La agresividad de Cavaco tras la victoria complica la cohabitaci¨®n en Portugal
Un duro discurso del presidente dificulta la colaboraci¨®n con el Gobierno socialista
La reelecci¨®n de An¨ªbal Cavaco Silva como presidente de Portugal abre numerosos interrogantes, a pesar de las voces que interpretan el veredicto de las urnas como un triunfo de la estabilidad. Las dudas aparecieron la misma noche electoral, tras el discurso del ganador, en el que predomin¨® un inusitado tono de confrontaci¨®n. El pol¨ªtico equilibrado, comedido e institucional desapareci¨® de un plumazo para dar paso a un orador resentido que descalific¨® a todos sus adversarios, sin excepci¨®n, en un tono tremendamente agresivo.
Puede que el rencor que destilaban las palabras de Cavaco el domingo por la noche, con la victoria en el bolsillo, fuera el ¨²ltimo rescoldo de la batalla electoral. Pero la realidad es que el papel moderador y amortiguador de tensiones que supuestamente debe desempe?ar el presidente de la Rep¨²blica, y que Cavaco reivindic¨® durante toda la campa?a, ha quedado en entredicho.
El pol¨ªtico conservador ha descalificado a todos sus adversarios
La incertidumbre es mayor si se tiene en cuenta la gravedad de la situaci¨®n econ¨®mica de Portugal -reconocida por todo el mundo-, y los riesgos de una crisis pol¨ªtica. En esta direcci¨®n apuntan los escenarios que se barajan desde hace semanas en distintos medios: remodelaci¨®n del Gobierno, disoluci¨®n del Parlamento, Gobierno de iniciativa presidencial, elecciones anticipadas, nuevas medidas de ajuste, rescate financiero por parte de la Uni¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Cavaco Silva (conservador) y el primer ministro, Jos¨¦ S¨®crates (socialista), prometieron durante la campa?a electoral que la colaboraci¨®n institucional estaba garantizada. El jefe del Gobierno lo reiter¨® cuando ya se conoc¨ªa el resultado de la votaci¨®n. Pero el discurso del domingo ha sido el peor comienzo para una nueva etapa de buen entendimiento entre dos dirigentes con escasa sinton¨ªa personal y pol¨ªtica.
Los n¨²meros no admiten discusi¨®n. Cavaco Silva gan¨® en la primera vuelta con el 52,94% del escrutinio y fue el candidato m¨¢s votado en todos los distritos. Pero no es menos cierto que ha obtenido 543.327 votos menos que hace cinco a?os. En n¨²mero de votos, el resultado de Cavaco ha sido el m¨¢s bajo en unas elecciones presidenciales en democracia. La abstenci¨®n del 53,37%, equivalente a 5.139.726 votos, significa que m¨¢s de la mitad del electorado no quiere a ninguno de los seis candidatos, incluido Cavaco Silva.
Las elecciones presidenciales supondr¨¢n con toda probabilidad el fin de la carrera pol¨ªtica de Manuel Alegre, el candidato socialista derrotado. El mensaje que transmiti¨® la noche electoral -"la derrota es m¨ªa y no de quienes me apoyaron"-, le honra, pero no dejar¨¢ de pasar factura a los dos partidos que le respaldaban, el socialista y Bloco de Esquerda.
El 19,75% conseguido por Alegre es menos de la mitad del 46,37% de votos que obtuvieron en total las dos formaciones en las elecciones legislativas celebradas en septiembre de 2009.
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