"Hacer catastrofismo con el euro y con Espa?a ya no es realista"

A mediados de 2009, el legendario economista Paul Samuelson -ya fallecido- dio una de sus ¨²ltimas entrevistas. Samuelson es uno de los grandes, tal vez el m¨¢s grande: adem¨¢s de fenomenal divulgador, fue precursor en el uso de complejos modelos matem¨¢ticos para describir fen¨®menos econ¨®micos. Cuando el periodista le pregunt¨® qu¨¦ le dir¨ªa a alguien que empezara sus estudios en econom¨ªa, Samuelson fue tajante: nada de matem¨¢ticas, "muestra un sincero respeto hacia el estudio de la historia econ¨®mica, porque es la materia prima de la que surgir¨¢n todas tus conjeturas o an¨¢lisis". En medio del avispero que era hace unos d¨ªas un Davos con menor brillo que otras veces por el protagonismo de Egipto, Carmen Reinhart (La Habana, 1955, investigadora del Peterson Institute) y Kenneth Rogoff (Rochester, 1953, ex economista jefe del FMI, catedr¨¢tico en Harvard) alud¨ªan a esa an¨¦cdota para explicar el ¨¦xito del superventas Esta vez es diferente, una historia de las crisis en los ¨²ltimos ocho siglos que a¨²n no se ha editado en castellano. Y que demuestra, por cierto, que esta vez no es en absoluto diferente.
"Hay menos p¨¢nico, pero el estancamiento durar¨¢ un lustro"
"Las desigualdades van a dar tremendos quebraderos de cabeza"
"Va a haber muchos periodos de volatilidad, porque as¨ª son las poscrisis"
"Solo hemos visto el principio de las tensiones sociales, la gran amenaza"
"Reestructurar deuda no es una debacle, puede ser una soluci¨®n"
"A estas alturas, pensar que solo hay un problema de liquidez es delirante"
Los modelos que emplean los matem¨¢ticos que trabajan con los mercados se?alan que el Lunes Negro de la Bolsa en octubre de 1987 o la suspensi¨®n de pagos de Rusia en 1998 son acontecimientos que estad¨ªsticamente ocurren una vez cada tres mil millones de a?os. Y sin embargo han ocurrido varias veces solo en el ¨²ltimo medio siglo. Y probablemente van a volver a ocurrir: Rogoff y Reinhart, sentados en un rinc¨®n relativamente tranquilo del Foro Econ¨®mico Mundial, refuerzan en esta entrevista conjunta su bien ganada fama como pesimistas al asegurar que una reestructuraci¨®n de deuda en Grecia, Irlanda y Portugal es "inevitable", y no solo eso: "Adem¨¢s es deseable". Inmediatamente despu¨¦s hilvanan un discurso diferente para la econom¨ªa espa?ola. "Espa?a no est¨¢ en esa lista" (Reinhart). "Hacer catastrofismo con el euro y con Espa?a ya no es realista" (Rogoff).
La m¨²sica ha cambiado en relaci¨®n a Espa?a; eso no significa que no haya riesgos. Rogoff (que dej¨® una prometedora carrera como ajedrecista por la econom¨ªa) y Reinhart (que en su d¨ªa cambi¨® su pasi¨®n por la moda por un trabajo en Wall Street, y ¨¦ste por la universidad) resumen al alim¨®n la situaci¨®n al final de la charla. Sobre Espa?a: "Las reformas del Gobierno son positivas. Pero habr¨¢ que ver qu¨¦ sucede con la banca: al final la historia muestra que las deudas privadas se convierten en deudas p¨²blicas, y si el Estado entra en las cajas debe ser muy cuidadoso para que no ocurra algo similar a lo que pas¨® en Irlanda. El precio de la vivienda va a caer m¨¢s, y los activos de las entidades bancarias deben reflejar ese deterioro antes de que el Estado haga su entrada con las nacionalizaciones: Espa?a est¨¢ dando excelentes se?ales en todo menos en eso", avisa Reinhart, investigadora del prestigioso Peterson Institute de Washington.
