El Camino sigue
La Biblioteca y el Archivo abren sus puertas en la Cidade da Cultura compostelana
Santiago es, por naturaleza y derecho propio, una ciudad de extremos: lluviosa, monta?osa, temperamental y dura. El pedazo de tierra acodado m¨¢s al noroeste de Europa -que anta?o llamaban Finisterre, es decir, el fin del mundo- no deja indiferente. El camino que conduce a los peregrinos hasta su catedral, el casco antiguo con su enjambre de callejuelas (los rueiros), las losas de piedra de la R¨²a do Franco, los soportales de la R¨²a do Villar o las escalinatas de la Praza do Quintana embrujan al viajero. Tambi¨¦n lo consigue la Praza do Abastos; recorrerla supone viajar al pasado: en ese tradicional mercado, mujeres vestidas de negro venden quesos de tetilla, grelos, carne gallega y mucho marisco. Ni rastro de esa p¨¢tina de modernidad que ha invadido mercados como el de la Boquer¨ªa de Barcelona o el madrile?o San Miguel. Esa autenticidad funciona: no en vano la Praza es lo segundo m¨¢s visitado tras la catedral, seg¨²n su propia web.
El ¨²ltimo "a?adido" de Santiago, la Ciudad de la Cultura (Cidade da Cultura), tampoco deja impasible. Ni a sus visitantes ni a los compostelanos. Proyectada en el Monte Gai¨¢s, una peque?a colina situada al este de la ciudad, por el estadounidense Peter Eisenman, la Cidade ha dado aut¨¦nticos quebraderos de cabeza. La raz¨®n: sus n¨²meros y su desproporci¨®n. Once a?os de obras, 686.000 metros cuadrados de parcela (784 veces un campo de f¨²tbol), 175.000 metros cuadrados urbanizados, 52.000 metros cuadrados edificados y un presupuesto cuatro veces mayor que el inicial (unos 400 millones de euros). Para unos, la Cidade es un s¨ªmbolo de la desmesura; para otros, un hermoso ejercicio de arquitectura que pone una pica en la contemporaneidad. Su objetivo es ser un foco tur¨ªstico tan atractivo como lo es la catedral.
Ajenos al debate, los colosos de piedra crecen. Cuando la obra est¨¦ terminada, la Cidade da Cultura sumar¨¢ seis edificios. Desde el 11 de enero, se pueden visitar el archivo, de 14.000 metros cuadrados, y la biblioteca, de 26.000. Sorprenden sus formas curvas, mucho m¨¢s dif¨ªciles de levantar que las l¨ªneas rectas. El imponente coloso dista unos dos kil¨®metros de la catedral, pero en esta tierra ondulante y pedregosa, dos kil¨®metros son muchos. Si no se dispone de coche, lo suyo es alcanzar el monte en autob¨²s (s¨¢bados y domingos a las 12.00 y a las 17.00 desde la sede de la Fundaci¨®n Ciudad de la Cultura, R¨²a de San Roque, 2), para lo que es necesario reservar plaza (www.cidadedacultura.org, 881 99 75 70 entre las 9.00 y las 14.00). Tambi¨¦n se puede alcanzar el monte en las l¨ªneas C9 (entre semana y domingos) y C5 y C6 (s¨¢bados). El acceso en coche no es sencillo: la se?alizaci¨®n hacia la Ciudad de la Cultura no se terminar¨¢ de colocar hasta Semana Santa. Otro dilema: el Ayuntamiento habla de construir un telef¨¦rico que conectar¨ªa el centro con la Cidade, pero a Eisenman esa idea le parece kitsch. Eso s¨ª, este a?o est¨¢ previsto enlazar el recinto con la Autopista del Atl¨¢ntico.
Y para entender el proyecto de Eisenman es recomendable recorrer la biblioteca y el archivo junto a un gu¨ªa: salen grupos a las 12.00 y a las 18.00 desde El Espacio On (donde se halla el punto de informaci¨®n). Sobre el papel el proyecto de Eisenman sonaba fara¨®nico. Uno de los miembros del jurado, Wilfried Wang, advirti¨® en su momento que los costes se disparar¨ªan desde los iniciales 108 millones. Se dispar¨® el presupuesto y tambi¨¦n los plazos de construcci¨®n: el Museo de Galicia no se inaugurar¨¢ hasta septiembre; el de los Servicios Centrales, hasta finales de este a?o; el Centro de Arte Internacional no tiene fecha y el de la M¨²sica y las Artes Esc¨¦nicas (el m¨¢s grande y complicado de realizar) no se empezar¨¢ a levantar hasta dentro de tres a?os.
