Las campa?as reducen a la mitad el n¨²mero de fumadores en 30 a?os
Los expertos afirman que las pr¨®ximas iniciativas deben dirigirse a las mujeres
La incidencia del c¨¢ncer de pulm¨®n en Europa Occidental est¨¢ en retroceso entre los hombres. El origen de estos tumores est¨¢ en el 85% o 90% de los casos en el tabaco, por lo que esta tendencia solo tiene una explicaci¨®n: el descenso del tabaquismo. D¨¦cadas de campa?as de concienciaci¨®n sobre los peligros para la salud de los fumadores han conseguido contener la epidemia de c¨¢ncer de pulm¨®n masculina, que alcanz¨® su pico de mortalidad en la UE en 1988 (casi una d¨¦cada despu¨¦s en Espa?a). Ello demuestra que "la estrategia cl¨¢sica contra el tabaquismo ha funcionado", a juicio de Josep Maria Borr¨¤s, coordinador cient¨ªfico de la estrategia contra el c¨¢ncer del Sistema Nacional de Salud.
El efecto del tabaco no desaparece hasta 15 o 20 a?os despu¨¦s de dejarlo
Las j¨®venes son m¨¢s adictas a la nicotina que sus coet¨¢neos
Entre los hombres, se ha pasado de un 62,3% de fumadores en 1978 a un 35,3% en 2007, una evoluci¨®n que ha tenido un impacto directo (aunque lento) en el descenso de este tipo de tumores. Y trat¨¢ndose de c¨¢ncer de pulm¨®n, una ca¨ªda de la incidencia es clave en la letalidad, ya que la supervivencia de los pacientes a los cinco a?os es inferior al 15%.
El proceso de la carcinog¨¦nesis es lento, "tanto para lo bueno como para lo malo", destaca Borr¨¤s. Transcurren dos o tres d¨¦cadas desde que una persona adquiere el h¨¢bito de fumar hasta que aparece el tumor. Y "hasta que no pasan 15 o 20 a?os de dejarlo no se iguala el riesgo con quien nunca ha fumado", afirma. En las enfermedades cardiovasculares o respiratorias el efecto es mucho m¨¢s r¨¢pido.
El descenso del c¨¢ncer de pulm¨®n entre los espa?oles, que comenz¨® hacia 2000, es el premio de d¨¦cadas de concienciaci¨®n, aunque "un 35% de fumadores a¨²n es una tasa alta", dice Borr¨¤s.En las mujeres, la tendencia es opuesta. Comenzaron a fumar m¨¢s tarde, y est¨¢n replicando la curva epid¨¦mica (de momento en la etapa ascendente) de los hombres. Un 23,9% de mujeres espa?olas fumaba en 2007 frente a un 17,6% en 1978. Y lo peor: entre los 16 y los 24 a?os est¨¢n enganchadas a la nicotina el 32,7%, por un 31,1% de los hombres.
Borr¨¤s plantea que las estrategias de concienciaci¨®n no funcionan igual en hombres y mujeres. En ello abunda Carlos Camps, del Grupo Espa?ol de C¨¢ncer de Pulm¨®n. "La modificaci¨®n de actitudes no puede ser la misma en hombres que en mujeres, que se sumaron al h¨¢bito bajo un pseudoesp¨ªritu de modernidad e integraci¨®n sociolaboral".
A pesar de que la incidencia del c¨¢ncer de pulm¨®n aumenta entre las espa?olas (de 12 a 17 casos por 100.000 mujeres entre 2006 y 2012, seg¨²n un estudio de 2010 de Annals of Oncology), Borr¨¤s recuerda que parte de niveles bajos. Por cada ocho tumores de este tipo en hombres hay dos en mujeres. El descenso previsto entre los pacientes masculinos es de 78 a 70 de 2006 a 2012.
Con datos de 2008, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud sit¨²a a Espa?a en la posici¨®n 32 en incidencia de c¨¢ncer. "Estamos muy bien", indica el presidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM), Emilio Alba. En los primeros puestos est¨¢n Dinamarca, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y B¨¦lgica, todos ellos pa¨ªses desarrollados. Es l¨®gico. "La mitad de los tumores aparecen a partir de los 65 a?os" comenta Borr¨¤s, de ah¨ª que en los pa¨ªses con esperanza de vida m¨¢s alta haya m¨¢s casos. En la situaci¨®n de Espa?a tambi¨¦n influyen los buenos h¨¢bitos alimenticios. "Los anglos que comen fatal", apunta el presidente de la SEOM.
Beb¨¦s m¨¢s peque?os por el humo de los bares
Existe un buen n¨²mero de estudios que demuestran que fumar durante el embarazo es un factor de riesgo de sufrir partos prematuros o bajo peso al nacer, y que dicha exposici¨®n se relaciona con menores tasas de supervivencia fetal. Pero hay muchos menos trabajos sobre los efectos en las fumadoras pasivas gestantes. Un art¨ªculo publicado en enero en el Journal of Epidemiology and Community Health demuestra que la exposici¨®n al humo del tabaco en locales de ocio se traduce en reci¨¦n nacidos de menor tama?o.
El trabajo monitoriz¨® el crecimiento fetal en 787 embarazadas a las 12, 20, 32 y 38 semanas de gestaci¨®n entre 2004 y principios de 2006, antes de la entrada en vigor de la primera ley antitabaco. Adem¨¢s de estudiar el efecto del h¨¢bito tab¨¢quico de las madres en el crecimiento fetal, se valor¨® la exposici¨®n a los ambientes cargados en cuatro entornos: la casa, el trabajo, bares y restaurantes y otros lugares de ocio. Entre los fetos de las no fumadoras expuestas al humo de restaurantes y bares se detect¨® ya desde la semana 12 una reducci¨®n de la dimensi¨®n craneal (la referencia de la medida del cuerpo) de un 6% respecto a la media, "lo que podr¨ªa relacionarse en el futuro de la vida del ni?o con restricciones en el desarrollo neurol¨®gico" apuntan dos de los autores del estudio, Carmen ??iguez y Ferran Ballester, investigadores del Centro Superior de Investigaci¨®n en Salud P¨²blica de Valencia.
No se encontr¨® relaci¨®n con la exposici¨®n en casa o el trabajo, donde la concentraci¨®n de humo suele ser menor. De hecho el porcentaje de mujeres expuestas en el trabajo fue el m¨¢s bajo de los entornos valorados. A partir de las 20 semanas, el efecto del tabaco es m¨¢s perceptible. Por ello "dejar el h¨¢bito antes de las 12 semanas sirve para evitar un retraso en el crecimiento", indica Ballester.
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