?Dependientes?
"Granujas". Uno pone esa palabra y parece que el vocablo se mueve.
No, no va de granujas, lo que pasa es que iba a citar una frase que utiliza Manuel de Lope en su ¨²ltimo (y estupendo) libro, Azul sobre azul (RBA). Ah¨ª habla de la vida que le va saliendo por las esquinas del mundo, y en un momento dado se encuentra con frases que la historia devuelve en forma de desmontables: "No pasar¨¢n", "Espa?a ha dejado de ser cat¨®lica"...
Un an¨¢lisis de esas sentencias da para mucho, y De Lope lo demuestra con una iron¨ªa que traspasa este libro delicioso. Pero tampoco iba a hablar del libro, sino de una frase que conviene atraer a este instante que estamos viviendo.
Dice el escritor, en uno de los lances de estas memorias precoces, algo muy interesante sobre la g¨¦nesis de los discursos que los pol¨ªticos perpetran ahora "para mendigar unos minutos a la televisi¨®n". Dice: "[lo que dicen los pol¨ªticos] No es el 'vamos a ganar' de cuando se acercan unas elecciones. Es el 'ellos dicen que somos unos granujas, pero ellos son m¨¢s granujas que nosotros' de los malos tiempos".
El libro est¨¢ escrito en 2007, pero sale ahora. Entonces, hace cuatro a?os, Manuel de Lope debi¨® de entender que est¨¢bamos en mejores tiempos. Pues ahora parece que hemos reincidido en los malos tiempos. Unos dicen que los otros son granujas y los otros dicen viceversa. Pasa en la pol¨ªtica, pasa en la prensa, pasa en el f¨²tbol. Lo que dicen los socialistas en Valencia o en Madrid lo dicen los populares en Espa?a entera; el Gobierno despilfarra, las autonom¨ªas despilfarran. Unos son granujas, los otros tambi¨¦n. As¨ª estamos, hasta que se despierte la pesadilla.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar dijo hace nada, cuando ya no gobierna, que el Gobierno que le sucedi¨® hizo de Espa?a "un Estado dependiente". ?Dependiente? Eso dijeron de ¨¦l cuando puso a Espa?a a depender de Estados Unidos, tanto que ¨¦l mismo import¨® de all¨ª un acento que no era el suyo. ?Dependiente? Bueno, gracias a ¨¦l dependimos de la guerra que abri¨® Estados Unidos en Irak, cuyo pa¨ªs invadimos todos un poco (menos otros pa¨ªses, que consideraron que no era bueno ser tan dependiente).
Ahora observo que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar habla abriendo comillas: se?ala hacia arriba, con dos dedos de la mano simulando esos signos de puntuaci¨®n, con lo que le da a lo que dice un sentido mayest¨¢tico. "Espa?a es un Estado dependiente". Cierro comillas. Depende de las citas, y es l¨®gico, porque ahora se autocita, y lo citan. Habla como los profesores norteamericanos, una propensi¨®n que tiene. Ahora lo escuchan con arrobo los que tem¨ªan que rompiera los platos del PP tal como lo quiere Rajoy. En las recientes convenciones pas¨® de villano a h¨¦roe, de personaje al que era mejor escuchar mirando para otro lado a ser el mejor estadista que tuvo este pa¨ªs en tiempos de la democracia. Lo ser¨¢, no lo dudo, pero es posible que pase m¨¢s a la historia por aquella dependencia que por lo que dicen de ¨¦l sus fieles renovados.
"Espa?a es un Estado dependiente". He aqu¨ª, para Manuel de Lope, una frase m¨¢s de esas que los pol¨ªticos dicen para desafiar los an¨¢lisis sint¨¢cticos e incluso el contexto. Una frase inmortal, hasta que desmontas el juguete.
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