Torres de piedra
El contenedor de cultura ideado en 1999 es una met¨¢fora de la ciudad antigua de Santiago. La perspectiva de la Cidade es la misma -los edificios est¨¢n colocados en paralelo a la catedral- y su dise?o est¨¢ basado en la trama del casco santiagu¨¦s y en el dibujo de una concha de vieira, s¨ªmbolo de la ciudad. Las calles que dividen el espacio se inspiran en los rueiros y soportales del centro. Naturalmente su medida (como todo en Santiago) es la catedral. "No la sobrepasa en altura, cualquier proyecto que lo haga ser¨ªa impensable. El templo siempre ser¨¢ el coraz¨®n de esta ciudad", asegura la arquitecta Minia Bravo. La Ciudad de la Cultura respeta la raz¨®n de ser del n¨²cleo de peregrinaci¨®n: el sepulcro del ap¨®stol que descubri¨® un tal Pelayo y que veneran los romeros.
El di¨¢logo entre el casco y el monumento de Eisenman se entiende bien sobre el monte Gai¨¢s. Quiz¨¢, a primera vista, el paralelismo m¨¢s obvio sea el de las torres Hejduk (en la esquina suroeste del complejo) con las de la catedral. "Son un homenaje a John Hejduk [Nueva York, 1929-2000], a quien Eisenman conoci¨® hace m¨¢s de cincuenta a?os. Ambos pertenec¨ªan al grupo neorracionalista The New York Five", detalla Bravo. Hejduk ide¨® dos torres bot¨¢nicas para el parque compostelano de Belv¨ªs en 1992. No obstante, falleci¨® antes de que se colocara la primera piedra. Eisenman las recuper¨® y las bautiz¨® con el nombre de su amigo. La pareja de fortificaciones es una alegor¨ªa de las del templo.
El proyecto de Eisenman es un gui?o a Galicia. Los edificios paralelos y sinuosos bajo un mismo plano de cubierta aluden a la topograf¨ªa accidentada de la regi¨®n. Desde arriba, parecen incisiones en el monte, m¨¢s que construcciones elevadas a partir del suelo (que naturalmente es lo que son). M¨¢s paralelismos: la Cidade, como Santiago, est¨¢ construida en piedra.
La arquitectura por la arquitectura es la religi¨®n de Eisenman. La exposici¨®n permanente "Peter Eisenman. A Cidade" (en la Biblioteca) permite descodificar las leyes que rigen la Ciudad de la Cultura. Rec¨®rrala y admire sus maquetas: dedique tiempo a la que se expuso en la Bienal de Venecia, hechizan su ingenio y sensualidad. F¨ªjese en los murales que explican el libro C¨®dex de Eisenman. En ¨¦l, el arquitecto desentram¨® su proyecto. Tambi¨¦n se puede o¨ªr al arquitecto estadounidense: se proyecta un v¨ªdeo donde Eisenman compara el monte Gai¨¢s con "una alfombra simb¨®lica". Otra exposici¨®n, Ex Libris Gallaeciae. Dos libros de Galicia (hasta el 25 de febrero) recorre el legado literario de la zona a trav¨¦s de incunables y sorprendentes ediciones en gallego.
Antes de visitar la Cidade, lo suyo es recorrer el centro de Santiago. El paseo ayuda a entender el esfuerzo de Eisenman por abstraer la forma del casco. El Xacobeo ha terminado (pasar¨¢n 11 a?os hasta el siguiente Jubileo) pero Santiago nunca est¨¢ libre de bullicio. Adem¨¢s, este a?o el efecto se alarga con la celebraci¨®n del 800? aniversario de la consagraci¨®n de la catedral.
El casco ha variado poco en los ¨²ltimos siglos. De hecho, el trayecto de los peregrinos es id¨¦ntico: Porta do Cami?o, Casas Reales, calle de la Azabacher¨ªa, V¨ªa Sacra, Praza do Quintana y, por fin, el Obradoiro. Si se prefiere se puede acceder al centro por la R¨²a de San Francisco, la frontera que une y separa el ruido de los coches de las losas de piedra del centro. Esa v¨ªa huele a pastel de Santiago. A las puertas de las panader¨ªas, mujeres vestidas de blanco invitan al transe¨²nte a trozos de empanada, suspiros o pasteles. Unos efluvios que abren el apetito.
