Los expertos proponen restringir un tercio el tr¨¢fico privado en Barcelona
Las limitaciones se aplicar¨ªan a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes
La medida clave que plantean los expertos del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) a la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para frenar la excesiva poluci¨®n en la ciudad no solo consiste en mantener la limitaci¨®n de 80 kil¨®metros por hora, sino tambi¨¦n en introducir urgentemente, este mismo a?o, otra restricci¨®n: las zonas de baja emisi¨®n, donde se prohibir¨ªa el acceso a los veh¨ªculos privados (responsables del 50% de la emisi¨®n de part¨ªculas y del 40% del di¨®xido de carbono). Esta medida afectar¨ªa a al menos un tercio de los 620.000 veh¨ªculos privados que conforman el parque urbano de la ciudad.
Barcelona excede los l¨ªmites legales fijados por la Uni¨®n Europea (UE) en part¨ªculas contaminantes (PM10) desde que la normativa entr¨® en vigor, en 2005, y el nivel m¨¢ximo de di¨®xido de nitr¨®geno que la ley comunitaria aplica a partir de este a?o.
La poluci¨®n causa 3.500 muertes anuales en el ¨¢rea metropolitana
Los cient¨ªficos defienden que la Generalitat y el Ayuntamiento deben trabajar de inmediato para implantar las zonas de baja emisi¨®n en dos tandas: en una primera fase, en 2011, para limitar el acceso de veh¨ªculos muy contaminantes al centro de la ciudad, y en otra posterior y m¨¢s restrictiva, en 2013, para hacer lo mismo con los veh¨ªculos no tan contaminantes.
La zonas de baja emisi¨®n, ya aplicadas en una cuarentena de ciudades de Alemania, Austria, la Rep¨²blica Checa e Italia, adem¨¢s de Londres, se basan en clasificar los veh¨ªculos atribuy¨¦ndoles distintos colores o categor¨ªas en funci¨®n de sus emisiones contaminantes. Los resultados son bastante alentadores. En Berl¨ªn, por ejemplo, por ese sistema se han reducido las emisiones un 10%. La clave del ¨¦xito de la implantaci¨®n de esas zonas es ser riguroso y aplicar sanciones, apuntan t¨¦cnicos consultados.
En el caso de Barcelona, los expertos indican que la medida es especialmente necesaria en el Eixample, uno de los puntos negros en emisi¨®n de contaminaci¨®n del continente, con una densidad de 6.100 turismos por kil¨®metro cuadrado.
El CSIC considera m¨¢s eficaces las zonas de baja emisi¨®n que los peajes urbanos. "Pagando el peaje se puede acceder a la ciudad con veh¨ªculos muy contaminantes y eso beneficia a los ciudadanos con mayor poder adquisitivo", concluye Xavier Querol, experto en contaminaci¨®n ambiental. "Sin reducirlos, combatir la contaminaci¨®n resulta inviable", a?ade.
Sin embargo, en algunas ciudades la introducci¨®n del peaje ha sido clave. En Londres, la reducci¨®n del tr¨¢fico se calcula en un 50% y en Estocolmo pagar por circular ha comportado la reducci¨®n del 15% del tr¨¢fico y de las emisiones.
En todo caso, introducir m¨¢s limitaciones al tr¨¢fico interno en Barcelona se considera urgente por las exigencias legales de la Comisi¨®n Europea, pero sobre todo por el riesgo sanitario que supone la contaminaci¨®n para los barceloneses. "Tiene una incidencia evidente en la mortalidad", advierte Jordi Sunyer, catedr¨¢tico de la Universidad Pompeu Fabra y codirector del Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa Ambiental (CREAL). Este centro concluye que en el ¨¢rea barcelonesa mueren unas 3.500 personas al a?o por enfermedades vinculadas directamente a la excesiva contaminaci¨®n.
Por ello, los expertos consideran que no se pueden anular medidas encaminadas a la reducci¨®n de la contaminaci¨®n, como la zona 80 del entorno de Barcelona. Es m¨¢s, creen que deber¨ªan extenderse a otras ¨¢reas donde se exceden los niveles legales.
Frente a las voces que restan efectividad a esa medida, los t¨¦cnicos destacan ejemplos como el de Rotterdam, que aplic¨® la zona 80 en 2002 en v¨ªas de acceso a zonas residenciales y las emisiones bajaron un 30%. En algunas ciudades de Austria tambi¨¦n est¨¢ vigente la limitaci¨®n de 80 kil¨®metros por hora.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 37
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