El encanto de la historia y de sus enigm¨¢ticas lecciones es que al mirar atr¨¢s todo puede parecer poco m¨¢s o menos lo mismo, y sin embargo, a la vez, todo es radicalmente distinto. Rogoff invita a mirar al pasado para intuir lo que puede suceder a partir de ahora. Y deja un sabor agridulce sobre los riesgos globales en cuanto saca lo que ¨¦l mismo denomina con toda la sorna su bola de cristal: "Lo peor ha pasado en lo relativo a la crisis fiscal europea. Los emergentes tiran con fuerza de la econom¨ªa mundial. Han vuelto los beneficios y los mercados lo notan. Entramos en un periodo m¨¢s estable, lejos ya del p¨¢nico de los ¨²ltimos meses. Pero eso quiere decir poco: en Europa y en EE UU hay un problema de crecimiento; el estancamiento durar¨¢ al menos un lustro. Con el paro y esa lenta recuperaci¨®n, los problemas en el sector financiero son inevitables, y Europa ha hecho poco o nada por tener un mecanismo claro de reestructuraci¨®n de la deuda para cuando llegue el momento". A punto de despedirse camino de una de esas reuniones a puerta cerrada que tanto gustan en Davos, Rogoff deja una ¨²ltima reflexi¨®n sobre Egipto: "Los primeros problemas sociales se est¨¢n empezando a ver: los riesgos geopol¨ªticos no van a dejar de crecer en los pr¨®ximos meses. Eso, a fin de cuentas, es lo que suele ocurrir hist¨®ricamente cuando a una crisis financiera se le suma una crisis econ¨®mica de estas dimensiones, especialmente en zonas geogr¨¢ficas donde adem¨¢s hay carencias de todo tipo y, sobre todo, grandes desigualdades. Atentos a las desigualdades porque van a dar tremendos quebraderos de cabeza".
- El virus de la crisis. La crisis sigue mutando: de financiera pas¨® a ser econ¨®mica, ahora es una crisis de deuda soberana y de pronto da paso a las primeras algaradas pol¨ªticas y sociales. ?Cu¨¢l es la pr¨®xima mutaci¨®n?
Rogoff. Los problemas derivados del alt¨ªsimo endeudamiento p¨²blico y privado no van a desaparecer r¨¢pidamente: no hay por qu¨¦ tener tanta prisa, las dificultades derivadas de la monta?a de deuda acumulada est¨¢n aqu¨ª para quedarse durante mucho tiempo. Gobiernos y mercados est¨¢n mirando a 2011, pero lo realmente preocupante no es este a?o sino el pr¨®ximo lustro, pr¨¢cticamente la pr¨®xima d¨¦cada: algunos pa¨ªses van a tener que hacer algo, y pronto, para que no veamos graves problemas o al menos un largu¨ªsimo estancamiento. Va a haber muchos periodos de volatilidad, porque as¨ª son las poscrisis con alto endeudamiento: los shocks peque?os se amplifican. Eso para los pa¨ªses desarrollados. Para los emergentes, ah¨ª est¨¢ de nuevo la inflaci¨®n y el fantasma de una nueva burbuja. Y para todo el mundo -y eso vale, desde luego, tambi¨¦n para pa¨ªses como Estados Unidos y Espa?a- tal vez la mayor amenaza son las tensiones pol¨ªticas, las crisis sociales, de las que hemos visto s¨®lo el principio. Los beneficios de las multinacionales est¨¢n creciendo y la participaci¨®n de los trabajadores en el reparto de la riqueza ha estado cayendo: ¨¦se es un problema global.
