Berlusconi ganar¨ªa las elecciones si se votara hoy
Los esc¨¢ndalos no da?an a Il Cavaliere, seg¨²n los sondeos
La pregunta del mill¨®n de euros, c¨®mo siguen aguantando los italianos a Berlusconi, es seguramente una de las frases m¨¢s o¨ªdas en los bares mundiales en los ¨²ltimos d¨ªas. En Italia, la cuesti¨®n divide a los analistas, mientras los institutos demosc¨®picos sacan sus tropas a la calle y cuando vuelven se encuentran la misma respuesta de los ¨²ltimos 17 a?os. Pese al esc¨¢ndalo Ruby, si hoy hubiera elecciones generales, el Pueblo de la Libertad, el partido de Silvio Berlusconi, seguir¨ªa obteniendo el 30% de los votos, por encima del Partido Democr¨¢tico, que no pasa del 27%.
Los sondeos revelan que, de momento, el esc¨¢ndalo Ruby le ha quitado pocos seguidores al magnate. La simpat¨ªa y el rechazo que provoca el primer ministro m¨¢s longevo de la II Rep¨²blica italiana (casi 10 a?os en el poder) siguen tan igualados como siempre. Si acaso, sus detractores son ahora m¨¢s radicales: la mitad de los italianos piensa que Berlusconi debe dimitir a causa del caso Ruby, la otra mitad considera que no hay motivos, o dicho en italiano, se ne frega (le da igual).
Apoyo y rechazo al primer ministro italiano siguen muy igualados
Los sabios ayudan a entender algunas cosas. Eugenio Scalfari, fundador de La Repubblica, ha dicho que "Berlusconi cuenta todav¨ªa con el cheque en blanco de ese tercio de italianos individualistas, desinformados y pasotas que solo esperan de la pol¨ªtica que les deje vivir en paz". Seg¨²n Giancarlo Santalmassi, ex director de Radio 24, la respuesta al enigma es doble: "Uno, no hay alternativa; dos, es el jefe de la tribu: ha militarizado la informaci¨®n, y la potencia del grupo de intereses econ¨®micos que representa es inmensa. La pregunta sutil ser¨ªa por qu¨¦ el Parlamento lo sostiene todav¨ªa. La respuesta es que con esta ley electoral, la suerte de los onorevoli (diputados) depende directamente del capo, y sigue siendo mejor eso que ponerse a trabajar".
Los sondeos no revelan da?os graves en la intenci¨®n de voto para Berlusconi, sobre todo porque la oposici¨®n sigue siendo inexistente. Sin pulso, d¨¦bil, y alejado de los millones de italianos y, sobre todo, italianas, que se indignan y sue?an con una Italia distinta, el centro-izquierda de Massimo D'Alema y Walter Veltroni no moviliza a casi nadie.
El sacerdote Filippo di Giacomo piensa que la clave de esa distancia es el dinero. "Cuando Veltroni reapareci¨® el otro d¨ªa en el Lingotto, hoy centro de congresos y un d¨ªa la primera f¨¢brica de FIAT, en las primeras filas estaban sentados algunos de los personajes m¨¢s ricos de Italia, todos ellos reci¨¦n llegados de sus villas en el Caribe, Malindi (Kenia) o Tailandia. Esa es hoy la izquierda italiana, una especie de nouvelle cuisine, nada en el plato y todo en la cuenta. El m¨¢s pobre tiene siete casas. Los mileuristas no fueron invitados al discurso, estaban en el guardarropa cuidando de los abrigos de piel. Y los obreros tampoco, porque estaban renunciando a sus derechos adquiridos para poder seguir trabajando en la FIAT".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.