Messi gui?a el ojo a Di St¨¦fano
La Pulga anota ante el Atl¨¦tico su cuarto 'triplete' de la temporada y se erige en el protagonista el d¨ªa que el Bar?a, con 16, arrebata el r¨¦cord de victorias seguidas al Madrid de La Saeta Rubia
Messi es definitivamente la reencarnaci¨®n de Di St¨¦fano. La Pulga merece desde ayer el trato de usted que se gan¨® La Saeta Rubia. Ambos son futbolistas ¨²nicos en el mundo por su virtuosismo y tambi¨¦n por su incidencia en sus respectivos equipos. La grandeza del Madrid se explica a trav¨¦s de Don Alfredo de la misma manera que el Barcelona ha alcanzado la excelencia por medio de Leo. Al azulgrana le anima hoy la misma competitividad e influencia que al madridista en los a?os cincuenta. Messi marc¨® anoche tres goles y ya suma 24 en el campeonato y 40 en la temporada, cifras que permiteron al Bar?a cantar su victoria 16 consecutiva en la Liga, una m¨¢s que el Madrid de Di St¨¦fano.
Al ritmo de Messi, bate todos los r¨¦cords el Barcelona. Nada tuvo que decir anoche el Atl¨¦tico, un equipo imprevisible, capaz de protagonizar el mayor de los rid¨ªculos o tambi¨¦n la gesta m¨¢s grandilocuente, generalmente un aguafiestas para la hinchada del Camp Nou. No respet¨® ni siquiera la fiesta del centenario azulgrana y acab¨® tambi¨¦n con la racha del equipo de Frank Rijkaard. Nada pudo hacer en cambio frente a Messi, figura indiscutible de la jornada, m¨¢s agrandado que nunca, decisivo tanto en la apertura como en el cierre del choque, autor del cuarto triplete del curso. La Pulga no parece tener l¨ªmites, y menos cuando enfrente tiene al Kun Ag¨¹ero y al Atl¨¦tico.
BARCELONA 3 - ATL?TICO 0
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Abidal, Maxwell; Xavi (Afellay, m. 80), Busquets, Iniesta (Keita, m. 80); Pedro (Bojan, m. 80), Messi y Villa. No utilizados: Pinto; Adriano, Milito y Mascherano.
Atl¨¦tico: De Gea; Valera, God¨ªn, Ujfalusi, Antonio L¨®pez; Tiago, Assun??o (Koke, m. 57); Reyes, Fran M¨¦rida (Forl¨¢n, m. 46), Filipe Luis (El¨ªas, m. 75); y Ag¨¹ero. No utilizados: Joel; Dom¨ªnguez, Juanfran y Diego Costa.
Goles: 1-0. M. 17. Messi. 2-0. M. 28. Messi. M. 79. 3-0. Messi.
?rbitro: Turienzo ?lvarez. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Ujfalusi, Alves,Tiago, Messi y Valera.
84.766 espectadores en el Camp Nou.
El partido dur¨® un cuarto de hora, el tiempo que tard¨® Messi en vencer a De Gea, abatido por el gatillo de La Pulga y al mismo tiempo abandonado por su propio equipo, que cedi¨® la pelota y el campo al Barcelona, nada nuevo por otra parte en el Camp Nou. Los muchachos de Quique S¨¢nchez Flores se recogieron en su cancha, procuraron alargar el campo con Ag¨¹ero, m¨¢s protagonista que nunca por la suplencia de Forl¨¢n, y por un momento se felicitaron porque aguantaban el empate a cero al cabo de quince minutos. La superioridad azulgrana es tan abrumadora que la mayor¨ªa de sus rivales ya no compiten por el resultado sino por retrasar al m¨¢ximo la victoria barcelonista.
Qued¨® satisfecho el Atl¨¦tico de su cuarto de hora inicial, m¨¢s que nada porque pareci¨® que al Bar?a le costaba empezar el partido y durante un rato jug¨® al pie, m¨¢s lento que r¨¢pido, tan tensionado como impreciso, entregado al mundo infantil de Messi. La Pulga percibi¨® de inmediato que el encuentro se hab¨ªa convertido en una cuesti¨®n personal, sobre todo porque Luis Felipe tapaba a Alves y por el otro costado no llegaba Mawxell. Hab¨ªa mucho revoloteo alrededor de Pedro y sobre todo de Messi. As¨ª que La Pulga tom¨® la pelota, cambi¨® hasta dos y tres veces de ritmo, elimin¨® a Filipe Luis, Assun??o y Ujfalusi y una vez llegado al balc¨®n del ¨¢rea cruz¨® el bal¨®n a la red del Atl¨¦tico.
Messi repiti¨® 11 minutos m¨¢s tarde para resolver la contienda, ya con el equipo enchufado al completo, despu¨¦s de una jugada tan elaborada como afortunada por los rebotes que precedieron al tiro del argentino, que gir¨® el tobillo como la mu?eca, imposible para el portero. Alcanzada la media hora y con dos goles a cuestas, el Atl¨¦tico se liber¨® hasta el punto de reclamar un gol a la salida de una falta que el ¨¢rbitro anul¨® por no haber autorizado el lanzamiento. Los atl¨¦ticos buscaron en las jugadas epis¨®dicas un remedio para responder al mejor f¨²tbol de los barcelonistas, m¨¢s desequilibrantes y profundos.
Infalible como rematador, Messi ejerci¨® tambi¨¦n el mejor de los zagueros cuando despu¨¦s del descanso le aguant¨® un cuerpo a cuerpo con Ag¨¹ero, le reba?¨® la pelota y sali¨® de la jugada con un autopase digno del mejor de los volantes. No se arrug¨® el Kun, que replic¨® con una jugada excepcional rematada por Filipe Luis y rechazada bajo los palos por Piqu¨¦.
El di¨¢logo Ag¨¹ero-Messi anim¨® el segundo tiempo del partido, que result¨® m¨¢s desordenado que de costumbre, m¨¢s a gusto del Atl¨¦tico que el Barcelona. La ¨²ltima palabra la tuvo naturalmente Messi, que meti¨® el tercer tanto en un remate sencillo. Los tres goles de La Pulga fueron diferentes, prueba inequ¨ªvoca de su gran repertorio.
Aunque el juego alborotado del Atl¨¦tico provoc¨® un partido confuso para el Barcelona, fue a la larga el mejor marco para la expresividad de Messi, tan intervencionista que incluso carg¨® con una tarjeta amarilla. La Pulga ten¨ªa que ser necesariamente la figura del partido en el que el Barcelona arrebataba el r¨¦cord de victorias consecutivas del Madrid de Di St¨¦fano. Nada ten¨ªa m¨¢s sentido en una noche gloriosa para un Bar?a glorioso frente a un depresivo Atl¨¦tico. Tres goles parece la diferencia l¨®gica entre dos equipos con trayectorias opuestas. El Madrid decidir¨¢ hoy si su distancia con el Barcelona es de 10 o de siete puntos, en cualquier caso mucho trecho el reinado de Messi.
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