La muerte de ni?os por desnutrici¨®n indigna a la sociedad argentina

El gobernador de Salta, el peronista Jos¨¦ Manuel Urtubey, reconoci¨® esta semana en un programa televisivo que en 2010 murieron en su provincia cinco ni?os v¨ªctimas de la malnutrici¨®n. En lo que va de a?o se ha confirmado ya un caso y otros dos est¨¢n siendo investigados por el mismo motivo: hambre o alimentaci¨®n deficiente. "La desnutrici¨®n infantil es un drama latente en la provincia de Salta", admiti¨® Urtubey, aunque explic¨® que las condiciones han mejorado en relaci¨®n con los datos de hace tres a?os, "cuando mor¨ªan m¨¢s de 30 ni?os al a?o".

Las primeras denuncias de muerte de ni?os por hambre este a?o fueron realizadas por una ONG y por los medios de comunicaci¨®n que recogieron el relato de m¨¦dicos y familiares. La muerte de Leandro, un beb¨¦ de 18 meses, y de Roc¨ªo, una ni?a de tres a?os, procedentes de la zona denominada Tartagal, fue presentada inicialmente como provocada por infecciones. En el ¨²ltimo caso, un ni?o de a?o y medio llamado Juli¨¢n, el certificado de defunci¨®n ya no dej¨® lugar a la pol¨¦mica: "Shock s¨¦ptico por desnutrici¨®n".

La prensa local recogi¨® adem¨¢s testimonios del padre del primer ni?o fallecido, que explic¨® con toda crudeza lo ocurrido: "Cuando volv¨ª del monte a casa mis hijos me ped¨ªan comida, pero yo no ten¨ªa. Aqu¨ª hay d¨ªas que comemos y otros que no. El s¨¢bado, cuando muri¨® Leandro, no hab¨ªamos comido nada", asegur¨®.

A ra¨ªz del esc¨¢ndalo provocado por esa muerte y por la de Roc¨ªo, cuyos padres lograron llevarla a un hospital pero fue devuelta a casa por los m¨¦dicos en cinco ocasiones, las autoridades sanitarias locales empezaron a reaccionar. Seg¨²n el testimonio de algunos miembros de las comunidades afectadas, aparecieron enfermeros que se llevaron a otros cuatro ni?os en serio estado de malnutrici¨®n para ser internados y supervisar su recuperaci¨®n.

La provincia de Salta, situada al norte de Argentina, a unos 1.600 kil¨®metros de Buenos Aires, y que curiosamente est¨¢ experimentando un gran desarrollo tur¨ªstico, tiene una importante poblaci¨®n aborigen, que es la m¨¢s afectada por la desnutrici¨®n y el abandono. Urtubey asegur¨® que el Estado "controla" 100.000 ni?os en esas comunidades, pero el nuevo esc¨¢ndalo demuestra que esa cifra es insuficiente y que deben existir muchos m¨¢s fuera de todo tipo de mecanismos de ayuda.

La zona m¨¢s afectada es la llamada Tartagal, con un alto ¨ªndice de poblaci¨®n ind¨ªgena, de 50 comunidades distintas. Seg¨²n portavoces de esas comunidades, el problema del hambre se recrudeci¨® con el cierre de los colegios, donde existen comedores p¨²blicos (el verano austral comienza en diciembre), y el aumento del precio de los alimentos, que ha hecho que las ayudas sociales de 1.000 pesos mensuales destinadas a otros comedores comunitarios no alcancen para comprar abastecimientos suficientes. El calor y la ingesta de agua en malas condiciones fomentan adem¨¢s las diarreas y v¨®mitos infantiles. Todos ellos son peligros conocidos, que las autoridades debieron prever pero que, una vez m¨¢s, no han atajado ni controlado a tiempo.

La indignaci¨®n por la muerte de ni?os (o de ancianos) v¨ªctimas de la malnutrici¨®n en el norte de Argentina es recurrente y suele estar impulsada por ONG y algunos grupos m¨¦dicos, pero no ha conseguido a¨²n que un pa¨ªs que es uno de los gigantes agroalimentarios del mundo, cree una red institucional capaz de erradicar el hambre, especialmente entre las comunidades ind¨ªgenas.