Equidad intergeneracional y transparencia: dos pilares b¨¢sicos
En los momentos actuales estamos asistiendo a un controvertido proceso de debate social (m¨¢s propagand¨ªstico que participativo) sobre la situaci¨®n actual y el proceso de reforma de las pensiones en Espa?a. Vamos a permitirnos aportar algunas reflexiones en torno a esta materia.
Hay dos principios fundamentales que en nuestra opini¨®n deber¨ªan respetarse en este proceso: en primer lugar, deber¨ªa asegurarse la equidad intergeneracional; ello significa que las distintas generaciones (la nuestra y las de nuestros hijos, nietos, etc¨¦tera) habremos de compartir de una forma equitativa los costes y los beneficios del sistema de pensiones, y no dejar as¨ª para el futuro un sistema hipotecado y maltrecho financieramente. Por otra parte es tan fundamental como democr¨¢tico que exista una transparencia social en el proceso, lo cual implica que los ciudadanos puedan ejercer el derecho a saber, y conocer as¨ª de forma puntual, detallada e inmediata los datos que manejan, y c¨®mo y por qu¨¦ se adoptan las posturas y se toman las decisiones sobre las futuras pensiones por parte de los responsables pol¨ªticos y los agentes sociales protagonistas en el proceso (sindicatos y organizaciones empresariales). Resulta tan singular como significativa la falta de informaci¨®n p¨²blica sobre esta materia.
La mayor esperanza de vida origina que las personas est¨¦n cada vez m¨¢s a?os en situaci¨®n de pensionistas
La tendencia es aumentar la relaci¨®n entre lo aportado por el trabajador y lo que recibir¨¢ como jubilado
Deber¨ªa darse informaci¨®n clara sobre el coste real de las prejubilaciones y jubilaciones anticipadas
El sistema deber¨ªa ser ajeno a rigideces ideol¨®gicas y responder a consideraciones t¨¦cnicas o cient¨ªficas
Equidad intergeneracional
Como es sabido, el sistema de pensiones vigente se basa en que los trabajadores cotizantes (TC) van realizando aportaciones al sistema, aportaciones que van cobrando los pensionistas (P) que hay en cada momento. Se trata, por tanto, de buscar un equilibro entre lo que aportan los TC y lo que cobran los P, es decir, que las aportaciones sean suficientes para proporcionar en cada momento una pensi¨®n m¨ªnimamente digna a los jubilados. Aunque actualmente se est¨¢ cuestionando la sostenibilidad o viabilidad futura del sistema de pensiones, hemos de indicar que, stricto sensu, el sistema de pensiones siempre resultar¨¢ viable, dado que habr¨¢ en todo caso unos cotizantes que aportar¨¢n dinero y otros, los jubilados, que lo cobrar¨¢n; sin embargo, la cuesti¨®n fundamental es conseguir que las pensiones lleguen a ser m¨ªnimamente dignas para los jubilados del futuro, es decir, m¨¢s que un sistema sostenible habr¨¢ de buscarse un sistema de pensiones Sosteniblemente Digno.
La forma de conseguir un verdadero equilibrio intergeneracional pasar¨¢ por establecer unas bases para que ese equilibrio entre aportaciones y pensiones dignas se mantenga a largo plazo. En la b¨²squeda de ese equilibrio se han de considerar dos tipos de variables: a) Las f¨ªsicas o demogr¨¢ficas (n¨²mero de cotizantes y de pensionistas), y b) Las monetarias (cantidades que cotizan unos y que reciben otros).
Comenzando por las variables demogr¨¢ficas, cabe se?alar que hace tres d¨¦cadas la proporci¨®n de cotizantes sobre jubilados era superior a 4, mientras que en la actualidad ha descendido a 2,5, y se estima que seguir¨¢ descendiendo hasta llegar a 2, o incluso a 1,5 en pocos lustros (si ello fuese as¨ª ser¨ªa complicado entender c¨®mo cada tres cotizantes podr¨ªan mantener dignamente a dos jubilados).
Una de las razones de esa tendencia es que la esperanza de vida de los espa?oles es afortunadamente cada vez mayor, habiendo superado ya los 80 a?os, y parece que por cada d¨¦cada que transcurra a esperanza de vida va a seguir creciendo a un ritmo de entre uno y dos a?os (seg¨²n las estimaciones). Esta creciente esperanza de vida l¨®gicamente origina que las personas est¨¦n cada vez m¨¢s a?os en situaci¨®n de pensionistas o receptores de fondos.