A Santiago no se la conoce solo a pie. Comer es imprescindible. Pimientos de padr¨®n, pulpo a feira, bacallau, mariscos frescos de las r¨ªas, quesos, carne salgada de Lugo, grelos... Todo eso y m¨¢s lo encontramos es el restaurante Don Gaiferos. No obstante, siendo este un recorrido por la capa moderna de Compostela, ?por qu¨¦ no decantarse por un restaurante que a¨²ne lo popular con la innovaci¨®n? En El Mercadito (Galeras, 18), el chef Gonzalo Rey sorprende con empanada de porco Landr¨¢n y grelos y un huevo cremoso de gallina aldeana con centollo de la r¨ªa. El men¨² degustaci¨®n, de siete platos y dos postres, es una apuesta segura (48 euros). Si no se tiene mucha hambre, tambi¨¦n sirven uno de cuatro platos y dos postres (36 euros). No muy lejos, en la R¨²a Hortas (n¨²mero 1), se halla Casa Marcelo, una encantadora casa de comidas con un pu?ado de mesas. Acaba de perder una estrella Michel¨ªn, pero sus zamburi?as en salpic¨®n y pan de s¨¦samo, su tomate kinder o su milhojas de manzana no desmerecen.
Subir a las cubiertas
Encontrar el Obradoiro no es dif¨ªcil. Todos los caminos conducen a esta plaza donde el viajero descansa a pesar de los infinitos puestos de souvenirs, grupos de gu¨ªas y peregrinos. Y a la fachada barroca de la catedral. En su interior se levanta el P¨®rtico de la Gloria, la c¨¦lebre y genial portada rom¨¢nica del maestro Mateo. Otra visita obligada: las cubiertas de la catedral. En el Medievo los romeros ascend¨ªan hasta ellas para quemar sus ropas viejas en el pil¨®n presidido por la Cruz dos Farrapos. Sin embargo, permanecieron cerradas al p¨²blico hasta mediados de 2008. "Quien por arriba va, aunque suba triste se anima y alegra al ver la espl¨¦ndida belleza de este templo", reza el Codex Calixtinus, del siglo XII, una especie de gu¨ªa de peregrinos con consejos, descripciones y costumbres que se conserva en la catedral. Las visitas son guiadas y salen cada hora del Palacio Xelm¨ªrez (Plaza do Obradoiro. De martes a domingo, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00. Reservas: 981 55 29 85, www.archicompostela.org. 10 euros). La visita, de unos 45 minutos, asciende por la Torre de la Carraca, prosigue por la tribuna de la catedral (situada encima del P¨®rtico de la Gloria) y la Torre de las Campanas, y finaliza en las cubiertas escalonadas. Desde all¨ª se aprecia la forma almendrada de Santiago, con sus plazas, r¨²as e iglesias. Tambi¨¦n se vislumbra la Cidade da Cultura y los montes.
Santiago es medieval en su historia, pero barroca a la vista. Pocos edificios llevan el sello del renacimiento. El Parador de los Reyes Cat¨®licos, que cierra uno de los laterales de la plaza del Obradoiro, es uno de ellos. Este antiguo hospital de peregrinos funciona hoy como parador. Pero conserva la costumbre de acoger a los peregrinos, a los que invita a desayunar, comer y cenar (solo a los diez primeros que acuden cada d¨ªa); eso s¨ª, se les hace entrar por el garaje. Otro emblema renacentista: el Palacio Fonseca (R¨²a do Franco, s/n).
Otras paradas
A la pregunta: "?de qu¨¦ vive Santiago?", la mayor¨ªa responde: "del turismo". Sin embargo, son los alumnos los que m¨¢s la visitan. Cada a?o unos 20.000 estudian en una ciudad de 90.000 habitantes. L¨®gico que Santiago cuente con una vibrante zona de compras en El Ensanche, la primera gran ¨¢rea de expansi¨®n que tuvo la ciudad m¨¢s all¨¢ de las murallas. All¨ª se concentran Zara, Bimba&Lola, Bershka... En el casco antiguo, los cl¨¢sicos se modernizan en Chocolat Factory (Plaza do Toural, 10. 981 56 38 71), con chocolates de puro dise?o; Enjabonarte (Dos Bautizados, 3. 981 57 78 26), con jabones de colores imposibles, o Beauty Cube (Del Castro, 9), un referente en belleza por sus originales productos.
