Mar¨ªa J. Alonso, inventando el futuro

La vida es un continuo escenario de opciones, de otro modo no tendr¨ªa sentido vivir. Opt¨¦ por dar al lector mi caracterizaci¨®n de Mar¨ªa Jos¨¦ Alonso y no su semblanza. Ya vendr¨¢n otras personas u otros momentos para ello. Mar¨ªa Jos¨¦ es una gran persona en un cuerpo menudo. Es maestra, investigadora y emprendedora. Tambi¨¦n ha dedicado cuatro a?os de intenso y fruct¨ªfero quehacer al Vicerrectorado de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de la Universidade de Santiago de Compostela.

Como rector le ped¨ª en 2006 que formase parte de mi equipo. Tuve dudas al respecto. Ninguna sobre su capacidad para este desempe?o; muchas sobre la pertinencia de alejar, aun temporalmente, a una de nuestras mejores cient¨ªficas de su brillante actividad investigadora. Otra vez optar, ahora por vestir un santo con los ropajes de otro. Pero, ?acaso no han de ser los mejores quienes deban encargarse de dirigir nuestras universidades? Tambi¨¦n confieso que no fui del todo sincero con ella. Le dije que el trabajo era menos de lo que yo sab¨ªa y de lo que ella muy pronto comprobar¨ªa. Mentira piadosa por la instituci¨®n. Su s¨ª supuso vestir a uno de nuestros m¨¢s importantes santos con el mejor traje posible.

A menudo pens¨¦ en su gran generosidad al dedicar todo su saber, su inteligencia y sus fuerzas en beneficio com¨²n, en lugar de hacerlo a su pasi¨®n investigadora y a su excepcional curr¨ªculum acad¨¦mico. Adem¨¢s, no deja de ser valiente dedicarse al gobierno de una universidad espa?ola cuando tanto se limita en ellas la capacidad de direcci¨®n de sus m¨¢ximos representantes.

Es una mujer de car¨¢cter, pero no de mala leche; capaz de defender con absoluta firmeza aquello en lo que cree. Defensa de mente abierta y no de pies juntillas y o¨ªdos sordos. He visto la rabia y la impotencia en sus ojos por querer ir m¨¢s lejos y no poder hacerlo para no saltar al vac¨ªo. Ese vac¨ªo que aparece cuando sabemos qu¨¦ y c¨®mo hacer las cosas, pero nos falta con qui¨¦n contar para el salto o la carrera.

Me gusta pensar y trabajar en la "inteligencia colectiva" y s¨¦ que no se consigue simplemente juntando a personas inteligentes. Imposible de lograr si abundan los est¨²pidos. Para Umberto Eco, la suma algebraica entre rigor intelectual e idiotez en el mundo da un resultado casi nulo. Yo no lo creo. Mi optimismo parte de la existencia de gente cuyo rigor y talla intelectual compensa con creces la estulticia humana. Gente como Mar¨ªa Jos¨¦ Alonso. Una persona que hace de espulgar el futuro su profesi¨®n. Los investigadores han de escudri?ar el futuro, descubri¨¦ndolo e invent¨¢ndolo. Si no es as¨ª, o no son investigadores o son malos, que para el caso da lo mismo. Curiosamente, parecen ser m¨¢s quienes apuestan por un futuro de adivinaci¨®n o fundado en creencias que en el que nos da la ciencia y el desarrollo tecnol¨®gico.

Nuestro pueblo es muy dado a la damnatio memoriae de aquellas personas que han dejado de ser lo que con tanto esfuerzo y generosidad desempe?aron en beneficio de todos. Por eso me alegra que hoy se recuerde a esta excepcional "gallega en la escalera"; gallega, aunque nacida en las afueras. Por cierto, si se la encuentran en una escalera, siempre sabr¨¢n si la est¨¢ subiendo o bajando.