El r¨¦gimen recurre al miedo para contener a la oposici¨®n

"T¨¢ctica del miedo". Mohamed el Baradei hizo ayer esta acusaci¨®n contra el Gobierno de Hosni Mubarak. Las calles de El Cairo se hab¨ªan convertido en una batalla campal entre manifestantes progubernamentales y antigubernamentales que se enfrentaban despu¨¦s de que columnas organizadas, con una clara estrategia destructiva, irrumpieran en la plaza de la Liberaci¨®n portando fotos del dictador. El ex director del Organismo para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) asegur¨® que hab¨ªan salido a la calle "matones" para "atacar a manifestantes pac¨ªficos" y asegur¨® tener pruebas de que se trataba de "agentes de polic¨ªa vestidos de civil".

"Tenemos sus carn¨¦s de polic¨ªa", afirm¨®. El opositor egipcio pidi¨® en declaraciones al canal Al Yazira, que las Fuerzas Armadas intervengan para proteger a los ciudadanos. Tambi¨¦n insisti¨® en que deben dejar atr¨¢s la neutralidad y tomar cartas en el asunto.

El Baradei asegura que atacaron "agentes de polic¨ªa vestidos de civil"

El vicepresidente egipcio, Omar Suleim¨¢n, inst¨® anoche a todos los manifestantes a regresar a sus casas y respetar el toque de queda para que vuelva la calma. El hasta ahora jefe de los servicios secretos, asegur¨® que el di¨¢logo con las fuerzas pol¨ªticas depende del fin de las protestas en las calles.

Hasta ahora, el Ej¨¦rcito ha permanecido como mero controlador de la situaci¨®n intentando mantener un orden en las manifestaciones pac¨ªficas que cumplen diez d¨ªas consecutivos. Tambi¨¦n rechazaron la violencia lo ocurrido los partidos pol¨ªticos opositores, que el pasado martes trataban de dibujar una hoja de ruta que, ya sin Mubarak en el poder, llevara a una transici¨®n pac¨ªfica. El Baradei, volvi¨® a reiterar ayer que Mubarak debe abandonar el poder antes del viernes. Ese d¨ªa, los movimientos de j¨®venes que est¨¢n liderando la protesta han planeado llevar a cabo una nueva marcha a la que han denominado "El viernes de la partida".

Durante la ma?ana, el Ej¨¦rcito hab¨ªa conminado a los ciudadanos a volver a sus casas. La coalici¨®n por el cambio que encabezan los principales partidos de la oposici¨®n hab¨ªa respondido a este comunicado pidiendo nuevas manifestaciones. Tres de los partidos oficiales que incluyen al liberal Wafd, el izquierdista Tagammu y los partidos nacionalistas naseristas se mostraron en contra de tomar medidas en¨¦rgicas para pacificar los enfrentamientos que se estaban produciendo en el centro de la ciudad.

Los partidos anunciaron estar dispuestos a negociar con el Gobierno. "Hemos decidido entrar en un di¨¢logo para responder a la invitaci¨®n hecha por el vicepresidente Suleim¨¢n, (...) a fin de mantener la seguridad, la seguridad y la estabilidad de la naci¨®n y el pueblo", afirmaron en una declaraci¨®n conjunta.

S¨®lo un d¨ªa antes estos mismos partidos hab¨ªan llegado a un acuerdo con el resto de opositores supeditando cualquier negociaci¨®n a la aceptaci¨®n de unas l¨ªneas generales. La primera de ellas es que Mubarak abandone el poder.

Hist¨®ricamente, los tres partidos han tenido una ambigua relaci¨®n con el r¨¦gimen, que en algunos casos oscilaba de la disidencia al colaboracionismo. "No queremos sustituir la protesta de los j¨®venes por el di¨¢logo. Es responsabilidad de la seguridad del Estado protegerles y advertimos al [gubernamental] Partido Nacional Democr¨¢tico contra estos actos", se?alaba el l¨ªder de los naseristas Samah Ashour en una rueda de prensa.

Mohamed al Beltagy, un ex parlamentario de los Hermanos Musulmanes, advirti¨® que su grupo, la Asamblea Nacional para el Cambio, se mantiene firme en su decisi¨®n de rechazar cualquier tipo de negociaci¨®n con el r¨¦gimen de Mubarak hasta que se den los pasos que se hab¨ªan acordado.

"Wafd y Tagammu s¨®lo se representan a s¨ª mismos, y no est¨¢n autorizados para hablar en nombre de la oposici¨®n", aseguraba el ex parlamentario en declaraciones a un diario egipcio. Al Beltagy se?al¨® adem¨¢s que la extrema violencia que estall¨® durante la jornada de ayer representa el ¨²ltimo intento de Mubarak para mantener el poder en el pa¨ªs.