Reinhart. Europa y EE UU necesitan crecimiento: no este a?o, sino en el medio plazo. Y los periodos de resaca tras un alto endeudamiento no suelen ser precisamente de crecimiento robusto. El mayor desaf¨ªo de pol¨ªtica econ¨®mica es detectar bien los problemas, poner sobre la mesa las pol¨ªticas adecuadas y saber esperar: no hay forma de arreglar esto r¨¢pidamente, aunque eso sea dif¨ªcil de explicar para los pol¨ªticos. La austeridad no surte efectos de inmediato. Las reestructuraciones bancarias tampoco: el cr¨¦dito no resurge de la noche a la ma?ana. Lo mejor que puede esperarse de los Gobiernos es que manejen la situaci¨®n con serenidad para evitar una sacudida por los problemas derivados de la lenta recuperaci¨®n, que se dejar¨¢n notar en los balances de los bancos.
- Crisis fiscal. En Europa hay ya dos pa¨ªses rescatados, y serias amenazas sobre otros. En EE UU varios Estados con problemas. Y sin embargo los mercados est¨¢n m¨¢s optimistas. ?Ha pasado lo peor? ?O los mercados est¨¢n fallando otras vez?
Rogoff. As¨ª es: lo peor ha pasado en cuanto a la crisis fiscal. Y es evidente que los mercados no est¨¢n evaluando correctamente los problemas: en algunos casos han sobrerreaccionado, en otros como los reventones de burbujas en el sector inmobiliario siguen siendo incapaces de incorporar toda la informaci¨®n a los precios. En lo relativo a la crisis europea, tarde o temprano se ver¨¢ que Grecia, Portugal e Irlanda dif¨ªcilmente van a evitar reestructuraciones de sus deudas p¨²blicas o privadas. Una suspensi¨®n de pagos -o como vaya a llamarse eso finalmente en cualquiera de sus variantes, como la reestructuraci¨®n de la deuda con una modificaci¨®n de los tipos de inter¨¦s o de los plazos- est¨¢ pr¨®xima e incluso es deseable, si uno atiende a lo que ha ocurrido en crisis similares a lo largo de la historia.
Reinhart. La gente asocia una reestructuraci¨®n a una debacle, y esa es una visi¨®n muy tergiversada. No es el fin del mundo. En Argentina sali¨® mal: en Uruguay funcion¨® por las mismas fechas. En Europa pueden ser una soluci¨®n. Para ello, pa¨ªses como Grecia, Irlanda y Portugal -y no meto a Espa?a en esa lista- tienen que jugar con cuatro elementos clave: d¨¦ficit, crecimiento, tipos de inter¨¦s y deuda. Hay que encontrar una combinaci¨®n sostenible: a qu¨¦ intereses y con qu¨¦ crecimiento los pa¨ªses con problemas pueden lidiar con sus d¨¦ficits y sus deudas.
Rogoff. Y sobre todo, Europa no puede seguir jugando a arreglar los problemas solo cuando se asoma al abismo, en el ¨²ltimo momento: para marzo deber¨ªa tener listo un mecanismo claro de reestructuraci¨®n de la deuda, aunque somos conscientes de las dificultades que eso entra?a.
Reinhart. Est¨¢ claro, por ejemplo, que la banca va a sufrir y puede haber nuevos rescates, y con ellos nuevas sombras sobre la crisis de deuda soberana. Para entonces eso debe estar resuelto. En crisis como estas, la deuda privada y en particular la deuda del sector financiero acaban convirti¨¦ndose en deuda p¨²blica. Un caso extremo es el que hemos visto en Irlanda. Antes de que eso ocurra es fundamental hacer una valoraci¨®n muy conservadora de todo lo que pueda ser susceptible de pasar del sector privado al sector p¨²blico. De lo contrario, puede repetirse el caso irland¨¦s.
- ?Espa?a, fuera de peligro? El calendario de reformas y los planes de austeridad del Gobierno espa?ol han suavizado el golpe en los mercados de deuda. Incluso quienes apuntaban por un rescate empiezan a dar marcha atr¨¢s. ?Est¨¢ Espa?a fuera de la zona de riesgo?
Reinhart. No me preocupa en absoluto la posibilidad de una suspensi¨®n de pagos. No va a haber tal cosa. Pero en la reforma financiera es fundamental reestructurar la deuda bancaria para evitar que haya dudas sobre las finanzas p¨²blicas.