Cuando cae la noche Santiago se transforma y si uno lo desea puede peregrinar de bar en bar hasta el amanecer. Los amantes del rock se encontrar¨¢n en su salsa en A Reixa (Mazarelos, 9. 981 57 51 38), los apasionados del soul estar¨¢n como en casa en Soul & Sombra (Fray Rosendo Salvado) y los que quieran "ver" meigas lo conseguir¨¢n en Casa das Crechas (Sacra, 3), un local decorado con esos t¨ªpicos seres m¨¢gicos.
Los edificios de este campus stellae renacen. La Facultad de Periodismo es un proyecto de ?lvaro Siza (1993-1999). La entrada al edificio, con un tremendo espacio cubierto, resulta espectacular; el edificio parece flotar suspendido en el aire. Del portugu¨¦s es tambi¨¦n el Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC), un espacio que juega con los vol¨²menes y aprovecha al m¨¢ximo la luz. Su fachada comparte materiales con los de la Cidade: piedra y cristal. No se pierda la muestra Transtempo, de la fot¨®grafa de la agencia Magnum Cristina Garc¨ªa Rodero (hasta el 13 febrero), que propone recorrer los ¨²ltimos treinta a?os de Galicia a trav¨¦s de retratos y fotos de fiestas, peregrinaciones o romer¨ªas.
Otros hitos modernos: el Pabell¨®n Polideportivo, de los catalanes Albert Viaplana y Helio Pi?¨®n, y la biblioteca ?nxel Casal, de Andr¨¦s Perea Ortega y Roberto Medin, construidos ambos en la avenida de Xo¨¢n XXIII. La biblioteca, inaugurada en 2008, transforma la v¨ªa en un espacio de l¨ªneas puras y enormes ventanales. Merece la pena echar un vistazo a su programaci¨®n (www.rbgalicia.org/santiago); sus muestras, proyecciones o espect¨¢culos no tienen desperdicio. En la misma avenida, los catalanes Viaplana y Pi?¨®n levantaron una ¨²til marquesina acristalada que protege de la lluvia y une la avenida con la R¨²a San Francisco. Al recorrerla f¨ªjese en su forma de costilla y en un edifico de bloques de piedra apilados que se ve a la derecha. Es la sede gallega de la SGAE, levantada en 2008 por Ant¨®n Garc¨ªa-Abril. Sus gigantescos bloques de piedra tienden un puente entre el pasado celta de Galicia y su presente vanguardista.
Gu¨ªa
Visitas
? Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (www.cgac.org; 981 54 66 19). Valle Incl¨¢n, s/n. De martes a domingo, de 11.00 a 20.00. Entrada gratuita.
? Ciudad de la Cultura de Galicia (www.cidadedacultura.org; 881 997 570). De 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00. Entrada libre.
? Oficina del peregrino, Casa del De¨¢n (981 56 88 46; www.peregrinossantiago.com). R¨²a do Vilar, 1. De 10.00 a 20.00. Domingos, cerrado de 14.00 a 16.00.
Dormir y comer
? NH Obradoiro (981 55 80 70). Avenida Burgo das Nacions, s/n. Doble, entre 80 y 120 euros.
? Hotel Costa Vella (981 56 95 30). Porta da Pena, 17. Habitaci¨®n doble, 70 euros.
? Parador Hostal de Los Reyes Cat¨®licos (www.paradores.es; 981 58 22 00). Plaza do Obradoiro, 1. Habitaci¨®n doble, 150 euros.
? Restaurante Don Gaiferos (981 58 38 94). Cocina tradicional. Rua Nova, 23. Entre 36 y 50 euros.
? Restaurante El Mercadito (981 57 42 39). Galeras, 18. Entre 26 y 35 euros.
Informaci¨®n
? Oficina de turismo de Santiago de Compostela (981 55 51 29 y www.santiagoturismo.com).
? www.caminosantiago.org.
? www.xacobeo.es.
? www.caminodesantiago.consumer.es.
? www.turgalicia.es.
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