Milton Rogovin, fot¨®grafo de los olvidados
Retrat¨® barrios marginales y reservas indias durante 50 a?os
Milton Rogovin vivi¨® m¨¢s de la mitad de sus 101 a?os dirigiendo el foco de su c¨¢mara a los m¨¢s desprotegidos por la sociedad: los pobres y los desempleados, a los que llamaba "los olvidados", nombre que dio lugar a una serie de retratos tomados durante tres d¨¦cadas a m¨¢s de 100 familias residentes en las zonas desfavorecidas de Buffalo (Nueva York), donde falleci¨® el pasado 18 de enero.
Nacido en Brooklyn el 30 de diciembre de 1909, se licenci¨® en Optometr¨ªa por la Universidad de Columbia en 1931. El peque?o de tres hermanos, tuvo que sufrir la bancarrota del negocio familiar provocada por la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta. Tras ella, trabaj¨® como optometrista en Manhattan, ¨¦poca en la que se convirti¨® en asiduo lector del Daily Worker, peri¨®dico comunista que le acerc¨® la imagen de la sociedad m¨¢s desfavorecida a trav¨¦s del trabajo de los fot¨®grafos Jacob Riis y Lewis Hine.
La prensa local le tach¨® de "rojo n¨²mero uno de Buffalo"
En 1938 se traslad¨® a Buffalo, donde abri¨® su propio negocio de ¨®ptica, que daba servicio sobre todo a los sindicatos de trabajadores. Tras haber servido tres a?os como voluntario en la guerra, en 1942 se cas¨® con Anne Snetsky y volvieron a Buffalo, donde se vincul¨® definitivamente con la rama del partido comunista mientras desarrollaba su profesi¨®n dentro del sindicato de ¨®ptica.
Por estas actividades tuvo que testificar en 1957 ante el Comit¨¦ de Actividades Antiamericanas, organismo surgido en medio del anticomunismo que se generaliz¨® en EE UU en plena guerra fr¨ªa. Ante su negativa a hablar, el peri¨®dico Buffalo Evening News lo tach¨® de "rojo n¨²mero uno de Buffalo". ?l y su familia sufrieron tal boicoteo que acab¨® en la ruina.
Sobrevivieron con el salario de maestra de su mujer, y ¨¦l comenz¨® a llenar el obligado tiempo libre tomando fotograf¨ªas de las gentes y barrios m¨¢s desfavorecidos de Buffalo. Eran retratos espont¨¢neos de personas que encontraba en las calles, a las que nunca les dec¨ªa c¨®mo posar ni vestir. "Al principio fue dif¨ªcil, ya que ellos pensaban que yo era de la polic¨ªa o del FBI", declar¨® Rogovin en una entrevista.
En 1961 comenz¨® a exponer sus im¨¢genes gracias a la invitaci¨®n de un amigo suyo, William Tallmadge, profesor de m¨²sica en la Universidad Estatal de Nueva York. El ¨¦xito de esa y otras exposiciones le anim¨® a dedicar m¨¢s y m¨¢s tiempo a la fotograf¨ªa, que empez¨® a considerar como medio de cambio social. En 1972 obtuvo un m¨¢ster de Artes en Estudios Americanos y present¨® su mayor exposici¨®n hasta entonces en la galer¨ªa Albright-Knox de Buffalo.
Durante los siguientes a?os, Rogovin encontraba rincones "olvidados" en las reservas indias de Nueva York y en las comunidades de pa¨ªses como China, Escocia o Espa?a. Con ese material public¨® libros, celebr¨® exposiciones por todo el mundo y su obra pas¨® a formar parte de las colecciones de instituciones como la Biblioteca Nacional de Par¨ªs, el MoMA de Nueva York, el Museo Getty de Los ?ngeles y el Museo Victoria y Alberto de Londres. La Biblioteca del Congreso de EE UU adquiri¨® una parte de su archivo en 1999. Su mujer, Anne, le ayud¨® a organizar sus fotograf¨ªas hasta que falleci¨® en 2003.
"Son personas que no est¨¢n socialmente de moda, pero tienen una intensidad personal que es reflejo de un mundo perdido en medio de una cultura que celebra la belleza y el poder". Esta cr¨ªtica, publicada por Holland Cotter en The Times, sirve de ep¨ªlogo al trabajo de un fot¨®grafo que no abandon¨® nunca su conciencia social. El propio Rogovin lo reflej¨® en una frase que resume su trayectoria: "Toda mi vida me he fijado en el pobre. El rico tiene sus propios fot¨®grafos".
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