Rogoff. Hacer catastrofismo con el euro y con Espa?a ya no es realista. No est¨¢ justificado. Espa?a, B¨¦lgica e Italia no est¨¢n en el nivel de Grecia, Irlanda y Portugal, que s¨ª deben reestructurarse. En el caso espa?ol, en cambio, s¨ª hay problemas en la deuda municipal, de la misma manera que es esencial hacer un ejercicio de transparencia en la banca para ver las dimensiones del ajuste inmobiliario y lo que eso puede suponer.
Reinhart. Pero atenci¨®n, porque este es un problema europeo: tres a?os despu¨¦s del inicio de la crisis, pretender a estas alturas que hay un problema ¨²nicamente de liquidez es delirante. Por eso es tan importante definir bien c¨®mo se van a hacer las reestructuraciones, con qu¨¦ recortes, para que todo el proceso se haga de forma relativamente tranquila. Lo m¨¢s interesante del caso de Espa?a va a ser c¨®mo se hace esa reestructuraci¨®n bancaria. Hasta ahora el Gobierno ha actuado con firmeza, abriendo incluso la puerta a las nacionalizaciones. Ah¨ª es donde el mercado va a medir al Gobierno espa?ol: Irlanda se qued¨® con mucha deuda privada a precios inflados y eso destroz¨® sus finanzas p¨²blicas, a pesar de que, como Espa?a, contaba con una buena situaci¨®n de partida, incluso despu¨¦s de los estragos causados por la recesi¨®n. Hay que tener un enorme cuidado con no repetir ese error: conviene ser muy pesimista sobre el valor de esa deuda, muy relacionada con el pinchazo inmobiliario. Parece que a¨²n hay quien piensa que simplemente creciendo como Singapur se acabaron los problemas de deuda. Pues bien, ese crecimiento no se va a producir en la econom¨ªa espa?ola, eso es imposible, as¨ª que es fundamental actuar con toda prudencia en ese proceso que en toda crisis se produce: las deudas privadas acaban siendo p¨²blicas. Siempre es as¨ª. Espa?a est¨¢ dando se?ales claras en la buena direcci¨®n en casi todo. Hay que pensar tambi¨¦n en eso.
- Estados Unidos. La econom¨ªa norteamericana no ha sufrido los problemas de la europea, aunque sus n¨²meros son parecidos o peores. ?La crisis fiscal puede viajar al otro lado del Atl¨¢ntico?
Reinhart. Hasta ahora, Estados Unidos se ha quedado fuera de la l¨ªnea de vulnerabilidad de la crisis de deuda soberana. Obama ha preferido seguir con los est¨ªmulos para apuntalar la recuperaci¨®n: el modus operandi del Congreso se resume en "ese problema lo resolveremos ma?ana". Pero tal vez sea un exceso de confianza pensar que EE UU tiene una d¨¦cada para solucionarlo. Hasta ahora toda la atenci¨®n estaba sobre Europa. Incluso el d¨®lar no se depreci¨® lo que deb¨ªa porque Europa estaba acaparando portadas con Irlanda y Grecia. Adem¨¢s, hay un c¨ªrculo vicioso relacionado con la deuda: las familias tienen los mismos problemas en EE UU, en Espa?a o en Reino Unido. El problema del desempleo est¨¢ relacionado con esos enormes booms de consumo previos a la crisis, financiados con cr¨¦dito f¨¢cil: llega el momento de desendeudarse, eso perjudica la recuperaci¨®n y por eso el desempleo va para largo.
Rogoff. La buena noticia es que Obama se ha movido hacia el centro. Eso va a ayudar a la econom¨ªa. Pero todo ese proceso de reducci¨®n de la deuda va para largo: por eso es una decisi¨®n correcta esa mirada a largo plazo, ese acuerdo para estabilizar las cuentas p¨²blicas, aunque la reducci¨®n del d¨¦ficit no se acometa de inmediato. No s¨¦ si va a bastar, pero pol¨ªticamente es un paso adelante.

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