªa de quien no conoce a fondo las relaciones internacionales y est¨¢ m¨¢s preocupado de las elecciones a las que tendr¨¢ que someterse de nuevo el a?o que viene. "Hemos abordado los principales desaf¨ªos, incluida la necesidad de una mayor protecci¨®n de la propiedad intelectual en China y de contener el comportamiento agresivo de Corea del Norte. Tambi¨¦n hemos planteado en t¨¦rminos muy duros nuestra preocupaci¨®n por las violaciones de los derechos humanos en China, incluida la falta de libertad religiosa y el uso coercitivo del aborto como consecuencia de la pol¨ªtica de un solo hijo", inform¨® el presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, por medio de un comunicado. "Los l¨ªderes chinos tienen la posibilidad de hacer mucho m¨¢s sobre esos asuntos y EE UU tiene la responsabilidad de mantenerlos bajo control", a?adi¨® el l¨ªder republicano.

En la C¨¢mara de Representantes hay varias iniciativas en marcha para castigar comercialmente a China si no procede r¨¢pidamente a la revaluaci¨®n de su moneda y si no abre realmente sus mercados a los productos norteamericanos. Ninguna de esas iniciativas se ha abierto paso por ahora en el proceso legislativo, pero penden como espada de Damocles que en cualquier momento podr¨ªa dar al traste con el proceso de "amistosa competencia" emprendido por Obama y Hu.

Por esa raz¨®n Hu pas¨® por el Capitolio y por esa raz¨®n tambi¨¦n la Casa Blanca conf¨ªa en que el presidente chino sea capaz de cumplir con las promesas hechas sobre derechos humanos. Aunque el presidente goza de amplios poderes en el manejo de la pol¨ªtica exterior, el Congreso posee instrumentos suficientes para sabotearla si lo cree conveniente.

Hasta ahora, los s¨ªntomas apreciados tras la rueda de prensa del mi¨¦rcoles no son halag¨¹e?os. Las palabras de Hu sobre derechos humanos fueron ignoradas por los medios chinos.