M¨ªtines
Nunca supimos que ocurri¨® con aquel chaval que se plantaba en soledad y desarmado delante de los tanques en la plaza de Tiananmen, en el foco de una revuelta aplastada contra los inamovibles mandarines del proletariado chino. Imagino que no tuvieron m¨¢s remedio que reeducarlo a balazos, que estar¨¢ criando malvas en alguna tumba an¨®nima. Pero el aroma desgarradamente l¨ªrico de ese grito ante el estado de las cosas, de la resistencia moral enfrent¨¢ndose a la fuerza en una batalla tan desigual, tiene valor imperdurable.
Como el de esa multitud que lleva 12 d¨ªas en la plaza de Tahrir exigiendo democracia y el destierro de los faraones, aguantando las embestidas de mercenarios y maderos disfrazados de civiles que sueltan latigazos medievales desde camellos y caballos, rodeados por un ej¨¦rcito que no interviene pero que ateni¨¦ndose a la l¨®gica y la disciplina militar puede abrasar a la vociferante gleba en cualquier momento. Y entiendes el lamento y la frustraci¨®n de la disidente cubana Yoani S¨¢nchez cuando al observar lo que ocurre en El Cairo siente que les han emplazado a ellos y la consecuente verg¨¹enza ante la inercia de su pueblo.
Aqu¨ª no hay que luchar por la inaplazable democracia, es envidiable sistema pol¨ªtico que deja sin trabajo a casi cinco millones de personas. Sorprendentemente, no se atrincheran en una plaza exigiendo cuentas a los culpables de su infortunio. Pero abundan los m¨ªtines peperos y sociatas en los que multitudes (a ser posible con toque interracial, con variadas coloraciones de piel rodeando en primera fila a los l¨ªderes que tienen el remedio para salvar el pa¨ªs) agitan banderitas, hacen signos de victoria, exteriorizan el entusiasmo hacia el partido de su alma con aplausos y c¨¢nticos.
Y entiendes que los actores principales y los secundarios est¨¢n practicando su oficio, gan¨¢ndose el pan o el caviar. Pero, me pregunto qu¨¦ paga han donado a tan numerosa y entregada clac. ?Sacarlos a perpetuidad de las listas del paro, conserjer¨ªas en las administraciones p¨²blicas, alcohol y drogas gratis antes y despu¨¦s de cada mitin? Que alguien desvele este misterio. Ser¨ªa fant¨¢stico que en las pr¨®ximas elecciones los unicos votos legibles fueran los de los mitineros. Que el resto estuvieran en blanco.
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