Antip¨¢ticos soliloquios
En la contraportada del ¨²ltimo trabajo de Daniel Clowes, Wilson, aparecen dos descripciones opuestas del personaje. Est¨¢ la descripci¨®n positiva, con tufillo de necrol¨®gica: un vago con un gran coraz¨®n, marido y padre devoto, soci¨®pata, flor delicada. Y est¨¢ la negativa: un solitario, un idiota, un fantasma, un engre¨ªdo. Una presentaci¨®n as¨ª sugiere que los lectores se ver¨¢n abocados a elegir uno de esos dos bandos. Parece ser as¨ª. Wilson suscita entusiasmos y antipat¨ªas. Ha recibido cr¨ªticas entusiastas que han convertido al personaje en "h¨¦roe de culto" (The New Yorker) y al libro en un incisivo retrato sociol¨®gico -"Clowes ha explorado el tedio y misterio de la vida americana contempor¨¢nea con m¨¢s talento y profundidad que la mayor¨ªa de los novelistas y cineastas" (The New York Times)-. Pero si sus admiradores lo son sin reserva, sus detractores tambi¨¦n. Yo soy uno de ellos: Wilson es deplorable, un tipo pagado de s¨ª mismo, un cretino, una de esas personas que te impulsan a cruzar de acera cuando las encuentras. Daniel Clowes, de quien ya se hab¨ªa publicado en Espa?a la interesante Ice Haven, narra la historia de su protagonista a trav¨¦s de distintos momentos: Wilson pierde a su padre y decide buscar a su exmujer, que cay¨® en las drogas y la prostituci¨®n tras dejarle, y a su hija, que fue dada en adopci¨®n. Cada p¨¢gina posee un ritmo similar al de las tiras de un peri¨®dico: Fraternidad, Madre, Matrimonio, Gordas, Paneg¨ªrico... Wilson se presenta a s¨ª mismo a trav¨¦s de antip¨¢ticos soliloquios. Las vi?etas tienen un detallado estilo realista a veces; otras, recuerdan a los primeros dibujos de Mickey Mouse, infantiles y titubeantes. El uso de distintos trazos crea confusi¨®n en el desarrollo de la historia.
Wilson. Daniel Clowes. Traducci¨®n de Roc¨ªo de la Maya / Montserrat Terrones. Mondadori / La C¨²pula. Barcelona, 2010 / 2011. 84 p¨¢ginas. 17,90 euros.
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