Para corregir o compensar esta tendencia demogr¨¢fica y por tanto el ¨ªndice IC/P, se manejan varias opciones. Una de ellas es alargar la vida laboral de las personas, retrasando su jubilaci¨®n, para que est¨¦n m¨¢s tiempo como cotizantes (TC), y por tanto, menos tiempo como jubilados (P); con ello se consigue un doble efecto de incremento en dicho ¨ªndice (aumento del numerador y disminuci¨®n del denominador). Esta medida ha venido siendo de las m¨¢s debatidas y controvertidas, no solo en Espa?a sino en otros pa¨ªses que ya la han implantado o que est¨¢n considerando hacerlo.
Otra posible magnitud f¨ªsica a considerar es la variaci¨®n del n¨²mero o proporci¨®n de trabajadores cotizantes; lo m¨¢s deseable sin duda para el sistema es un incremento de la proporci¨®n de empleados dentro de la poblaci¨®n activa, e incluso de la propia poblaci¨®n activa; en todo caso esta magnitud no es directamente controlable por los responsables pol¨ªticos y agentes sociales, ya que depende en buena medida de la situaci¨®n y el mayor o menor nivel de bonanza econ¨®mica, siendo en todo caso variable, y realmente limitada para resolver por s¨ª sola el problema de la sostenibilidad a largo plazo de las pensiones.
En lo que se refiere a la utilizaci¨®n de variables esencialmente monetarias para equilibrar cotizaciones y pensiones, existen asimismo diversas alternativas, si bien suelen pasar por aumentar las aportaciones de los cotizantes, y/o reducir la cuant¨ªa de las pensiones recibidas. La tendencia m¨¢s generalizada a nivel internacional radica en un mayor nivel de individualizaci¨®n del sistema, es decir, una mayor relaci¨®n entre lo aportado por cada trabajador y lo que va a recibir como jubilado; esto se puede conseguir aumentando el periodo de referencia para el c¨¢lculo de la pensi¨®n, e incluso llegando a utilizar para el c¨®mputo toda la vida laboral del trabajador. Ello normalmente originar¨¢ una disminuci¨®n media de las pensiones recibidas.
Transparencia
Tan importante o m¨¢s que las estimaciones que hagan unos y otros partidos pol¨ªticos, sindicatos y organizaciones empresariales en torno a las pensiones es, como se ha dicho, que informen a los ciudadanos de los c¨¢lculos que manejan y en los que basan sus opiniones y posturas; a los ciudadanos se les suele considerar con demasiada frecuencia como convidados de piedra en estos procesos, estando normalmente bastante desinformados, y en este supuesto m¨¢s todav¨ªa. Es muy importante fomentar en este proceso la participaci¨®n ciudadana, de forma que la sociedad civil pueda participar en el debate y aportar ideas en este importante proceso.
Ser¨ªa conveniente que se informase asimismo de la situaci¨®n y las diversas propuestas espa?olas en comparaci¨®n a las medidas que han tomado o est¨¢n adoptando otros pa¨ªses de nuestro entorno europeo, en los cuales frecuentemente se han utilizado comit¨¦s de expertos realmente independientes en los procesos de reformas, para contribuir as¨ª a conseguir un modelo de pensiones participativo, neutral y en lo posible consensuado.
Tambi¨¦n ser¨ªa importante que hubiese transparencia e informaci¨®n a los ciudadanos sobre otras cuestiones relacionadas con el sistema de pensiones espa?ol, como por ejemplo el coste real que las prejubilaciones y jubilaciones anticipadas originan al Estado y a los ciudadanos, o sobre determinados reg¨ªmenes especiales de pensiones (por ejemplo, los de parlamentarios, altos cargos, etc¨¦tera). Los ciudadanos tienen, en definitiva, derecho a saber.
Un sistema de pensiones ha de tener, adem¨¢s, credibilidad, y para ello es importante que sea de geometr¨ªa variable, es decir, ajeno, por una parte, a las rigideces de car¨¢cter ideol¨®gico o corporativista, prevaleciendo las consideraciones t¨¦cnicas o cient¨ªficas, y que adem¨¢s conlleve un proceso continuado de control y un r¨¦gimen de revisi¨®n que le permita adaptarse a las circunstancias demogr¨¢ficas, econ¨®micas o financieras existentes en el futuro.
En resumen, lo que sin duda espera el ciudadano es que se haga esta reforma de las pensiones de una forma rigurosa, consensuada, flexible, ajena a las ideolog¨ªas o intereses corporativistas, y sobre todo acompa?ada de un debate abierto y participativo, en el que se sustituyan los intereses particulares por el inter¨¦s social. Este es el desaf¨ªo, y este es el momento.
Jes¨²s Lizcano ?lvarez es catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y presidente de Transparencia Internacional Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.